¿Es seguro tomar Nolotil? ¿Tiene graves efectos secundarios? Las claves para entender qué pasa con este popular analgésico

Nolotil es uno de los analgésicos más vendidos en España, donde se comercializa desde 1969. Se receta para tratar el dolor y, en general, suele ser bien tolerado.
Nolotil es uno de los analgésicos más vendidos en España, donde se comercializa desde 1969. Se receta para tratar el dolor y, en general, suele ser bien tolerado.
Nolotil es uno de los analgésicos más vendidos en España, donde se comercializa desde 1969. Se receta para tratar el dolor y, en general, suele ser bien tolerado.
Nolotil. a examen.
Carlos G. Kindelán - ATLAS

Nolotil es uno de los analgésicos más vendidos en España, donde se comercializa desde 1969. Se receta para tratar el dolor y, en general, suele ser bien tolerado. Sin embargo, la -limitada- evidencia científica que existe al respecto sugiere que la población del norte de Europa presentaría mayor riesgo de sufrir uno de sus raros pero graves -e incluso mortal- efectos adversos: la agranulocitosis, que consiste en una bajada drástica de las defensas. Después de documentar "al menos 350" casos de personas que se han visto "afectadas por este medicamento sin haber sido advertidas sobre su riesgo", la Asociación de Afectados por Fármacos (ADAF) presentó el pasado mes de noviembre una demanda ante la Audiencia Nacional contra el Ministerio de Sanidad y la Aemps. Y, ahora, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha acordado investigar una posible responsabilidad sanitaria tras recibir la denuncia presentada por el Defensor del Paciente. Pero, ¿qué pasa con Nolotil? ¿Se puede seguir usando?

El responsable del área del medicamento del Consejo General de Farmacéuticos, Iván Espada, explica a 20minutos que Nolotil, cuyo principio activo es el metamizol, "es un medicamento que ha pasado todos los controles de eficacia, de seguridad y de calidad que establece la Agencia Española de Medicamentos" y, por tanto, "utilizado en las condiciones de uso que están establecidas por la Aemps, es eficaz y seguro". La agranulocitosis es un efecto adverso calificado de "muy raro" y que "se conoce desde hace ya muchos años".

El Ministerio de Sanidad ha subrayado este jueves que la incidencia de agranulocitosis entre los pacientes que inician tratamiento con metamizol "es muy baja, en el rango de uno a diez casos por millón de personas usuarias". Además, señala que "no existen nuevos hallazgos que cambien el perfil del riesgo de agranulocitosis ya conocido para metamizol".

De hecho, la Aemps emitió una nota informativa en 2018 sobre el riesgo de agranulocitosis por consumo de metamizol con motivo de la notificación al Sistema Español de Farmacovigilancia de casos de este efecto adverso, particularmente en pacientes de origen británico. Ya entonces, "se concluyó que el número de casos notificados en los últimos años se había incrementado paralelamente al aumento del consumo de este analgésico. Sin embargo, con los datos disponibles, no era posible calcular la incidencia de agranulocitosis en pacientes expuestos a metamizol", afirman desde el Ministerio de Sanidad

El pasado mes de noviembre, el departamento dirigido por Mónica García anunció que había vuelto a revisar la información disponible hasta la fecha y concluyó que se reafirmaba en lo que ya recomendaba en 2018 sobre este medicamento sujeto a prescripción médica, del que "no existe nueva información que cambie el perfil de este riesgo ya conocido". Desde 2018, Sanidad aconseja a los sanitarios recetarlo "solo para tratamientos de corta duración a las dosis mínimas eficaces, vigilando la aparición de sintomatología indicativa de agranulocitosis". Entre otras cosas, también instaba a realizar seguimiento de los pacientes a los que se prescribiera este fármaco y buscar alternativas para la población "flotante", como por ejemplo los turistas, por ser personas a las que no se les puede realizar seguimiento.

Hasta la fecha no se ha logrado constatar con rotundidad por qué hay ciertas personas en las que el metazinol causa agranulocitosis. Según la escasa literatura científica disponible, los habitantes del norte de Europa podrían presentar mayor riesgo de sufrir agranulocitosis, pero "con la información disponible no se puede ni descartar ni confirmar un mayor riesgo en poblaciones con características étnicas específicas", afirmaba la Aemps en su nota de 2018. 

"La farmacogenética no tiene resueltos todos los medicamentos y este es uno que no se conoce con exactitud. Algunos genes están implicados, pero no con un nivel de evidencia muy elevado porque asociar un determinado gen a la respuesta a un determinado fármaco supone pasar del mundo molecular al macroscópico y ahí hay muchas capas intermedias. Es difícil establecer una relación directa", explica a este periódico el profesor emérito de la Universitat de València y especialista en farmacogenética, Salvador Aliño. Según un reciente estudio citado por el profesor de Farmacología de la Universidad San Jorge, Víctor López, en un artículo publicado en The Conversation, los genes NAT2, CYP2C9 y CYP2C19 podrían tener cierta implicación. Para Aliño, "no es seguro que vayan a ser los responsables y se pueda prevenir". 

