El PP se toma las elecciones europeas como el primer plebiscito sobre Sánchez y la amnistía

Feijóo y Weber, en Barcelona.
Feijóo y Weber, en Barcelona.
EFE
Feijóo y Weber, en Barcelona.

El PP no descansa. Atrás ha quedado la victoria pero al mismo tiempo derrota (sí, en política eso puede pasar) del 23-J y en Génova ya miran a junio de 2024, con las elecciones europeas como una nueva oportunidad y un primer plebiscito para Pedro Sánchez después de poner en marcha la ley de amnistía a los independentistas. Alberto Núñez Feijóo ya empieza a activar toda la maquinaria y no solo lo hace a nivel nacional, sino que busca el respaldo de sus 'colegas' europeos, liderados por Manfred Weber. Los conservadores creen que el escenario les favorece.

"Somos previsibles porque nunca hemos cambiado, defendemos lo mismo, desde siempre, en todos los rincones de Europa. El Estado de derecho lo defendemos siempre, y ya lo hicimos en 2019 cuando se presentaba un fugado de la justicia", explicó hace semanas la portavoz del PP en el Parlamento Europeo y vicepresidenta del PPE, Dolors Montserrat, en una entrevista con 20minutos. Y ese va a ser un gran bastión para los populares: la defensa del Estado de Derecho en España y el rechazo de plano a la amnistía a Carles Puigdemont y compañía.

En este sentido, el Partido Popular va cumpliendo algunos de sus objetivos: el primero, elevar el asunto a la UE, no solo a través de la Comisión Europea; también con un debate en la Eurocámara que al menos sirvió para "avisar" de lo que está "sucediendo en España", repiten fuentes consultadas por este medio. "Los demócratas tenemos que estar unidos en defensa de nuestra libertad. Esto no es una cosa solo del PP. El objetivo es parar este atropello", explicó por su parte la propia Montserrat. Feijóo, de hecho, tiene claro que esa es la hoja a seguir y Weber aprueba sus planes, tal como se vio también en el Parlamento Europeo, donde el alemán defendió a su 'pupilo' español como quien va a "recuperar la credibilidad de España" cuando Sánchez deje de ser presidente del Gobierno.

Y es que el PPE se ha subido a una ola de buenos resultados electorales, más allá de que en España el líder gallego no haya podido formar Gobierno. No obstante, la vuelta al poder de Donald Tusk en Polonia, la victoria en Luxemburgo y los nuevos Ejecutivos en Suecia y Finlandia respaldan a los conservadores de cara al futuro, y un buen resultado en las europeas les permitirían incluso poder elegir 'bando' en el futuro Parlamento Europeo. 

¿Cómo? Decidiendo si volver a armar la mayoría que sostiene a la actual Comisión Europea, formada por populares, socialdemócratas y liberales; o bien con una apuesta más arriesgada como sería una sociedad con la derecha radical. Esa fórmula última de hecho no le suena mal a Weber, que ha intensificado los contactos con la líder de ECR, Giorgia Meloni.

Montserrat no se atreve a hablar de nuevas mayorías "hasta no saber lo que vota la gente", pero ha marcado más distancias que nunca con el PSOE. "Siempre pongo el mismo ejemplo: el PPE estuvimos unidos con los socialdemócratas para levantar la inmunidad de Puigdemont, y lo conseguimos", recordó. Ahora el gran problema para la exministra de Sanidad es que el PSOE "se ha sentado en la sede del Parlamento con un fugado de la justicia y le ha comprado todo el relato". 

Podemos decir que aquí en Europa el PSOE ya no existe

"Le han comprado el poder romper el Estado de derecho. Podemos decir que aquí en Europa el PSOE ya no existe, ha desaparecido. Hemos llegado al punto en el que la gobernabilidad de España va a depender de un fugado y de acuerdos que se tendrán que pactar mensualmente fuera de España, con cuatro verificadores como si España no fuera una democracia", recalcó, dejando en el aire una reedición de la mayoría que sostiene a Ursula von der Leyen.

Y es que se puede hacer, en ese mapa, una lectura puramente política de los movimientos que haga el PP. En el fondo, tendrá que elegir: la suma Von der Leyen o los postulados de Weber, en una familia dividida en dos desde el año 2019. Entonces el actual líder del PPE aspiraba con fuerza a presidir la Comisión Europea, pero se encontró con una triple pinza hecha por España, Francia y la propia Alemania, que acabaron apostando por la exministra de Defensa durante los mandatos de Angela Merkel. Weber no olvida, y por eso a él no le salen los números a tres bandas en la clásica mayoría europeísta de la Eurocámara. El PP, de momento, no se ha mojado abiertamente.

Hay además un factor importante en términos de liderazgo para Feijóo. El PPE está remontando electoralmente, sí, pero al mismo tiempo carece de cabezas visibles potentes más allá de la propia Von der Leyen o de la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, que salvo sorpresa mayúscula también seguirá en su cargo, tal como han confirmado fuentes comunitarias a este medio. Los éxitos del PP en España lanzarán a su líder a la esfera europea como un nombre fiable de presente y de futuro, sobre todo porque además es un político hecho a partir de mayorías absolutas en Galicia. Por eso las europeas de junio son una prueba a diferentes niveles: para el PP frente a Sánchez, para el PPE con la idea de consolidar su tendencia alcista y para Feijóo en términos de confianza continental.

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