Llega noviembre y con él la cita con los que ya se han ido. La lluvia intermitente que ha regado buena parte del país y que ha ido en aumento hacia el final de la jornada no ha impedido que los cementerios se llenen de gente y las tumbas de flores en una jornada que ya se preveía que tendría mayor afluencia de lo habitual al caer el festivo en mitad de la semana y no hacer puente.
La principal tradición de esta jornada es visitar los cementerios y los familiares y amigos llevan flores a las tumbas de sus seres queridos, las limpian, rezan por sus almas y les acompañan un rato. No falta quien les cuenta cómo van las cosas en casa desde que se han ido.
En estas fechas, las grandes ciudades españolas refuerzan el servicio de transporte público y se multiplican las ventas de flores. Los floristas saben que es una de las semanas de mayor negocio de todo el año y hacen acopio de existencias.
En Madrid, donde el Ayuntamiento ha ampliado las flotas de autobuses y había desplegado más de 1.800 agentes de la Policía Municipal, se calcula que más de medio millón de personas han acudido a los cementerios, generando largas colas de vehículos en los accesos durante toda la jornada.
Los Servicios Funerarios de Madrid, (SFM) han organizado por sexto año consecutivo su ya tradicional Concierto del Silencio, un homenaje celebrado en el Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena que se ha convertido en una cita indispensable en la programación del 1 de noviembre en la capital.
Barcelona también ha reforzado el servicio de autobuses y había ampliado los horarios de atención al cliente de los cementerios y permitido la instalación de puntos de venta de flores naturales de 8.00 a 18.00 horas en Les Corts solo hasta este miércoles, y en el Poblenou y Sant Andreu, hasta el 5 de noviembre.
El año pasado, en torno a 120.000 personas visitaron los campos santos de la capital condal, alcanzando cifras no vistas desde antes de la pandemia, según Cementiris de Barcelona, la empresa pública municipal que gestiona los cementerios de la ciudad. Este año, como se ha dicho, también se esperaba una mayor afluencia en la capital catalana por la situación del día festivo en medio de la semana.
En Valencia, el Ayuntamiento pidió que se mantuvieran las lápidas secas y se evitara que se derramara de jarrones y macetas así como el uso de esponjas o arena para mantener las flores frescas, todo ello con el objetivo de combatir la proliferación del mosquito tigre.
Sevilla amplió también horarios a los cementerios y, por la mañana, la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla ofreció un concierto extraordinario en la Rotonda del Cristo de las Mieles. Este jueves a las 09.00 horas, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, oficiará una misa en dicha rotonda con motivo de la celebración del Día de los Fieles Difuntos.
Una jornada triste pero también dulce
Tras la visita al cementerio, la costumbre obliga a endulzar las lágrimas pasando por la pastelería. "Según la leyenda, cuando comes un buñuelo se salva un alma", recuerda la cadena madrileña Viena Capellanes.
En la Comunidad de Madrid la venta de buñuelos de viento representa un 80% de las ventas totales de dulces en estas fechas. Su precio este año se sitúa entre los 30 y 45 euros el kilo. El precio de otra de las elaboraciones clásicas de estas fechas, los huesos de santo, oscila entre los 45 y 55 euros kilo.
Los pasteleros madrileños esperaban vender unos 360.000 kilos de dulces tradicionales de Todos los Santos, de los que 270.000 son buñuelos.
En Cataluña, en cambio, el rey de estas festividades es el panellet, pasteles pequeños y formas diversas hechos esencialmente de mazapán e ingredientes que confieren sabores y aromas característicos al producto.
El precio este año se sitúa en unos 60 euros el kilo y el gremio de pasteleros artesanales de esta comunidad autónoma calcula que esta campaña se venderán cerca de 250.000 kilos de panellets, una cifra similar a la del año pasado.
Tecnología y tradición
Valladolid ha estrenado este año un avance tecnológico a una jornada, por lo demás, tan tradicional. El Ayuntamiento ha colocado códigos QR para conocer la situación concreta de una sepultura en los cementerios del Carmen y Contiendas. También se ha podido localizar la sepultura introduciendo los datos del difunto, así como del año de su fallecimiento
Además, desde el Consistorio, se están llevando a cabo ciertas actuaciones como en el cementerio de las contiendas, donde se va a realizar una obra que va a dar lugar a la modificación tanto estructural de las actuales salas como del incremento de las mismas, de seis a ocho sala. Por otro lado, en el mismo lugar se va a crear un espacio, el jardín del reposo, para que las familias, si así lo desean, puedan depositar sus cenizas.
En Murcia, por su parte, se ha podido asistir, un año más, a remotas costumbres relacionadas con esta jornada. Una de estas tradiciones es que se disponga de sábanas limpias para que los difuntos descansen cuando 'vuelvan' a sus hogares ese día. La tradición consiste en limpiar una habitación de la casa y colocar sábanas limpias en las camas "para que las ánimas puedan descansar", por la creencia de que retornan a los que fueron sus hogares, según explica el cronista oficial de Murcia, Antonio Botías.
Además, añade que "en más de un pueblo de la huerta de Murcia se sigue poniendo en práctica este ritual, cuya observancia pasa de padres a hijos". "El supuesto retorno de los difuntos, en algún caso, obedecía a un objetivo más concreto que descansar", destaca Botías, quien añade que "la aparición tenía como objeto revelar a hijos o nietos dónde estaban escondidos los ahorros, o intentar transmitirles que debían hacer algo que el muerto dejó pendiente en vida".
Los cementerios gallegos adelantan su hora de cierre
La anunciada lluvia respetó buena parte de la jornada, pero, por la tarde, ha ido dejando en Galicia las primeras muestras de lo que llegará con más fuerza este jueves el resto del país. Los cementerios gallegos han adelantado su hora de cierre en previsión a los fenómenos adversos de la borrasca Ciarán en toda la comunidad.
Así, el Ayuntamiento de Vigo cerró los cementerios a las 16 horas, dos horas antes de su hora habitual. También han quedado suspendidas todas las actividades de Samaín: en Calvario, Independencia, Príncipe, y Navia. Por su parte, el Ayuntamiento de A Coruña, dada la alerta de viento, ha cerrado el acceso principal al cementerio de San Amaro a las 16.00 horas, aunque las puertas laterales han permanecido abiertas hasta las 19.00 horas.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios