La Airef estima que la economía española crecerá un 1,7% el año que viene. Un avance del PIB que situaría a España por tercer año consecutivo entre las economías avanzadas con mejores resultados, pero que queda por debajo de los augurios del Gobierno, que eleva esa cifra al 2%. Así lo ha comunicado este jueves la Autoridad Fiscal, el organismo independiente encargado de vigilar las finanzas públicas españolas.

Ante la inminente vuelta de la disciplina fiscal europea en 2024, la Airef insta al Ejecutivo a que prepare un ajuste presupuestario para garantizar que la deuda pública se reduce en los próximos años. En concreto, el vigilante fiscal independiente propone un ajuste anual de 0,64 puntos de PIB (9.500 millones de euros al año y 39.000 millones en todo el periodo) entre 2025 y 2028. De esta forma, España podría reducir su deuda pública por debajo del 80% del PIB en la década de los 40.

El vigilante fiscal ha presentado su informe sobre las Líneas Fundamentales de los Presupuestos de las Administraciones Públicas, en el que analiza los proyectos presupuestarios de todas las administraciones del país. En esta ocasión, el documento queda algo descafeinado al no haberse presentado proyecto de Presupuestos Generales del Estado por estar el Gobierno en funciones. Un contexto de incertidumbre institucional, que se añade también a los nubarrones económicos en la eurozona y a la ausencia de un marco claro de reglas fiscales europeas, cuya reforma todavía no termina de definirse.

La OCDE recomienda a España eliminar ya las medidas de apoyo anticrisis, subir el IVA y un ajuste fiscal para reducir la deuda

En lo que respecta al crecimiento de la economía, la Airef señala que España ha resistido mejor que la mayoría de países europeos en 2022 y 2023 al haber estado menos expuesta a los problemas en las cadenas de suministro mundiales, la crisis energética y el debilitamiento de China. Para el año en curso, la Autoridad Fiscal espera un crecimiento del PIB del 2,3%, uno de los más elevados de la eurozona.

Sin embargo, el país tendrá difícil escapar a la ralentización que se está produciendo en Europa. Una debilidad que se nota ya en la segunda mitad del año. La autoridad fiscal cree que en el tercer trimestre el PIB avanzará apenas un 0,1%, mientras que en el cuarto lo hará un 0,2%. Unos datos que dibujan una situación de estancamiento, que en principio debería ir remitiendo en 2024.

El año que viene, el efecto de las fuertes subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), la menor confianza de empresas y hogares y la debilidad de la eurozona lastrarán el crecimiento. No obstante, el 1,7% que vaticina la Airef en 2024 sería suficiente para que España sea, de nuevo, de las economías europeas que más crezca el año que viene. 

Con estas cifras en la mano, la Autoridad Fiscal avaló el escenario macroeconómico presentado por el Gobierno el pasado 16 de octubre en el que se prevé un crecimiento de la economía del 2% en 2024. No obstante, la Autoridad Fiscal advierte de que algunos de los planteamientos del Gobierno pueden pecar de cierto optimismo. Sobre todo en lo que respecta al crecimiento del consumo y la inversión, que la Airef ve más moderados por el impacto que tendrá en hogares y empresas los elevados tipos de interés oficiales todavía en 2024.

En lo que respecta a la inflación, la Airef prevé que 2023 cierre con un repunte de los precios del consumo del 3,9%, que se mantendrá prácticamente inalterada el año que viene (4%). La reducción de la inflación, señalan, se apoya principalmente en sus componentes más volátiles, mientras que el índice subyacente muestra cierta persistencia.

Las medidas anticrisis son incompatibles con el déficit

La Autoridad Fiscal ve viable el objetivo del Gobierno de reducir el déficit público al 3% del PIB el año que viene, lo que permitiría a España cumplir con unas reglas fiscales europeas que volverán a estar en vigor tras cuatro años de suspensión. Sin embargo, advierten de que la meta del Ejecutivo solo se puede cumplir si se retiran todas y cada una de las medidas de apoyo energético anticrisis que vencen en diciembre de este año. Además, las administraciones territoriales (autonomías y ayuntamientos) tendrían que poner de su parte y limitar el aumento en el gasto. Los cálculos de la Airef no dejan ningún margen al Ejecutivo para incrementar más el gasto respecto a lo que se planteó en el Plan Presupuestario si quiere cumplir con las recomendaciones de Bruselas.

En cuanto a la deuda pública, la Autoridad Fiscal cree que se reducirá al 105% del PIB en 2024. Una cifra todavía por encima de los niveles previos a la crisis coronavírica e incompatible con el umbral máximo del 60% que exige la Unión Europea. La Airef advierte de que, en ausencia de ajustes, la ratio de deuda volvería a subir a partir de 2028.