Espada apunta que Nolotil "suele ser bien tolerado y, en la mayoría de las ocasiones, sus reacciones adversas suelen ser leves". Sin embargo, "es cierto que puede dar lugar a dos reacciones adversas importantes y potencialmente graves, que son fenómenos de reacciones alérgicas y la agranulocitosis de la que se está hablando ahora. Se desconoce por qué el metamizol da lugar a estos fenómenos de agranulocitosis. Parece que detrás hay también un mecanismo de tipo inmunológico por el cual vamos a defendernos frente a nosotros mismos destruyendo nuestros granulocitos (un tipo de glóbulos blancos). Se desconoce también un poco el saber quién tiene más riesgo de esta agranulocitosis, porque los riesgos no son iguales para todas las personas"

Entonces, ¿qué grupos de población tienen mayor riesgo? Según expone el directivo del Consejo General de Farmacéuticos, "se ha visto que en personas de edad avanzada puede ser más habitual, si bien no hay una relación de causalidad directa. Y también en personas en tratamientos a dosis altas o durante mucho tiempo. Además, parece que existe mayor probabilidad en personas de origen nórdico, del norte de Europa, británicos y escandinavos. Se desconoce por qué esta población puede tener mayor riesgo. Posiblemente, pueda deberse a un componente genético. Tenemos que entender que a pesar de que todos somos seres humanos, nuestros genes determinan cómo respondemos a los medicamentos". 

"Cada uno de nosotros tenemos un componente genético diferente que afecta tanto a los efectos como a las relaciones adversas de los medicamentos. Y, por otra parte, no todos metabolizamos los medicamentos igual, y los efectos de una misma dosis de un mismo medicamento no tiene por qué actuar de forma similar en dos personas distintas", abunda.

Solo con receta médica

El metamizol, además de aliviar el dolor, también es antiinflamatorio y espasmolítico, útiles ante cólicos. El problema puede surgir cuando se emplean sobrantes de prescripciones anteriores como si se tratara de un ibuprofeno o un paracetamol. Aliño recomienda no tomar Nolotil "si no es necesario" y buscar alternativas para un uso espontáneo. "Mucha gente lo toma porque dice 'a mí me va muy bien'. Oye, no lo tengas en tu casa como recurso, búscate otro disponible", afirma. Cuando lo prescriba el médico, indica que ha de ser "por corta duración" y "vigilando al paciente". Y, "al mínimo síntoma, como ronchas o hinchazón de labios, cualquier síntoma de malestar general, parar inmediatamente".

Los síntomas a los que hay que estar atento son los de cualquier infección: "Malestar general, fiebre o escalofríos, úlceras bucales, de pupitas que aparecen en la mucosa de la boca y que indican que nuestras defensas se están viendo afectadas", abunda Espada, que también insta a, en tal caso, suspender el tratamiento y consultar con un sanitario.

Mucha gente lo toma porque dice 'a mí me va muy bien'. Oye, no lo tengas en tu casa como recurso, búscate otro disponible", aconseja el experto en farmacogenética Salvador Aliño

Lo que establece si un medicamento se puede utilizar o no es la evaluación del balance riesgo-beneficios. Espada pone un ejemplo: "Un medicamento que produce caída de pelo, para tratar una gripe, el beneficio no supera el riesgo, pero tratar un cáncer, sí". En este sentido, Aliño añade que los balances riesgo-beneficio van evolucionando a medida que se adquieren mayores niveles de evidencia, y recuerda que "hace años se daba aspirina a los niños con fiebre, y ahora ya no se asume ese riesgo". 

Metamizol está autorizado en España en unas condiciones concretas, pero en otros casi 40 países está prohibido. Entre ellos, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Australia o Japón. Espada aclara que cada país es quien toma la decisión de aprobar o no un medicamento en función de los riesgos y beneficios para su población. "Los riesgos en la población británica no son los mismos que en la población española. También podemos encontrar medicamentos aprobados allí y prohibidos aquí", concluye.

La Aemps ha confirmado que la incidencia de agranulocitosis entre los pacientes que inician tratamiento con metamizol es "muy baja, en el rango de 1 a 10 casos por millón de personas usuarias", según los datos preliminares de una nueva revisión de las incidencias notificadas hasta la fecha y los estudios disponibles, y asevera que seguirá evaluando el balance beneficio-riesgo de metamizol, tal y como hace con todos los medicamentos.

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