Más de 1.800 policías blindarán los actos del 9 d’Octubre, Día de la Comunitat Valenciana, en el año de la vuelta de la Procesión Cívica a la Catedral de la ciudad del Turia. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ha anunciado durante la Junta Local de Seguridad celebrada este miércoles en el Ayuntamiento un "dispositivo de máximo nivel" para las celebraciones en Valencia con 1.500 agentes de la Policía Nacional, a los que se sumarán 300 efectivos de la Policía Local y otros agentes de la Guardia Civil vinculados al control de la pólvora y el tráfico en los accesos a la capital. El itinerario de la Procesión Cívica cambia este año debido a las obras de saneamiento de la calle San Vicente y la Senyera volverá a entrar en la Catedral tras el veto del Ejecutivo de Ribó durante los últimos ocho años. Posteriormente, en una reunión entre ambas dirigentes, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha pedido a delegada más efectivos de la Policía Nacional para los puntos calientes relacionados con la inseguridad y el botellón de la ciudad.

Según ha afirmado Bernabé, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "garantizarán que el próximo 9 d’Octubre sea la fiesta de todos y todas, la fiesta de la convivencia y la concordia" y lo harán con un dispositivo que incluirá unidades de Intervención, policías de paisano, unidades caninas, de drones y antidrones. Además, la vigilancia no se limitará a la Procesión Cívica y a las marchas vespertinas, sino que comenzará los días previos, el 7 y 8 de octubre, principalmente en los actos pirotécnicos programados. 

La delegada ha agradecido "la total coordinación entre administraciones" para el desarrollo de este despliegue”, que siempre ha sido, según ha añadido, "cordial, efectiva, leal y muy profesional" por parte de la Policía Nacional y Local.

La alcaldesa de Valencia, por su parte, ha puesto de relieve la suma de efectivos de ambos cuerpos policiales para asegurar que los distintos actos previstos en el programa puedan desarrollarse "con total normalidad y respeto a la ciudadanía". La responsable municipal ha afirmado que se trata de un día "complejo" debido a la asistencia masiva de personas, por lo que sostiene que para el Ayuntamiento es "crucial" que estas jornadas se desarrollen sin incidentes. Catalá también ha querido destacar "la buena coordinación con la Delegación del Gobierno, que está junto al Ayuntamiento para conseguir el objetivo de salvaguardar el orden público y que todos podamos vivir esos días en familia".

La dirigente municipal ha hecho un llamamiento "a la concordia y a la tranquilidad" durante esos días. "Este es el día de los valencianos y no puede ni debe enmarañarse con ningún tipo de acontecimiento al margen de la tranquilidad y la serenidad", ha manifestado. "Espero que sea un día fantástico para todos y que los ciudadanos puedan disfrutar muchísimo del día en familia. Creo que el sentido común, la sensatez, la normalidad y la tranquilidad deben reinar en este día", ha concluido.

Cambio de itinerario

La Procesión Cívica de la Senyera llega este año con novedades. Por un lado, las obras de saneamiento en la calle San Vicente obligan a desviar el recorrido por las calles de Las Barcas, Poeta Querol y la Paz hasta la Catedral, donde entrará de nuevo para celebrar el Te Deum, tal y como aprobó el Gobierno municipal del PP tras ocho años sin hacerlo durante los dos mandatos de Compromís y PSPV.

Al salir del templo, la procesión continuará por la plaza del Arzobispado, la calle Avellanas, Mar, Comedias y la Paz para llegar al Parterre para el homenaje floral a la estatua de Jaume I y volver de nuevo a la plaza del Ayuntamiento, donde la Senyera será subida, de nuevo sin inclinarse, al balcón de la Casa Consistorial.

Inseguridad y botellón

En una reunión posterior en las dependencias de Alcaldía, Catalá ha pedido a Bernabé más afectivos de la Policía Nacional para los "puntos calientes" de Valencia en materia de inseguridad y de botellón. "Necesitamos una mayor coordinación y ayuda para atajar los problemas de seguridad ciudadana en zonas donde se concentra el botellón o en lugares conflictivos como las Casitas Rosas" de la Malvarrosa, ha explicado. Ambas dirigentes han coincidido en su intención de realizar "una labor de prevención y disuasión, y de garantizar el descanso y la convivencia de los vecinos".

Además, la alcaldesa ha puesto en valor el "sobreesfuerzo de la Policía Local en estas zonas" y ha afirmado que, en los últimos casos, como en la reyerta de la plaza de Honduras y en Castellar, "tuvo que ser la Policía Local la que intervino".

Bernabé, por su parte, ha replicado que la ciudad de Valencia ha alcanzado los 2.444 agentes de Policía Nacional, "la cifra más elevada de la historia". En esta línea, ha añadido que “gracias a la incorporación de nuevos agentes de la Policía Nacional, en los últimos años se ha recuperado una tasa de ocupación del catálogo de personal por encima del 90%”. La ciudad de València, ha dicho Bernabé, “es una de las ciudades con una mayor tasa de ocupación, con tres agentes por cada 1.000 habitantes, muy por encima de la media de España”.

Respecto a la seguridad en los barrios, ambas dirigentes han acordado la celebración de reuniones periódicas del concejal de Seguridad Ciudadana y la subdelegada del Gobierno en Valencia para seguir coordinando acciones.