El alza del euríbor empuja la renegociación de hipotecas para cambiar de tipo variable a fijo y esquivar las subidas de las cuotas

Ayuda económica para la hipoteca.
La proporción de préstamos renegociados crece por el cambio de tipo variable a fijo.
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Ayuda económica para la hipoteca.

La escalada del euríbor a lo largo del último año y medio ha redoblado progresivamente la presión sobre el bolsillo de los hipotecados con préstamos a tipo variable. Este escenario ha impulsado a algunos consumidores a convertir sus hipotecas a tipo fijo, buscando así una fórmula para esquivar las subidas anuales consecutivas. El Banco de España achaca estos cambios el repunte en el volumen de renegociaciones de préstamos con las entidades bancarias, aunque la opción vinculada al euríbor ha recuperado en el último año buena parte del terreno perdido frente a las hipotecas fijas, que siguen suponiendo la mayoría de firmas.

La proporción de préstamos de hogares renegociados entre julio de 2022 y junio de 2023 ha crecido más de un 44% respecto al año anterior, según el Informe de estabilidad financiera publicado esta semana por el Banco de España. En concreto, bancos y familias acordaron la modificación de las condiciones del 0,7% del saldo de créditos concedidos desde mediados del año pasado hasta el inicio del segundo semestre de este año, lo que equivale a unos 3.600 millones de euros. 

El alza de más de dos décimas en comparación con el porcentaje registrado hasta mediados del año pasado, cuando las renegociaciones no llegaba a representar un 0,5% del volumen total de créditos en manos de las familias, contrasta con la ralentización en la refinanciación y la reestructuración de préstamos. Es decir, las operaciones para facilitar el pago de la deuda por parte de hogares con dificultades económicas han descendido, frente al repunte en las modificaciones de las condiciones firmadas con el banco por parte de familias sin dificultades financieras reconocidas. En este segundo caso, en cambio, las renovaciones de préstamos también se han reducido.

En concreto, el 0,7% de préstamos renegociados entre julio de 2022 y junio de 2023 supera en más de dos décimas el porcentaje registrado hasta mediados del año pasado y es más del doble del anotado en el año anterior a la pandemia, cuando apenas se modificaron las condiciones del 0,3% de los créditos concedido a familias —aunque entonces predominaban las renovaciones de deuda—. El Banco de España achaca el alza de las renegociaciones a los cambios en las hipotecas de tipo variable a tipo fijo, "apoyados por el contexto reciente de subidas en los tipos de interés".

Subidas por el euríbor

Las sucesivas subidas de los tipos de interés acordadas por el Banco Central Europeo (BCE) —pausadas en la reunión de octubre— han empujado al alza el euríbor, que es la principal referencia utilizara para actualizar las hipotecas variables en España. El indicador ha pasado de arrancar 2022 en negativo a estabilizarse ligeramente por encima del 4,1% en los últimos meses —un nivel que no se alcanzaba desde 2008—, lo cual se ha traducido en subidas a la hora de revisar las cuotas mensuales. Por ejemplo, octubre ha cerrado con el euríbor en una media del 4,16%, más de 1,5 puntos por encima del 2,629% registrado hace un año, por lo que quienes actualicen su cuota mensual con el euríbor de octubre tendrán que hacer frente a una subida. 

Una hipoteca promedio de 150.000 euros a 30 años con un diferencial de 0,99% se enfrentará así a un encarecimiento en la mensualidad de unos 120 euros —1.440 euros más al año—. Esta subida se suma a la ya producida tras la revisión de 2022, cuando el euríbor estaba inmerso en plena escalada. Las cuotas mensuales de esa misma hipoteca promedio ya se encarecieron en el décimo mes del año pasado en unos 225 euros mensuales, lo que supone un alza mensual acumulado de cerca de 350 euros en dos años. Estos encarecimientos consecutivos son los que, según el Banco de España, habrían impulsado la conversión de hipotecas a tipo fijo, de manera que la letra mensual no esté sujeta a revisiones.

Además, la institución encabezada por Pablo Hernández de Cos también asocia el repunte de las renegociaciones a la reducción de los costes asociados a la conversión de hipotecas de tipo variable a fijo, que fue una de las iniciativas adoptadas dentro del paquete de medidas aprobadas por el Gobierno a finales de noviembre de 2022 para aliviar la carga hipotecaria de las familias vulnerables. El Banco de España apunta a que el aumento de la renegociación de hipotecas era precisamente el "efecto esperado" de dicha iniciativa. 

Lejos del boom de la pandemia

Sin embargo, pese al repunte en la conversión de préstamos de tipo variable a fijo entre julio de 2022 y junio de 2023, el volumen de renegociaciones se mantiene lejos de las cifras anotadas en 2020, cuando hogares y bancos acordaron la modificación de las condiciones del 1,5% del saldo de créditos hipotecarios. Por aquel entonces, el parón económico provocado por la pandemia recrudeció la situación de muchas familias y disparó las novaciones, es decir, el cambio de condiciones en los préstamos hipotecarios. 

Según los datos del INE, entre marzo de 2020 y el mismo mes de 2021 este tipo de modificaciones se multiplicaron por ocho, pasando de registrarse 2.448 en el tercer mes de 2020 a 21.570 un año después, una cifra no vista desde 2010. En el último año, las novaciones se han estabilizado en torno a las 8.000 mensuales, a las que se suman las subrogaciones —el cambio de una entidad financiera a otra—. En junio, por ejemplo, se subrogaron 2.038 hipotecas y otras 8.633 fueron renegociadas dentro del mismo banco.

El tipo variable recupera fuerza

Pese a los cambios en hipotecas ya suscritas, el tipo variable ha ganado terreno en el último año. La proporción de préstamos ligados al euríbor ha pasado de representar el 24,8% del total de créditos hipotecarios concedidos para la compra de vivienda en julio de 2022 al 42,2% doce meses después. De este modo, el tipo variable está recuperando la pujanza perdida en 2021, cuando pasó de ser la opción preferida por la mayoría de españoles hasta diciembre de 2020 a tocar suelo en abril del año pasado, cuando solo una de cada cuatro hipotecas se firmaban a tipo variable. La escasez de ofertas atractivas a tipo fijo ha cambiado la tendencia.

No obstante, las hipotecas fijas sigue siendo las que más se suscriben en España. Según los datos del INE, en agosto —último mes para el que hay datos disponibles— estas representaron el 57,9% de las firmas, con un tipo de interés medio que creció por séptimo mes consecutivo hasta el 3,54%. En los préstamos variables, en cambio, el tipo medio persiste más bajo. En agosto descendió ligeramente al 2,89% y no ha llegado a superar el 3%.

El BCE acordó su primera pausa en algo más de un año de endurecimiento en la política monetaria la semana pasada en su reunión de octubre, después de haber acordado diez subidas consecutivas que han situado los tipos de interés en la eurozona en una cota sin precedentes del 4,5%. El parón de la autoridad monetaria rebaja la presión sobre el euríbor, que en los últimos meses se ha estabilizado y se resiste a sobrepasar el umbral del 4,2%, aunque el efecto no será inmediato. 

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