Los sevillanos tendrán que pagar a partir del próximo 2024 un poco más por el consumo el agua. La nueva tarifa subirá en los próximos dos años entre un 15% y un 18% para la mayoría de los usuarios, con incrementos que oscilarán entre los 1,15 y 8,23 euros más al mes respectivamente, en función del agua que gaste cada usuario, para un gasto por persona y día entre 90 y 110 litros. Es decir, que pagarán más los que más consuman. Además, la mayor subida será para los establecimientos turísticos, que será de hasta el 40% en 2025 debido al mayor consumo per cápita en estos establecimientos.
Así lo ha aprobado este lunes el Consejo de Administración de la empresa metropolitana de aguas, Emasesa, que abastece a doce municipios sevillanos, entre ellos la capital (en total, algo más de un millón de usuarios). Posteriormente deberá aprobarse en el Pleno municipal de Sevilla para lo que solo es necesario contar con mayoría simple, según informan fuentes municipales, por lo que previsiblemente, entrarán en vigor el próximo año. De igual modo, también tendrán que ser refrendada por cada una de las otras poblaciones.
Si bien esta mañana la totalidad de los Ayuntamientos abastecidos han respaldado la actualización de las tarifas, con el apoyo de todos los alcaldes del PSOE, que son La Rinconada, Dos Hermanas, Camas y Alcalá de Guadaíra, si bien ha contado con la abstención la representante del grupo municipal socialista con representación en el Consejo de Emasesa.
Subida de las tarifas
Los nuevos límites de bloques de consumo para los usos domésticos pasarán a ser eficiente, normal, consumo alto y muy alto. Quedando de la siguiente manera:
Consumo eficiente (Emasesa considera consumo eficiente hasta 90 litros por habitante y día): estas viviendas tendrán una subida del 7,5% en 2024, lo que equivale a 1,15 euros más al mes, y de 7,4% en 2025, o lo que es lo mismo, 1,23 euros más al mes.
Consumo normal (Emasesa considera consumo normal entre 90 y 110 litros por habitante y día): estas viviendas tendrán una subida del 9% en 2024, lo que equivale a 1,85 euros al mes y del 9% también en 2025, que suponen 2,02 euros más al mes.
Consumo alto (Emasesa considera consumo alto entre 110 y 130 litros por habitante y día): la viviendas que realicen este tipo de consumo en 2024, tendrán una subida del 17,05%, o lo que es lo mismo, pagarán 4,04 euros más al mes y en 2025, la subida será del 9,8%, lo que equivale a 2,67 euros más al mes por vivienda.
Consumo excesivo (Emasesa considera consumo excesivo entre 110 y 130 litros por habitante y día): estas viviendas tendrán en 2024 una subida del 30,1%, lo que equivale a 8,23 euros al mes, y en 2025 el aumento será de 9,8%, o lo que es lo mismo, 3,49 euros.
Uso industrial y servicios
Con respecto a los usos no domésticos la subida será mayor, especialmente para los hoteles y alojamientos turísticos, que serán los que tendrán que pagar más al mes por el consumo de agua, siendo de un 22% el primer año y un 18% el segundo. En este caso se implanta una tarifa específica debido al mayor consumo per cápita de estos establecimientos, muy superiores a los de la población residente. En el consumo industrial y comercial, el aumento será del 18% en 2024 y del 12% en 2025; y para las dependencias municipales, será del 9% y del 10% en 2024 y 2025 respectivamente.
Aumento de beneficiarios del bono social
El Consejo de Administración ha aprobado además incrementar el número de familias que se podrán beneficiar del bono social hasta alcanzar las 10.000. Hasta el momento, son 8.000 familias a las que Emasesa paga o el 50 o el 100% de la factura. La horquilla se incrementará e incluirá la bonificación del 25% y el 75% de la factura.
Por lo que, con este refuerzo de la tarifa social, se garantiza un consumo de hasta 110 litros por persona y día para los colectivos más desfavorecidos, ajustándose a los ingresos de estos hogares y estableciendo bonificaciones de hasta el 100% para las familias con los ingresos más bajos.
También, y con el fin de fomentar el ahorro de agua, se ha anunciado un incremento de las ayudas a las viviendas para facilitar la sustitución de contadores comunitarios por individuales.
Las nuevas tarifas suponen también un cambio de estructura de los bloques de uso doméstico, estableciendo la unidad de medida en litros en vez de metros cúbicos y ajustando los límites de bloques a los objetivos actuales de la empresa, pasando del anterior, que era 100 a los 90 litros, así como a los nuevos niveles de consumo ya asumidos por la población.
