Alrededor del 20% de los adultos en el mundo sufren insomnio severo. Cuando hablamos de salud, el sueño es tan vital como una alimentación adecuada o el ejercicio físico. La carencia de sueño es sinónimo de enfermedad, debilita nuestro sistema inmune, favorece el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer, la diabetes, la hipertensión o la depresión, merma las capacidades cognitivas y el rendimiento.
A nivel psicológico, el sueño tiene vínculos con la inteligencia emocional y social de las personas. Al no dormir lo suficiente, existen más posibilidades de tener problemas para reconocer las emociones y las expresiones de los demás.
Por ejemplo, un estudio publicado en Journal of Sleep Research demostró que la empatía emocional de una persona disminuye cuando no duerme lo suficiente.
El ritmo de vida, el estrés, las preocupaciones, la sobreestimulación están influyendo en nuestro descanso y es importante que, si esto no ocurre de forma natural, 'nos esforcemos' por mejorar la calidad de nuestro sueño.
Una de las investigadoras mas relevantes sobre los efectos de la luz en el ser humano es la Dra. Mariana Figueiro, experta del Centro de Investigación de la Luz del Instituto Politécnico Rensselaer - Nueva York.
"Desde que habitamos la Tierra, la luz ha afectado nuestras funciones biológicas. Pero nuestro entendimiento de qué tipo de luz tiene mayor impacto o cómo lo hace es muy reciente aun". Afirmó para la BBC.
Figueiro demostró en uno de sus estudios que apenas dos horas de uso de un dispositivo electrónico eran suficientes para suprimir la producción normal de melatonina. "Segregamos esta hormona en condiciones de oscuridad. La melatonina le dice a nuestro cuerpo que es hora de bajar el ritmo y de ir a dormir".
La experta recomienda activar la función 'protector de vista' que aparece en la mayoría de los móviles de hoy, activan un filtro anaranjado que bloquea la luz azul, minimizando el impacto en el sistema circadiano; también se pueden configurar las pantallas hacia la gama más cálida, huyendo de las tonalidades frías.
Además, hay estudios que han demostrado que la luz roja (tiene una longitud de onda más larga) disminuye la fatiga visual y genera un efecto relajante en el cerebro, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad, lo que a su vez facilita el sueño, ya que la luz roja no interfiere con la producción de melatonina, por tanto es ideal para usar antes de dormir.
Otra opción a considerar muy sencilla y accesible es el uso de velas para iluminar la estancia hacia la noche, manteniendo así un entorno tranquilo, reduciendo la exposición a la luz artificial de manera progresiva y favoreciendo a la relajación visual y sensitiva.
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