El PP ha alcanzado un acuerdo con Vox para que este partido pase a ostentar responsabilidades de gobierno en el Ayuntamiento de Valencia y, a cambio, blinde la estabilidad del Ejecutivo local de María José Catalá, que en la actualidad tiene el apoyo de los 13 concejales populares, con sus cuatro ediles. Esa suma, 17 asientos sobre 33, marca el límite de la mayoría absoluta exigida para aprobar cualquier asunto que se lleve al pleno, y principalmente los Presupuestos municipales, cuya tramitación acaba de comenzar con una rebaja de impuestos en las ordenanzas fiscales. Aunque desde que asumió el cargo hace casi cinco meses la intención de la alcaldesa era gobernar en solitario, los últimos roces con su "socio preferente", que reclamaba la entrada en el Ejecutivo, hacían inviable la ansiada estabilidad en el Consistorio. El pacto, que se presentará este viernes, incluye la delegación de competencias para los concejales de Vox.

Según han confirmado a 20minutos fuentes próximas a la negociación, el acuerdo estaba cerrado a última hora de la tarde del jueves, listo para ser presentado en público, algo que salvo cambio de última hora sucederá este viernes en el Ayuntamiento, donde, además, hay convocada una Junta de Portavoces a las 9.30 horas y Junta de Gobierno local media hora más tarde, así como una rueda de prensa de Vox a las 11.00 h. La propia Catalá ha confirmado pasadas las 19.00 horas que "es posible que próximamente tengamos ese acuerdo de gobernabilidad. A ver qué pasa mañana por la mañana. De momento las resoluciones de delegaciones no están firmadas", ha añadido.

De esta forma, la capital del Turia pasará a estar gobernada por una coalición formada por PP y Vox, al igual que el Consell y otras dos grandes ciudades de la Comunitat, Elche y Castellón. El nuevo panorama que se abre en Valencia supone el desenlace de unos acontecimientos que se han precipitado en la última semana, con claves que explican el acercamiento: el cambio de postura sobre el convenio del nuevo Mestalla, la rebaja fiscal de 70 millones de euros y la exigencia de Vox no solo de conocer el proyecto de Presupuestos para 2024, sino de participar en su elaboración.

De hecho, la presión de esta formación ha ido en aumento desde que el pasado viernes tumbó la renovación de la cúpula directiva de la EMT y anunció que no apoyaría las ordenanzas fiscales que incluyen la bajada impositiva. Tres días más tarde, votó en contra de la elección de Ana María Gil como gerente de Aumsa, que finalmente salió adelante con el respaldo del PSPV.

A partir del martes se sucedieron las conversaciones entre Catalá y su edil de Grandes Proyectos, José Marí Olano, con el líder del grupo municipal de Vox, Juanma Badenas, y el presidente provincial de la formación, Ignacio Gil Lázaro, que desembocaron en el apoyo de Vox a la rebaja tributaria. La presencia de Gil Lázaro en el encuentro disparó, por su peso orgánico, las especulaciones sobre un posible pacto, que finalmente se ha producido.

Además, en esa reunión también se abordó el cambio de postura del Ayuntamiento sobre el nuevo Mestalla: la paralización de la negociación del convenio urbanístico hasta que el club no reanude las obras del futuro estadio, un tema en el que Vox se había mostrado especialmente crítico con el Gobierno municipal del PP.

Finalmente, este miércoles, se escenificó el cambio de rumbo en la Comisión de Hacienda, donde el partido que preside a nivel nacional Santiago Abascal apoyó las ordenanzas fiscales y salvó el proyecto estrella de Catalá. Tras ese guiño, la alcaldesa valoró los "gestos de buena disposición", mientras Badenas insistió en que les "gustaría participar" en la confección del proyecto de Cuentas para 2024. De hecho, volvió a tender su mano por "cuarta vez" para entrar en el Ejecutivo.

El propio Abascal se ha mostrado satisfecho con el pacto, dado que "se ha impuesto la cordura" pese a que había quienes "se habían resistido" ante la tentación de "dejarse llevar por el cordón sanitario" aplicado a su formación. Según ha dicho, es una "muy buena noticia".

Ribó dice que acaban "en el altar"

El exalcalde de Valencia y portavoz de Compromís, Joan Ribó, ha afirmado, en referencia al posible pacto en el Ayuntamiento, que "el noviazgo a escondidas" entre el PP y Vox "acabará en el altar". "Lo que está claro es que se están siguiendo los pasos de Vox", ha señalado, y ha añadido que no sabe si es porque Catalá tiene "unos pensamientos tan cerca que muchas veces se confunden o porque se están haciendo concesiones". Desde el PSPV, Sandra Gómez ha censurado que la alcaldesa deje "el futuro de la ciudad a la ultraderecha".