Ni es algo 'normal', ni podemos seguir haciendo la vista gorda. La Tierra se calienta, y el clima está cambiando. Ya lo ha hecho. Las olas de calor, que cada vez son más comunes, secan el suelo y reducen su capacidad para absorber agua, provocando que las lluvias tengan más dificultad para penetrar el suelo. Entonces sí, llegan las inundaciones, los deslizamientos de tierra y la pérdida de cosechas. Y acostumbrémonos, la ciencia advierte de que esto será cada vez más común. 

¿Cómo será el clima en la Tierra?

Esto es lo que se ha propuesto averiguar un grupo de investigadores de la Universidad A&F del Noroeste de China, liderada por Haijiang Wum, que durante su estudio descubrieron que gran parte del planeta se enfrentará a una explosiva combinación de calor e inundaciones.

Para lograrlo, utilizaron varios modelos climáticos que proyectaban estos cambios climáticos extremos que se sucederán si las emisiones de dióxido de carbono siguen aumentando. 

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El resultado fue que, aunque, en efecto, muchas regiones del mundo -Sudáfrica, el Amazonas y parte de Europa- se volverán más secas a medida que aumenten las temperaturas, muchas otras -como Estados Unidos, el este y sur de Asia, Australia y África Central-tendrán cada vez más precipitaciones.

Estos extremos húmedos y calientes serán cada vez más probables en el futuro porque la capacidad de la atmósfera para retener la humedad aumenta entre un 6% y un 7% por cada grado Celsius de aumento de temperatura.

¿Qué se puede hacer?

"Dado que el riesgo de extremos compuestos húmedos y cálidos en un clima cálido es mayor que el de extremos compuestos secos y cálidos, estos extremos húmedos y cálidos deberían incluirse en las estrategias de gestión de riesgos", advierte Wu, líder del estudio.

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Además, numerosas investigaciones anteriores han descubierto que los incendios forestales, que suelen empeorar con las olas de calor y las condiciones secas, a menudo empeoran también las inundaciones en esa zona. Esto quiere decir que sobre un área quemada el agua no se puede absorber y se inunda poco después. Proteger los suelos y los bosques de los incendios es, por tanto, otra forma de prevenir.