Según un informe que llevó a cabo la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), a raíz de una encuesta a estudiantes de Secundaria en 2021, cuatro de cada diez chicas (38,6%) sufre malestar emocional. En el caso de los chicos, la cifra es de un 20,3%.

En comparación con los datos recogidos en 2016, el incremento ha sido notorio. En ese año el malestar emocional en las chicas era del 23,2%, mientras que en los chicos era del 11,7%. Además, se ha comprobado que aquellos con un nivel socioeconómico más desfavorable, tienden a padecer dicho malestar emocional.

Las chicas suelen padecer de problemas emocionales

Uno de los factores que se comprobó, es que las chicas nacidas en el Estado español sufren mayor malestar (55,6%) que las nacidas en el extranjero (43,1%). Asimismo, en este sexo es más frecuente la aparición de problemas emocionales (30,6%), mientras que en los chicos destaca la inatención y la hiperactividad (25,7%).

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En el sexo masculino, el riesgo de mala salud mental disminuye con la edad (de 12,3% a los 13 años a 9,3% a partir de los 17), mientras que en las chicas, parece mantenerse estable (del 21,3% a los 13 años al 21,2% a partir de los 17 años).

4 de cada 10 chicos siente tristeza casi cada día

En el año 2021, 7 de cada 10 chicas (67,9%) y 4 de cada 10 chicos (43,8%) confesaron haber sentido tristeza o desesperanza casi cada día. Se ha comprobado que la gran mayoría reside en barrios desfavorecidos.

La gran diferencia respecto a los datos del 2016 se explica, en parte, por la aparición de la pandemia. Según el ASPB, la covid-19 tuvo un gran impacto en los jóvenes y ha sido uno de los puntos más vulnerables entre dicha población.

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Inseguridad con su propio cuerpo

Asimismo, cerca del 60% declara no sentirse en buena armonía con su imagen corporal. Pese a que las chicas representan a una cifra más elevada, la de los chicos se ha visto incrementada en comparación con la del año 2016.

Según informa la ASPB, es necesario implementar programas de promoción de la salud mental en los centros escolares, así como impulsar la acción comunitaria para fomentar el apoyo en entornos fuera de la escuela y proporcionar ayudas y estrategias que incidan en determinantes sociales, como la pobreza.