¿Qué es la propiocepción canina y por qué debemos cuidarla?

Un perro de paseo por la montaña
Un perro de paseo por la montaña
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Un perro de paseo por la montaña

En el mundo del cuidado y entrenamiento de nuestros perros existe un concepto fundamental que, a menudo, pasa desapercibido: la propiocepción canina. Si nunca hemos oído hablar de ella, se trata de la capacidad de nuestros compañeros de cuatro patas para tener conciencia y control sobre su propio cuerpo en el espacio (y las personas también contamos con ella).

La propiocepción es un elemento esencial para el equilibrio, la coordinación y la agilidad que, en el caso de nuestros peludos, son cualidades que impactan directamente en su calidad de vida y bienestar (tal y como influyen también en el nuestro). 

A pesar de su importancia, la mayoría de los tutores caninos desconocen la relevancia de esta capacidad y cómo potenciarla para garantizar una vida plena y saludable para sus mascotas. "La propiocepción es algo natural en nuestros perros y vivir en ciudades muy planas puede hacernos perderla", advierte Sonia Losada, profesora en activo del curso profesional de Educación canina y Adiestramiento de l’Escola d’oficis de Catalunya y conocida como Xila's Training.

En su podcast, Hablemos de perros, la educadora canina detalla en qué consiste esta habilidad y cómo podemos fomentarla cambiando pequeños detalles en nuestra rutina diaria junto a nuestros perretes. 

Cómo fomentar la propiocepción en zonas planas

"Los propioceptores son receptores musculares del sistema nervioso que le indican al cerebro si estamos de pie, sentados, echados, etc. De esta forma, el cuerpo activa los músculos necesarios para no caernos", explica Losada. "Por esto la propiocepción es importante".

En este sentido, la educadora canina comenta que lo natural para nuestros perros (y también para nosotros) es que nos movamos en terrenos como la montaña, donde el suelo nunca es plano, siempre hay rocas, tronquitos, cuestas... Lo que hace que "entrenemos" nuestra propiocepción.

"Los perros necesitan tener buen equilibro, fuerza en los músculos y coordinación, algo que les proporciona una adecuada propiocepción", añade. "Por eso, cuando vivimos en ciudades muy planas podemos utilizar objetos u obstáculos como bancos o escaleras, y procurar pasear por terrenos inclinados".

Cuando vivimos en ciudades muy planas podemos utilizar objetos u obstáculos como bancos o escaleras

Losada insiste en que tenemos que intentar "enriquecer el paseo de nuestro perro con esas alturas e irregularidades ya que, tanto cemento y planicie no es buena para sus patas y articulaciones". "Con diferentes terrenos desarrollan más fuerza muscular", apunta.

En esta misma línea, Javier Ruiz, educador canino fundador de Dog Ventura y escritor explica a través de su cuenta de Instagram que hay muchos ejercicios que podemos practicar con nuestro perro para entrenar la propiocepción canina, como "trabajar el equilibrio con una pelota o un balón de pilates, caminar encima de una colchoneta hinchable, escalar, trepar o caminar por superficies de distintos materiales, sonidos y colores...", enumera.

"Los perros mejoran la seguridad en sí mismos y en sus capacidades, les ayuda a superar miedos e inseguridades y, en aquellos animales con problemas musculares o articulares, permite reeducar los receptores musculares para que transmitan (otra vez) la información de manera correcta", asegura Ruiz.

Además, el experto en educación canina comenta otros beneficios más beneficios, como que "los perros obtienen mayor control sobre el cuerpo y son más conscientes de qué pueden hacer y cómo, además de poder ayudar en sesiones de desensibilización o habituación al estímulo, ya que los ejercicios en sí mismos ya generan confianza y autocontrol", concluye.

Ahora que sabemos sobre la importancia de trabajar la propiocepción con nuestros perros, tan solo nos queda buscar la forma de proporcionarle a nuestros peludos ejercicios y terrenos diferentes, ya sea mediante paseos por el monte, la playa o la montaña, excursiones al río o incluso en casa, utilizando almohadas, escalones o peluches. ¿A qué esperas?

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