El padre del autor de un tiroteo, que acabó con la vida de siete personas el 4 de julio de 2022 en Highland Park (Chicago), se ha declarado culpable de varios delitos por conducta imprudente al firmar la tarjeta de propiedad de armas de su hijo.
El juez ha aceptado el acuerdo de culpabilidad y lo ha condenado a cumplir 60 días de cárcel, 24 meses de libertad condicional y 100 horas de servicio comunitario. Su hijo tenía 21 años cuando perpetró el tiroteo y hacía dos que tenía licencia de armas gracias al permiso que le otorgó su progenitor.
Según la Fiscalía, el padre decidió ayudarle a conseguir la licencia pese a haber expresado públicamente amenazas de muerte y pensamientos suicidas y violentos. El hombre, tras haber aceptado la culpabilidad por varios delitos menores, fue declarado no culpable de otros siete delitos graves que conllevaban penas de prisión, uno por cada fallecido a manos de su hijo.
El juicio contra su hijo se espera que comience el próximo mes de diciembre. El estado de Illinois no contempla la pena de muerte así que, si el sospechoso es hallado culpable, la ley obliga a que la pena sea de cadena perpetua sin posibilidad de acceder a libertad condicional. El joven afronta 117 cargos penales por asesinato en primer grado, tentativa de asesinato y agresión con agravante de arma de fuego.
El joven subió presuntamente a una azotea cercana a un desfile por el Día de la Independencia de EEUU y disparó indiscriminadamente más de 70 veces contra la multitud. La Policía reveló que pasó semanas planeando el tiroteo y que se disfrazó con ropa de mujer para no levantar sospechas durante su huida. Fue detenido horas después del ataque, tras una breve persecución sin incidentes.
Los investigadores confirmaron que el sospechoso compró el arma del tiroteo, un rifle de alto calibre, de manera legal. Además, tenía otras armas de fuego que también había adquirido legalmente y con las que se cree que contempló un segundo ataque que no se produjo.
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