La guerra en Gaza cumple dos meses en medio de la nueva ofensiva israelí en el sur y con la ONU intentando forzar un alto el fuego

La guerra en Gaza cumple este jueves dos meses tras el inesperado ataque terrorista de Hamás a Israel. Desde entonces, las tropas israelíes han cercado por completo la Franja de Gaza dejando miles de muertos. Desde que el pasado 1 de diciembre se rompiera la tregua acordada de una semana de duración, Israel volvió a atacar con fuerza e incluso ha expandido su ofensiva hacia el sur, (Fuente: PM Israel/ X/ Ejército Israel). Foto: AP
La guerra en Gaza cumple este jueves dos meses tras el inesperado ataque terrorista de Hamás a Israel. Desde entonces, las tropas israelíes han cercado por completo la Franja de Gaza dejando miles de muertos. Desde que el pasado 1 de diciembre se rompiera la tregua acordada de una semana de duración, Israel volvió a atacar con fuerza e incluso ha expandido su ofensiva hacia el sur, (Fuente: PM Israel/ X/ Ejército Israel). Foto: AP
La guerra en Gaza cumple este jueves dos meses tras el inesperado ataque terrorista de Hamás a Israel. Desde entonces, las tropas israelíes han cercado por completo la Franja de Gaza dejando miles de muertos. Desde que el pasado 1 de diciembre se rompiera la tregua acordada de una semana de duración, Israel volvió a atacar con fuerza e incluso ha expandido su ofensiva hacia el sur, (Fuente: PM Israel/ X/ Ejército Israel). Foto: AP
La guerra en Gaza cumple este jueves dos meses  (Fuente: PM Israel/ X/ Ejército Israel). Foto: AP
Europa Press

La guerra en Gaza cumple este jueves dos meses. El atentado de Hamás el 7 de octubre ha desencadenado una de las peores crisis humanitarias que se recuerdan en la región. Aquel inesperado ataque sobre suelo israelí que dejó 1.200 muertos y más de 240 secuestrados se ha respondido con una lluvia de bombardeos sobre la Franja y una ofensiva terrestre que mengua cada día que pasa el territorito palestino. Ocho semanas después, la cifra de muertos a causa de los ataques de Israel asciende hasta los 16.800. Entre ellos más de 7.000 niños. En estos dos meses la comunidad internacional se ha debatido entre la crítica al terrorismo de Hamás y la respuesta israelí; y en las últimas semanas tanto la ONU como la UE han levantado la voz para que Israel termine con su escalada bélica. 

Los combates en Gaza ya no son únicamente en el norte del enclave. Las tropas israelíes han abierto esta semana un nuevo frente en el sur de la Franja. La llamada tercera fase de la ofensiva se centra en la ciudad de Jan Yunis, considera por Israel como un bastión de Hamás, al igual que el campo de refugiados de Yabalia (en el norte) y el barrio de Shujaiya, en la capital gazatí. "En las últimas 48 horas, en Yabalia, Shujaiya y Jan Yunis, hemos traspasado las líneas de defensa" de Hamás, ha dicho el portavoz principal del Ejército, Daniel Hagari. "Desde el principio, las tropas eliminaron a varios terroristas en enfrentamientos" y destruyeron "unos 30 accesos de túneles", agregó el portavoz castrense.

Jan Yunis, convertida ahora es un campo de batalla más, es también una de las localidades que servía de refugio para los casi dos millones de desplazado internos (el 80% de la población) que habían huido de los ataques israelíes en el norte. Israel había pedido a la población que se refugiara en el sur y asegura que antes de atacar siempre avisa, sin embargo, la ONU ha denunciado que no existe lugar seguro para los civiles, por lo que estos ataques podrían estar atentando contra el derecho internacional humanitario. Además, las organizaciones no gubernamentales han alertado que pese a que Israel ha pedido a los civiles que se desplacen al sur, también han bombardeado esa zona.

Este miércoles las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista Hamás, han advertido de que ya no quedan hospitales operativos en el norte de Gaza. En este sentido, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) ha definido la Franja como "uno de los sitios más peligrosos del mundo" donde es prácticamente imposible encontrar refugio.

Así mismo, desde que comenzó la guerra las fuerzas de seguridad israelíes han incrementado la represión en la Cisjordania ocupada. Este miércoles murieron tres jóvenes, uno de ellos un menor, durante enfrentamientos en varias localidades, lo que eleva a 472 la cifra de palestinos fallecidos este año en este territorio, el más sangriento desde 2002. Otro frente abierto es el del sur del Líbano, ya que el partido-milicia chií Hezbolá (financiado por Irán) bombardea recurrentemente el norte de Israel como respuesta a la situación en Gaza. Este miércoles tanques y artillería israelí atacaron varias posiciones en el Líbano y un avión militar destruyó "infraestructura militar" de Hezbolá.

La ONU trata de forzar un alto el fuego

En estos dos meses de conflicto la vía diplomática ha sufrido constantes reveses, pese a la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos. El intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos ha centrado toda negociación. Durante siete días (del 24 de octubre al 1 de diciembre) se produjo un alto el fuego que permitió la liberación de 110 rehenes capturados por Hamás y 240 reos palestinos. No obstante, las tensiones en el terreno y las acusaciones de Israel a Hamás de incumplir el alto el fuego terminaron por romper la tregua. 

La guerra continuó su curso, algo que ya había advertido el Gobierno de Netanyahu en varias ocasiones, argumentando que tras el regreso de rehenes "seguirían hasta eliminar todo rastro de Hamás". Mientras tratan de conseguir su objetivo, la comunidad internacional alerta de posibles violaciones de derecho humanos. El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, alertó este jueves de que impedir de forma intencionada la asistencia a civiles "puede constituir un crimen de guerra". Por su parte, el alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, dijo a las autoridades israelíes durante su viaje al Estado hebreo que "un horror no justifica otro; no dejéis que la ira os consuma".

Aunque la "legitima defensa" invocada por Netanyahu tras los atentados de Hamás es algo que la mayoría de actores occidentales reconocen, lo cierto es que a medida que avanza la guerra la presión sobre Israel aumenta. Incluso países como Estados Unidos o Alemania, dos países que han mostrado su respaldo incondicional al Gobierno israelí, han mostrado ya su desaprobación ante algunas acciones en Gaza y piden que se ciñan al derecho internacional humanitario.

Este miércoles el propio secretario general de la ONU, António Guterres, ha hecho un llamamiento al presidente del Consejo de Seguridad para que "presione por evitar una catástrofe humana" en Gaza.  Por primera vez desde que está en el cargo, Guterres ha invoca el artículo 99 de la Carta fundacional de la ONU, que establece que el secretario general "puede llamar la atención al Consejo sobre cualquier tema que en su opinión puede amenazar el mantenimiento de la paz y seguridad en el mundo".

Este llamamiento no significa que Israel deba cumplir con la petición de Guterres. Netanyahu continúa firme hacia una toma total de Gaza que acabe con el grupo islamista. Dos meses después, la guerra está más alejada que nunca de una solución diplomática y el conflicto apunta a un empeoramiento de la ya delicada situación humanitaria de la Franja.

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