La Cumbre del Clima de Dubái, la COP28, se ha inaugurado este jueves con un acuerdo "histórico" para crear el llamado Fondo de Pérdidas y Daños al que se comprometieron el año pasado los países industrializados para auxiliar a los más vulnerables, menos responsables del cambio climático y más afectados por él, en forma de catástrofes naturales. En un encuentro que parte con pocas expectativas de lograr un compromiso para reducir emisiones de CO2 o el uso de combustibles fósiles, los 187 miembros de la Conferencia de las Partes han conseguido cerrar un fondo al que, sin embargo, de momento solo se están anunciando contribuciones estatales y no de tipo privado, como quieran entre otros la UE, incluso mediante un impuesto global a las compañías energéticas.
En el primer día de la COP28 que se prolongará hasta el 12 de diciembre, las delegaciones han confirmado el acuerdo preliminar que se alcanzó hace unas semanas para crear un Fondo que está previsto que eche a andar en 2024 y que en sus primeros cuatro años formará parte del Banco Mundial. A partir de entonces, podrá pasar a ser una nueva institución financiera, como querían los más vulnerables en un intento de tener una mayor representación en su consejo de administración.
Las contribuciones serán voluntarias y la COP28 invita a todos los países industrializados a hacer las suyas. El Fondo de Pérdidas y Daños debe estar dotado de un mínimo de 100.000 millones de dólares anuales, cuatro veces menos que las necesidades reales que calculan los países en desarrollo, 400.000 millones, para que las naciones más vulnerables al cambio climático y que, precisamente son las menos responsables de él, puedan afrontar inundaciones o incendios provocados por el calentamiento global.
Según las reglas pactadas este jueves, podrán acceder directamente a él todos los países en desarrollo, con un porcentaje mínimo de asignación para los países menos desarrollados y los pequeños estados insulares en desarrollo.
Aportación pública con la vista en las energéticas
Ya este jueves, algunos países han empezado anunciar las suyas. La UE como bloque aportará al menos 225 millones, donde se incluyen 100 millones ya anunciados por Alemania. Emiratos Árabes Unidos, el controvertido anfitrión de la Cumbre, pondrá otros 100. Otras contribuciones ya anunciadas son las de Reino Unido (40 millones de libras esterlinas y 20 millones más para otros mecanismos de financiación de pérdidas y daños), Estados Unidos (17 millones de dólares) y Japón (10 millones). El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría anunciar una aportación nacional durante su participación este jueves en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno, según apuntan fuentes del Gobierno.
De momento, las aportaciones que se están anunciando son de los países industrializados y no hay noticias de que el sector privado y principalmente compañías tan contaminantes como petroleras o gasistas vayan a ser parte contribuyente.
Países como los que forman la UE acuden a la COP28 con esta intención, la de buscar formas de financiación "nuevas e innovadoras" que impliquen también a compañías como petroleras y gasistas bajo el principio de que "quien contamina paga" y de que no es suficiente lo que puedan hacer para ayudar a los países para adaptarse al calentamiento global al que tanto han contribuido. Esta idea podría desembocar en un impuesto internacional a las energéticas u otras empresas altamente contaminantes como las aerolíneas.
De momento, algo así no está definido, aunque el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, ha indicado en un tuit que "gracias a los esfuerzo de la UE, el fondo está abierto a contribuciones de todas las partes que tengan capacidad para pagar".
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