Francia, y en especial París, está sufriendo una plaga de chinches a falta de solo nueve meses para que se celebren los Juegos Olímpicos en la capital. Estos insectos se están manifestando, sobre todo, en las tapicerías de los asientos del transporte público, en trenes o aviones, incluso en cines y hospitales. Dada la situación, el gobierno galo ha decidido combatir a estos insectos utilizando perros rastreadores. 

"A veces estos avisos se deben a que se está hablando mucho del tema, aun así tenemos que tomarlos en serio", ha asegurado el ministro francés de Transportes, Clement Beaune, quien detalló que en el caso de los trenes ya habían sido notificados 37 casos, aunque ninguno de ellos se ha podido verificar. 

Como consecuencia, las redes sociales se han llenado de vídeos en los que usuarios del transporte público muestran a estos insectos en lugares como el metro de París, trenes de alta velocidad y del aeropuerto Charles-de-Gaulle de la capital.

Resurgimiento en las últimas décadas

Estos insectos habían desaparecido en gran medida a partir de la década de 1950. No obstante, en las últimas décadas han resurgido debido a las altas densidades de población y al incremento de los medios de transporte público. 

Se estima que una décima parte de los hogares franceses han tenido un problema de chinches en los últimos años, lo que normalmente requiere una operación de control de plagas, lo que conlleva gran coste económico, y además, es una práctica que se debe repetir a menudo.