La línea 1 (L1) de Metro de Madrid volverá a funcionar completa el 14 de octubre. Ese día, reabrirá el tramo entre las estaciones de Nueva Numancia y Valdecarros, el único que quedará cerrado a partir de este miércoles, cuando empezará a prestarse servicio entre Sol y Nueva Numancia, después de tres meses clausurado por trabajos de renovación de la infraestructura y de mejora de las instalaciones. 

La fecha ha sido anunciada este martes por el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo, que ha visitado la estación de Menéndez Pelayo. Esta parada de la red ha estado en obras durante los últimos 12 meses, en los que además de un lavado de cara se han instalado dos ascensores para mejorar la accesibilidad al suburbano. 

Los trenes volverán a circular entre Sol y Valdecarros antes de lo previsto. El pasado 24 de junio, cuando se cerró por obras la L1, se esperaba que el servicio volviera a finales de octubre. Finalmente, habrá una reapertura parcial un mes antes y la completa llegará 15 días antes de lo estimado. 

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Jorge Rodrigo ha mostrado su "satisfacción" por la buena marcha de los trabajos que han permitido adelantar la puesta en funcionamiento. Además, el responsable autonómico ha agradecido la "paciencia" de los vecinos y de los usuarios del suburbano durante la intervención en esta parte del trazado, unas obras que ha tildado de "imprescindibles" para ejecutar una "renovación integral" de las instalaciones.

El consejero ha destacado que la L1 vuelve a su actividad normal con 13 de sus 23,3 kilómetros modernizados. Las vías han dejado de estar sobre traviesas de madera y balasto para descansar sobre una plataforma de hormigón que acorta los tiempos de viaje y hace estos más cómodos, con menos vibraciones. También se han mejorado los sistemas de drenaje y la línea aérea del trazado, además de instalar nuevas tecnologías para el control del tráfico de convoyes y aprovechar para retirar el amianto que aún quedaba en bóvedas y otros puntos del trazado. 

La parada de Atocha, sin servicio

Los usuarios de la vertiente sur de la L1 de metro, que alberga las primeras estaciones del suburbano que se pusieron en marcha en 1919, podrán volver a usarla hasta Nueva Numancia desde este miércoles, pero deben tener en cuenta otras obras que afectan a la prestación normal del servicio. Los trenes no pararán en Atocha, donde no podrán subir ni bajar viajeros.

La parada estará clausurada porque ya han comenzado en este punto los trabajos de la ampliación de la L11 entre Plaza Elíptica y Conde de Casal, que incluyen un apeadero de este trazado en la estación madrileña. La clausura no tiene una duración estimada, según han informado desde la Consejería de Transportes, pero no se prevé que sea un corto espacio de tiempo por la envergadura de la intervención que se está llevando a cabo.

José González

En el apartado de afecciones del proyecto constructivo de ampliación de la L11 ya estaba previsto esta interrupción del servicio y los técnicos aludían a un cierre de la estación de Atocha "durante un periodo de seis meses" para llevar a cabo "las actuaciones de conexión entre la estación existente y los nuevos recintos", además del "desmantelamiento y reubicación de cuartos técnicos y la adaptación de la arquitectura a los nuevos recorridos".

"Se cerrará la estación", se refleja en el documento, pero la línea 1 "seguirá en servicio, circulando por Atocha pero sin parada". Además, se mencionaba que el acceso este al suburbano en este punto de la capital "se inhabilitará desde el inicio de la obra civil en Atocha hasta la apertura de la nueva estación de L1-L11".

Buses entre Nueva Numancia y Valdecarros

Desde este miércoles, los autobuses que han estado supliendo al suburbano en el tramo que se clausuró por obras el 24 de junio pasado modifican el servicio que han estado prestando. Los vehículos ya no cubrirán el trayecto entre Atocha (cabecera) y Nueva Numancia, sino que sólo funcionarán entre Nueva Numancia y Valdecarros hasta el 14 de octubre, el día que la vertiente sur de la L1 abrirá completa. 

La reapertura parcial acorta la distancia del servicio de movilidad alternativo, pero no cambia los horarios de prestación, que continuarán siendo de 6.00 a 2.00 horas aproximadamente, la misma franja de funcionamiento del metro.

Nueva imagen de Menéndez Pelayo

Los viajeros que usen este miércoles la L1 no advertirán grandes cambios porque muchas de las mejoras al ser sobre la superestructura de la línea no modifican su apariencia, pero en algunos puntos de la red sí que habrá diferencias que saltarán a la vista. Es el caso de la estación de Menéndez Pelayo, que ha sido renovada a lo largo del último año. 

La mejora más relevante es la instalación de dos ascensores que hacen que esta estación, que el pasado mayo cumplió 100 años, sea totalmente accesible. También se han renovado las puertas de entrada, que se abren y cierran solas, y se han instalado nuevas máquinas de venta de títulos, aunque no son de la última generación que está instalando la empresa pública, al igual que sucede con los tornos de acceso. 

En uno de los accesos exteriores, concretamente en el situado a la altura del número 2 de la calle Comercio, se ha instalado un tótem de granito de 4,5 metros de altura que recuerda a los que se instalaron en las primeras estaciones del suburbano que se construyeron en la capital, en el primer cuarto del siglo XX. Este elemento ornamental está coronado con el antiguo logo de metro en color y recuerda al que se instaló el año pasado en Cuatro Caminos. 

La instalación de estos emblemas representa un paso más de Metro para recuperar parte de la estética de su pasado que comenzó en 2021, cuando se inauguró la réplica del templete que Antonio Palacios diseñó como acceso a la estación de Gran Vía como uno de los platos fuertes de su reapertura tras un cierre de tres años.