Miriam Corregüela, hija de Ginés, y su mujer Sendy empiezan a pensar en sus planes de futuro

Miriam y su mujer, Sendy.
Miriam y su mujer, Sendy.
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Miriam y su mujer, Sendy.

Miriam Corregüela no podría sentirse más contenta con su vida actualmente. Y es que hace apenas unos días de su enlace con Sendy, "el amor de su vida" y ahora mujer. Una celebración con una gran ausencia, la de su padre, Ginés, el 'rey de los bocadillos'. 

Tras asegurar que "no echó de menos" a su padre, la joven está completamente centrada en su nueva etapa de casa y solo piensa en el futuro. Lejos queda ya la época en la que defendía al tiktoker en el plató de Supervivientes. Actualmente, lo más importante para ella es su familia y por ello no puede evitar pensar cómo será todo dentro de unos años. 

Como así ha contado en exclusiva a Lecturas, la idea de ser madres le lleva rondando un tiempo la cabeza, pero no parece llegar a convencer del todo a su mujer: "Me encantaría, pero a Sendy no. Mi madre está todo el rato diciéndonos que nos apuntemos a la Seguridad Social porque luego el proceso tarda muchísimo".

Según ha contado al citado medio, por el momento se centrará en estar feliz con esta nueva etapa de su vida. Para ella su boda fue perfecta, y el hecho de que su padre no estuviera presente no le afectó lo más mínimo: "Mi boda no ha podido salir mejor, perfecta. Uno de los días más felices de mi vida. ¡Ver a mi madre tan feliz! ¡Tan guapísima! Vinieron 120 personas, familia y amigos íntimos".

"La boda fue en un jardín precioso en Úbeda. Está entre Úbeda y mi pueblo, Torreperogil. Fue una maravilla, estuvimos bailando hasta las 7 de la mañana. Hicimos un baile nupcial, pero duró un minuto, soy arrítmica", ha explicado la jiennense entre risas dando detalles de cómo fue el momento de dar el 'sí, quiero'. 

Aunque, lo que más llamó la atención no fue ni el transcurso de la ceremonia ni el bonito lugar en el que se sucedieron las celebraciones, sino el vestido de Miriam. Lejos del traje con el que todo el mundo pensó que acudiría, la joven se decantó por un vestido clásico, pero con su "sello de identidad", unas zapatillas altas y unos calcetines morados: "Esperaban que fuera con un traje. Sendy no se lo esperaba".

El único momento que oscureció el evento ocurrió al día siguiente, cuando Ginés, su padre, acudió a televisión a hablar sobre cómo lo había vivido él alejado del resto de la familia: "¡El día más importante de mi vida y lo estás jodiendo yendo a sentarte! Se ha dicho que si estuviéramos bien me hubiera llevado al altar. Mentira. Siempre dije que me iba a llevar mi madre, es la única que ha estado conmigo siempre. No he notado ninguna ausencia por mi padre. Al que me hace daño, lo aparto".

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