¿Por qué hay personas que nos dan mala sensación sin conocerlas?

Ayudarte de un compañero para poner en práctica el 'test del habla' es una forma sencilla de medir la intensidad de tu ejercicio.
Realmente no es que nos movamos por 'energías', es puro condicionamiento.
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Ayudarte de un compañero para poner en práctica el 'test del habla' es una forma sencilla de medir la intensidad de tu ejercicio.

Las primeras impresiones son caprichosas. Nuestro cerebro juzga a los demás, de forma irremediablemente involuntaria, en base a todo un sistema de creencias y experiencias pasadas que nos influyen en cuanto conocemos a alguien, por su simple apariencia, su mirada, su forma de hablar. En origen, a nuestro cerebro, este procedimiento le era muy útil para sobrevivir y en poco segundos ser capaz de dictaminar, de valorar rápidamente, si un nuevo estímulo era peligroso o no. Este registro se nos ha quedado grabado a fuego y nos gusta tener siempre respuestas, certezas, control sobre el ambiente.

Las primeras impresiones son utilizadas por el cerebro para generar señales de alerta a partir de experiencias aprendidas

¿Qué es lo que sucede cuando conocemos a alguien y sentimos malas vibraciones? Nuestra conducta y realidad siguen a veces unas leyes predeterminadas, instintivas. Nuestra historia de aprendizaje nos moldea y nos va haciendo funcionar de una manera concreta. Este proceso es constante y ocurre sin darnos cuenta. Nuestro cerebro no para de realizar asociaciones y va condicionando cosas, objetos, lugares, rostros, gestos, a sensaciones y emociones específicas. 

Adquirimos un significado muy particular de las cosas, lejos de su definición oficial. Una simple caracola puede evocar nuestra infancia y sentir una felicidad inmensa, o por el contrario, puede provocarnos una nostalgia y tristeza terribles por no haber pisado el mar en nuestra niñez.

Todo a nuestro alrededor adquiere un significado subjetivo y así se van configurando los prejuicios y esas 'primeras sensaciones'. Puede que no conozcamos de nada a alguien pero que haya en él algún elemento que inconscientemente nos recuerde a otra persona y nos despierta ese mismo sentimiento, a veces positivo y otras no tanto.

Puede ser un rasgo físico o de personalidad, una postura, un gesto, la risa, la voz, el tipo de ropa, el cabello, la forma de andar, un acento particular... En la etapa adulta, casi nada nos resulta neutro, cualquier detalle está ya condicionado y nos recuerda a otros estímulos similares o emociones.

Aunque muchos prefieren llamarlo intuición, la realidad es que las primeras impresiones son un rasgo evolutivo, pues son utilizadas por el cerebro para generar señales de alerta a partir de experiencias aprendidas.

Siento desvelar que no hay nada de mágico o sobrenatural en ello,  nuestro feeling tiene una sólida y estudiada base en nuestras experiencias pasadas; el condicionamiento clásico, operante, las generalizaciones, etc, hacen el resto.

Es imposible dejar a un lado los juicio, pero al menos ahora somos conscientes de que las primeras impresiones no son muy confiables y que conocer en profundidad a una persona lleva mucho más tiempo que algunas milésimas de segundo. Seguro que merece la pena indagar un poco más y ofrecer más oportunidades.

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