Los 300 fósiles descubiertos por casualidad por una excavadora en la Rioja Alavesa han destapado una guerra violenta situada 5.000 años atrás, según una investigación publicada en Scientific Reports y liderada por Teresa Fernández-Crespo, profesora de la Universidad de Valladolid. Las lesiones que presentaban los cráneos hallados en la que creen que era una fosa común, concluyen que tuvo lugar en la zona un conflicto muy violento y poco usual para esa época. 

En 1985 una máquina excavadora dejó al descubierto accidentalmente restos humanos fosilizados en un camino en la zona alavesa de Laguardia. Ese mismo año se llevaron a cabo las operaciones de extracción y los científicos revelaron un refugio de 20 metros cuadrados que acumulaba los restos humanos de aproximadamente 338 individuos enterrados en "posiciones atípicas" (incluidas posiciones boca abajo y en flexiones antinatural).

Al analizar el lugar, encontraron junto a ellos 52 puntas de flecha, 64 hojas cortantes, dos hachas de piedra pulida y cinco punzones de hueso. Además, en los cráneos fosilizados detectaron traumatismos no cicatrizados (lo que significa que causaron la muerte del que los sufrió)  en hasta 78 individuos. Estas lesiones han sido atribuidas a las armas halladas en el lugar, ya que coinciden en tamaño con la mayoría de las puntas de flecha y hachas.

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Los científicos relatan en el informe que los restos óseos son muy difíciles de dañar con un golpe común y que, con este tipo de impacto, solo se suelen lesionar los tejidos blandos. Incluso en casos de masacres prehistóricas ya estudiadas, el porcentaje de individuos afectados por traumatismos no curados de este tipo rara vez supera el 50%. Por lo que, estos indicios, demuestran que fue un enfrentamiento extremadamente violento. 

Este hallazgo casual ha concluido en que, 78 heridos de los 338 individuos involucrados en la guerra fueron heridos mortalmente, por lo que se demuestra que este período de la prehistoria fue muy peligroso en el territorio de la Península. Estas deducciones han resultado de gran importancia para los investigadores del Neolítico, ya que cuestiona una de sus grandes hipótesis basada en que las guerras de esa etapa histórica eran pequeñas y no involucraban a más de 20 o 30 personas.

La posible causa detrás del conflicto no es clara por el momento, pero los científicos apuestan que las creencias y estilos de vida opuestos fueron la fuente de tensión que desencadenó en la violencia letal. Desafortunadamente, los asentamientos neolíticos y su cultura son prácticamente desconocidos en la región de la Rioja Alavesa.