Más de 260 cadáveres han sido recuperados en el recinto en el que se celebraba un concierto de música electrónica trance cerca del kibbutz Reim, en pleno desierto del Neguev, según el último balance.

El Servicio de Identificación de Victimas de Desastres (ZAKA), una organización de voluntarios reconocida por el Gobierno israelí que está encargada de la retirada de cuerpos de los fallecidos, ha dado esta cifra en declaraciones a la prensa israelí.

Huida masiva de los asistentes

Los cientos de asistentes al Festival de Música Nova fueron testigos de los cohetes lanzados a primera hora del sábado por los terroristas palestinos desde Gaza y posteriormente llegaron al lugar individuos armados, lo que provocó la huida en masa de los participantes mientras aún sonaba la música electrónica.

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El festival fue organizado coincidiendo con la festividad judía del Sukkot. Comenzó a las 23:00 horas del viernes y duró toda la noche con miles de asistentes, en su mayoría israelíes de entre 20 y 40 años.

Testimonios de los supervivientes

"Fuimos alertados por una 'sirena roja'. Se produjo el caos, especialmente cuando los vehículos intentaban salir. Luego comenzaron los disparos y comenzamos a correr. Todavía estamos escondidos y esperando el rescate", relató Daniel, uno de los presentes.

Una mujer llamada Esther contó en una entrevista que, mientras intentaba huir junto a una amiga, varias personas dispararon contra su coche y lo dejaron completamente destrozado. La mujer y su compañera recibieron ayuda de un hombre que tenía un jeep. Sin embargo, poco después, el conductor recibió un disparo y el jeep cayó a un hueco. Esther y su amiga decidieron hacerse las muertas, al menos hasta que unos solados las llevaron a un centro de salud.

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Otro asistente a la fiesta contó que él y su amigo quedaron atrapados en un vehículo durante tres horas luego de ser heridos. "Vio morir a su amigo delante de sus ojos", relató la madre del joven.