• Ofrecido por:

Las dificultades de David Rowlan, y otros británicos con discapacidad para aparcar en España: "Mi marido no es el único afectado"

Carol Rowland, junto a su marido, David, con graves problemas de movilidad a causa del Parkinson.
Carol Rowland, junto a su marido, David, con graves problemas de movilidad a causa del Parkinson.
Cedida
Carol Rowland, junto a su marido, David, con graves problemas de movilidad a causa del Parkinson.

En 31 de enero del año 2020, Reino Unido salió formalmente de la Unión Europea. Desde entonces, millones de ciudadanos, tanto los británicos residentes en alguno de los países de la UE como los europeos residentes en el país británico, han podido verse afectados en algunos aspectos de su vida.

Muchos de estos ámbitos son de gran relevancia, como el de la discapacidad. Este es el caso de la tarjeta de estacionamiento reservado para personas con movilidad reducida. En la actualidad, y desde que en 1998 la UE emitió una recomendación en la que pedía adaptar las legislaciones nacionales, las tarjetas de este tipo que se conceden en cualquier país de la UE tienen validez en cualquiera de los países miembros y, las personas que la tengan pueden viajar por toda la UE con los mismos derechos de ‘aparcamiento’ que los locales.

Desde la salida de Reino Unido, las tarjetas de este tipo expedidas en este país, dejaban de tener validez a nivel europeo. Para no perjudicar a los ciudadanos británicos, el gobierno de este país tuvo, entonces, que negociar país con país para sus tarjetas fueran válidas en otros territorios de la UE.

Tras firmar estos convenios, los británicos con tarjeta de estacionamiento expedida en su país no tienen problemas en países, como Alemania, Irlanda, Holanda o Noruega. En el caso de España, no existe convenio tal cual, sino que se deja en manos de las autoridades locales la posibilidad de poder o no beneficiarse de la tarjera británica.

Carol y David Rowland, que residen en España desde hace siete años, iniciaron una petición en Change.org para que nuestro país, a nivel estatal, homologue la tarjeta británica, como han hecho en otros países, "no entiendo por qué tienen convenios para otras cosas, como los bancos, las tarjetas y con esto, no. Otras ventajas para personas con discapacidad sí las tenemos, no entiendo por qué esto no", cuenta Carol, cuyo marido tiene párkinson y serios problemas de movilidad.

Qué opciones tienen los ciudadanos británicos que visitan nuestro país

España es uno de los destinos turísticos favoritos de los británicos, y no es raro que algunos de ellos hagan uso de la tarjeta de aparcamiento para personas con movilidad reducida. Tanto si es por turismo o por otro motivo, el gobierno de Reino Unido recomiendan que aquellos que visiten nuestro país lleven consigo la tarjeta de aparcamiento reservado expedida en Reino Unido.

Además, les aconseja que se informen sobre si existe algún acuerdo entre la localidad o comunidad autónoma y el estado británico con respecto a la tarjeta de aparcamiento y que lleven siempre consigo, para adjuntar junto a su tarjeta cuando aparquen, el siguiente aviso, que pueden descargar aquí.

El gobierno británica aconseja a sus ciudadanos usuarios de la tarjeta de movilidad que adjunten este documento junto a su tarjeta.
El gobierno británica aconseja a sus ciudadanos usuarios de la tarjeta de movilidad que adjunten este documento junto a su tarjeta.
Cedida

Qué opciones tienen los ciudadanos británicos que residen en nuestro país

Los ciudadanos británicos que residan en nuestro país y que dispongan con anterioridad de la tarjeta de aparcamiento tiene dos opciones: que se informen en su localidad sobre si pueden usar o no su tarjeta o, directamente, solicitar la tarjeta europea en su localidad.

En principio, según se informa en la web del gobierno de España, los residentes en España de manera legal pueden acceder a la tarjeta europea en igualdad de condiciones que los locales. Solo tendrán que presentar, además de la necesidad de la tarjeta o el certificado de empadronamiento, el Número de Identidad de Extranjero (NIE).

Este es el caso de Carol y David Rowland, residentes en España desde hace siete años, pero que, en el momento en que abandonaron Reino unido no necesitaban la tarjeta.

El Brexit les ha pillado en España y ni tienen la tarjeta británica ni, de momento, les conceden la de la UE. Carol y David Decidieron ir a vivir a Alicante cuando los médicos se lo recomendaron por motivos de salud, "buscando el sol y para que pudiera jugar al golf". Con los años, su salud ha empeorado debido al párkinson, la demencia y un síndrome de Pisa que le provoca serios problemas de movilidad, "no puede vestirse, sentarse correctamente, comer solo y tiene que desplazarse en silla de ruedas debido a sus problemas de equilibrio", cuenta su mujer.

Aun así, asegura que le niegan la tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida, "cuando vinimos aquí, ya tenía párkinson, pero no tenía demencia y podía desplazarse por sí mismo, y por eso no disponíamos de la tarjeta, pero ahora ya no puede desplazarse solo y sí la necesita. Tenemos atención sanitaria en La Fe de Valencia, tenemos una tarjeta de discapacidad, pero la tarjeta nos la niegan, dicen que no es necesaria", dice sorprendida, "cuando es una persona que se puede caer en cualquier momento".

Carol ve incongruente que les nieguen la tarjeta y prefieran que se tenga que desplazar en ambulancia, que es mucho más caro para sanidad, cuando ella puede conducir y cuando hay plazas de aparcamiento reservada libre en la puerta del hospital.

Para Carol, buscar aparcamiento durante un largo rato mientras David espera en el hospital solo es inviable. Y ni la demencia ni sus problemas de movilidad les permiten desplazarse largas distancias solos caminando. Él necesita mucho apoyo, y ella tiene ya 66 años y asma: "No podemos hacer nada, yo ya no puedo empujar la silla. Cuando nos movemos en coche no puedo dejar a David en cualquier sitio mientras yo busco sitio para aparcar. Necesitamos usar las plazas de parking para personas con discapacidad", reclama.

No entiendo por qué tienen convenios para otras cosas, como los bancos, las tarjetas... y con esto, no. Pero yo no pido dinero, sólo tener una tarjeta para poder aparcar

Tras pasarse la patata caliente una administración tras otra, lo cierto es que David no dispone de tarjeta, y esto a pesar de que tienen informes de varios médicos que acreditan la necesidad y la urgencia de que David disponga de una tarjeta de aparcamiento debido a sus serios problemas de movilidad. De hecho, ya alertaron de que su riesgo de caída es muy grande, "hace unos meses, y debido a varias caídas peligrosas, los médicos nos recomendaron que David utilizara silla de ruedas en todo momento. Tiempo después, dos neurólogos coincidieron en que debería tener una tarjeta de estacionamiento especial", explica Carol.

"Me consta que mi marido no es el único afectado por esto y por eso creo que lo debemos cambiar", reclama Carol Rowland.

Aunque ellos aún no tengan tarjeta, que es su principal batalla, creen que les facilitaría mucho las cosas, tanto a los británicos con discapacidad residentes aquí, como a los que visitan nuestro país, que España homologara, al igual que ha hecho otros países, la tarjeta británica. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento