El ataque terrorista de Hamás en el Festival de Música Nova sigue dejando imágenes desgarradoras. Más de 260 personas fueron abatidas en el acto por el grupo islamista mientras otras decenas fueron secuestradas y trasladadas a la Franja de Gaza como herramienta de coacción a Israel.

A pie o en coche, los asistentes del concierto de música electrónica trataban de huir del recinto para salvar sus vidas, conformándose un atasco de vehículos que ahora deja su huella. El vídeo grabado por un dron muestra el resultado de la masacre que tuvo lugar durante la infiltración de los palestinos, con cientos de coches de destruidos en fila, que dejan patente el desesperado esfuerzo por salir con vida del desierto, truncado por una lluvia de balas incesante.

Se encontraban bailando, el volumen de la música apenas permitía escuchar los cohetes que se lanzaban a escasos kilómetros del lugar y fue a la llegada de los gazatíes armados cuando se produjo la espantada en masa del festival. Un evento que, por cierto, se celebraba para promulgar la paz y el amor.

"Entraron mil terroristas de Hamás como locos en motos, en camionetas, con gran cantidad de armas. Y dispararon a todos"

Los que lograron salvarse permanecieron escondidos bajo la maleza durante más de cinco horas mientras grababan mensajes de despedida en voz baja a sus familiares y amigos. Fueron rescatados por las fuerzas israelíes, a las que reconocieron por el idioma hebreo.

Otras decenas de asistentes fueron secuestradas y ahora sus vidas son utilizadas por Hamás para chantajear a Israel: el brazo armado amenaza con matar a un rehén por cada nuevo bombardeo. Algunas de las secuestradas son Noa Arganami, que aparece en un vídeo gritando "no me matéis, por favor", mientras la capturan; o Shani Louk, la joven alemana que apareció muerta horas después en el maletero de un pickup gazatí.

El vídeo del ataque en el festival