La estructura finalmente consensuada recoge varias de las sugerencias aportadas por los ayuntamientos abastecidos y grupos de interés consultados a través de reuniones previas y del propio Observatorio del Agua celebrado recientemente.
"El objetivo es bonificar a los consumos más eficientes y penalizar a los excesivos para cimentar prácticas más sostenibles que nos permitan preservar las reservas de aguas", ha destacado el delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, quién también ha defendido el refuerzo de la tarifa social, para tener una especial atención a los más vulnerables "garantizando el derecho humano al agua entre los colectivos más desfavorecidos".
Por su parte, el PSOE se ha marcado el tanto de lograr "frenar el 'tarifazo' del 30% que Sanz pretendía aplicar al agua" y aumentar las bonificaciones para las familias vulnerables. Además, el grupo municipal socialista ha considerado que "en un contexto inflacionista como el actual, que el recibo del agua se encarezca por las necesarias inversiones en infraestructuras por la sequía está justificado".
En contra de la subida se ha mostrado la plataforma vecinal Barrios Hartos, que ha señalado que la subida de las tarifas del agua "no afecta a todos por igual", puesto que ese incremento se debería establecer "en base a los ingresos y no en función del consumo. "El déficit deberían asumirlo las empresas turísticas, que se están haciendo de oro", han apostillado.
La nueva estructura tarifaria se presentó el pasado 27 de septiembre en Comisión Ejecutiva. Este primer estudio justificaba la necesidad de mayores recursos para recuperar el déficit de sequía, acometer las actuaciones necesarias para mantener la calidad del servicio y un nuevo plan de inversiones para el período 2024- 2027. La subida de tarifas necesaria se distribuía a razón de 2/3 en 2024 y 1/3 en 2025.
Tras su debate, la Comisión Ejecutiva acordó una propuesta alternativa que aliviase una parte de la subida en 2024, igualando ambos años, para reducir el impacto en aquellas viviendas con consumos eficientes o normales y que quedase por debajo del IPC. También se acordó elevar la propuesta al Observatorio del Agua, órgano estatutario de participación social para su conocimiento y evaluación, a fin de que se realizaran las aportaciones que los distintos representantes de la sociedad civil consideraran convenientes.
Es por ello por lo que Emasesa se comprometió a estudiar la viabilidad de estas demandas, de tal manera que el impacto de la subida en 2024 sea menor que el planteado originalmente y sea progresivo. Cabe recordar que el propio alcalde, José Luis Sanz, defendió la actualización de la tarifa del agua debido a que "no se actualizan" desde hace años y porque en momentos de sequía "se encarece la depuración" del agua para consumo humano.
Actualización del bando por la sequía
Ante la situación de las reservas de agua en los embalses, que ya están por debajo del umbral de los 221 hm3 que marca el Plan de Emergencia ante Situaciones de Sequía de Emasesa, siendo a fecha de 9 de octubre del 30%, lo que equivale a 192,46 hm3, con la cifra más baja en el de Zufre, que está solo al 8% de su capacidad, continúa activo el estado de Emergencia.
Ello ha llevado a la publicación de nuevos bandos municipales en las poblaciones abastecidas por Emasesa y Aljarafesa, que abastece, esta última a alrededor de 350.000 habitantes de 29 pueblos del Aljarafe. Si bien en Aljarafesa entró en vigor el pasado sábado, Emasesa lo ha aprobado este lunes y entrará en vigor en los próximos días sin tener que pasar por pleno municipal.
Este nuevo bando de emergencia por la sequía que mantiene las actuales limitaciones en el uso del agua, vigentes desde el 3 de octubre del año pasado. De tal manera que restringe el consumo de agua potable en usos ornamentales, recreativos, de limpieza y cualquier otro que no sea esencial.
Por lo que, como se venía haciendo hasta ahora, no se podrá utilizar agua potable para regar jardines, praderas, árboles, zonas verdes o deportivas, públicos o privados; tampoco regar ni baldear las calles y aceras; ni llenar piscinas, estanques o fuentes que no tengan un sistema de recuperación o circuito cerrado.
De igual modo, el bando insta a la ciudadanía, organismos, empresas y demás colectivos sociales a un uso racional, responsable y solidario para alcanzar el objetivo de ahorro del 10% en el consumo. Este se medirá con respecto a los consumos del mismo periodo del año 2019.
En caso de no existir registros de tal año, se utilizará la información del primer año inmediatamente anterior que presente datos útiles. Para aquellos suministros domésticos sin antecedentes de consumo, se establece como referencia el consumo estándar de 110 litros por habitante y día.
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