Comencemos hablando de los Premios Talía, otorgados por primera vez este año. ¿Qué supusieron para la Academia de las Artes Escénicas?Llevábamos tiempo trabajando en ello con las anteriores juntas directivas, sobre todo la de Jesús Cimarro, pero la pandemia paralizó todo. La Academia es una institución absolutamente independiente, y desde esa independencia, hemos conseguido que el Ayuntamiento de Madrid, ahora con Marta Rivera de la Cruz, está volcado. Mariano de Paco, que además fue gerente de la Academia y la conoce perfectamente, desde la Comunidad de Madrid, también lo está. La relación con Joan Francés Marco, al frente del INAEM, también es estupenda. Realmente es el único sitio donde las ideologías se paran y las instituciones consiguen darse la mano por las AAEE. Los Premios Talía son oficiales y en esta legislatura lo hemos podido poner en pie, gracias también a 'partner' como Iberia, ONCE, CaixaBank, sin quienes habría sido imposible

¿En 2024 también se celebrarán en el Teatro Español?Vamos a repetir fórmula en el Teatro Español, porque salió muy bien. Serán el 22 de abril de 2024. TVE necesita tiempo para ensayar y hay que parar una semana entera el Español, algo que en el Teatro Real no sería posible, por ejemplo. Vamos a extender de nuevo esa alfombra roja que iba de Calderón de la Barca a Lorca, en la Plaza de Santa Ana. Además hemos trabajado en los estatutos y subsanando algunos errores que pudieron cometerse el año pasado. Se va a ajustar el funcionamiento de los grupos de trabajo y los jurados, para que no reciban presión de ningún tipo. Contaremos además con ayuda del Ayuntamiento de Madrid, porque sacaremos durante una semana entera los Premios Talía a la calle. Al día siguiente, el 23 de abril, es el Día del Libro y vamos a unir fuerzas porque todo tiene que ver.

Además el glamour no está reñido con la excelencia.¡Es bonito lucir vestidos largos y peinados maravillosos! Ponernos guapos para aplaudir a los que lo han hecho bien y han aportado cosas. Se trata de celebrar los grandes trabajos que nos han hecho reír, o levantar el vuelo del alma con la danza, el circo, la zarzuela o la ópera. Al día siguiente, te quitas el tacón y el vestido, y vuelves a los problemas, a seguir ensayando.

¿Cuáles son las líneas de acción previstas por la Academia para el futuro?Tenemos de todo. Seguimos trabajando por el cambio social y la inclusión, siempre activos a favor del colectivo LGTBI y para tumbar los estigmas de raza. Francia, EEUU e Inglaterra van por delante, pero la Academia debe ser ejemplarizante. Hemos llevado las Artes Escénicas a las residencias de mayores, gracias a un acuerdo con las Residencias Ballesol. También hemos firmado convenios internacionales, para tender puentes, intercambiar y retroalimentarnos con ciudades como Londres o Buenos Aires.

La Academia está haciendo un esfuerzo por trabajar con transparencia, ¿no es así?Hay transparencia completa porque no hay nada que ocultar. Una cosa que nos libera es que aquí nadie cobra nada, excepto cuatro técnicos. Yo lo único que hago es ofrecer mi tiempo por pura vocación, y si me equivoco es porque estoy aplicando mi criterio. No cobro ni por subir a presentar los Talía, que sería una labor diferente a mi presidencia.

¿De qué modo la Academia puede implicarse en el ámbito educativo?Hay un grupo de trabajo por la Educación. Obviamente, el Ministerio de Cultura tiene en cuenta nuestras opiniones a través de ese grupo de trabajo. De hecho, colaboramos en la elaboración de la Ley de Enseñanzas Artísticas. Fueron miles de horas de debate, pero tiene que volver a retomarse porque se paró cuando acabó la Legislatura anterior. 

¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta como presidenta?El reto principal eran los Premios Talía, y aún sigue siéndolo porque tienen que enraizarse. Que sean un modo de dignificar y poner el valor la importancia de nuestras artes escénicas, para que cuando yo abandone la presidencia estén maduros y pueda dormir tranquila. Otro reto sería conseguir una sede para la Academia donde se pueda reunir la gente de la institución y generar encuentros. ¡Odio los email! Estoy deseando tener esa sede para mirarnos a los ojos y hablar, porque es lo que hace que nazcan proyectos. Va a tardar porque implica una obra de rehabilitación en un edificio de la calle Embajadores. Hasta que eso ocurra va a buscarse una sede temporal, que nos la cedería el Ministerio de Cultura.
Un tercer reto sería poner en marcha un congreso, porque la reflexión y el debate son fundamentales. Será en Otoño de 2024, fuera de la Comunidad de Madrid, contando con los mejores profesionales nacionales e internacionales, para debatir sobre las Artes Escénicas y reflejar el momento socio-económico-cultural de nuestro país. Igual que el cine de Berlanga, Saura o Erice, desde el escenario se cuenta una etapa de la historia de España. Las Artes Escénicas son insustituibles mientras haya una palabra y un actor la pronuncie, o unas notas musicales y alguien que las baile. El escenario le da otro vuelo a la vida. No sólo estamos para pagar el alquiler de la casa, sino para ser felices y disfrutar.

El teatro musical se está afianzando en nuestro país como referente. ¿Qué supone para las profesiones artísticas?Absolutamente. Tengo que reconocer lo que está haciendo Antonio Banderas, aportando de su bolsillo. ¡Es alucinante! Además no quiere estar en el frente y se enfadará porque lo cuento, pero lo hace por vocación. A Banderas, a su hermano y a Aurora Rosales, que dirige el Teatro del Soho en Málaga, hay que decirles ¡Bravo! Cuando murió mi padre, la corona de flores más grande fue la de Banderas. Este señor es nuestro y es un tipo que está aportando mucho a las Artes Escénicas, con musicales como Company o El fantasma de la ópera.

¿El teatro infantil también merecería un reconocimiento a través de una categoría de premios?Estamos en ello porque una de las medallas se va a otorgar es al Teatro Sanpol, pero no podemos añadir más premios a los Talía porque no pueden ser eternos. Los monologuistas también deberían estar, y tenemos como académico a Carlos Latre. Igual que el circo, que merece un premio de interpretación, además de al mejor espectáculo.

¿Para cuándo una Compañía estable de ballet clásico en España?Es cierto. Nacho Duato lo está intentando a través de su academia, pero tiene que haber una compañía de danza clásica y otra de danza contemporánea, con sueldos dignos.

¿Cuál es la fórmula para que el teatro privado tenga ayuda de la Administración, sin que esto coarte la libertad de creación?El teatro privado requiere apoyo como cualquier otro negocio, como una farmacia o un hospital privado. Se habla siempre de las Artes Escénicas como si estuviéramos mendigando, pero no hay que olvidar que generan el 4% del PIB, muchos puestos de trabajo y dan de comer a muchas familias.

¿Cómo llegó a plantearse presidir la Academia?Me tantearon y fueron a tocarme el corazón, porque este es el legado de mis padres, lo que ellos intentaron toda la vida: dignificar y poner en valor la profesión. Vi que en un cargo institucional podría tener capacidad de gestión cultural de una manera real y efectiva. Además, solo por ver lo orgullosa que está mi madre merece la pena. Mis padres han sido mucho. Han estrenado a autores prohibidos en plena dictadura y ayudaron a que este país respirara, reflexionara y caminara hacia una democracia. Era una generación de actores de un activismo cultural muy comprometido. Yo he heredado ese compromiso y eso me ha llevado a poder estar hoy hablando contigo, para que escribas estas palabras y otros las lean. Es también una forma de dignificar a nuestros profesionales, porque parte del problema está en el desconocimiento profundo de lo que realmente son las gentes de las Artes Escénicas. Agradezco mucho a los medios que estéis ahí, que lo contéis con rigor. Somos un equipo.

¿Cómo afecta esta labor a su profesión de actriz?Afecta mucho porque quita tiempo y es un cargo altruista, sin remuneración. Le quito horas al sueño.

¿No cree que debería estar remunerado, dado el esfuerzo que supone?Yo no quiero recibir nada. Es mi aportación a lo que da sentido a mi vida y a la de mi familia, y lo hago con todo el amor del mundo. Cuando hay dinero de por medio todo se vulnera.