"Las personas inmensamente ricas tienen cohetes para escapar de la Tierra". Es lo que asegura la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, que realizó este sábado una dura crítica a las "élites tecnológicas". La líder de Sumar dijo que los ricos "son conscientes de que nos vamos al carajo".

Y por eso, según ella, "lo que están haciendo es diseñar un plan B, muy restringido, fundamentalmente basado en huir del mundo para protegerse ellos y ellas solas". De este modo, Díaz se ha hecho eco de las teorías de algunos autores (y de algunos hechos) que aseguran que sí, que tal vez algunos están preparando su salvación ya que consideran que la de todos, la del planeta, ya no es posible.

Es como si quisieran construir un coche que vaya lo suficientemente rápido como para escapar de su propio escape"

Uno de esos libros es 'Survival of the Richest', de Douglas Rushkoff, que ahora se publica en España como La supervivencia de los más ricos. Fantasías escapistas de los milmillonarios tecnológicos (Capitán Swing). "Es como si quisieran construir un coche que vaya lo suficientemente rápido como para escapar de su propio escape", explica este escritor y cineasta especializado en medios de comunicación, tecnología y cultura popular.

Yolanda Díaz, en el acto de Sumar: "Las personas inmensamente ricas tienen cohetes para escapar de la Tierra"

Los privilegios de la extrema riqueza

Daniel Oberhaus / Philippe Masse / ピロシキ / M.I.C Gadget

Rushkoff cuenta que una vez recibió una invitación para reunirse en mitad del desierto con un misterioso grupo de ultrarricos. Eran cinco hombres de la cúspide del mundo de la inversión tecnológica y los fondos de inversión. Querían conocer la opinión del escritor sobre un posible fin del mundo.

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En concreto, narra en su libro, querían saber qué región del mundo se verá menos afectada por la próxima crisis climática; cuál es mayor amenaza si el calentamiento global o la guerra biológica; si un refugio debería tener su propio suministro de aire; cuál era la probabilidad de contaminación de las aguas subterráneas; o cómo mantener la autoridad dentro de una estructura de búnkeres.

Para ellos, el futuro de la tecnología consiste en una sola cosa: escapar del resto de nosotros"

"Su extrema riqueza y privilegio sólo sirvieron para que se obsesionaran con aislarse del peligro real y presente del cambio climático, la subida del nivel del mar, las migraciones masivas, las pandemias globales, el pánico nativista y el agotamiento de los recursos. Para ellos, el futuro de la tecnología consiste en una sola cosa: escapar del resto de nosotros", resume Rushkoff.

Islas y búnkeres para esconderse

PxHere

No es tanto que, como dice Yolanda Díaz, los superricos tengan naves espaciales para escapar a tiempo, como que se están preparando para salvarse de un hipotético apocalipsis. Están comprando complejos búnkeres y contratando seguridad militar para sobrevivir a un posible colapso de la civilización.

O islas. Durante la pandemia del coronavirus, los agentes inmobiliarios especializados en islas privadas se vieron desbordados por las peticiones de muchos megarricos. Hasta preguntaban si había terreno, ya no para un helipuerto, sino para cultivar (es decir, para tener cierta autonomía alimentaria).

Pero, en realidad, ¿qué puede hacer un búnker contra un fin del mundo de estos que nos muestran las pelis de Hollywood llenas de efectos de ordenador? Ni una isla fortificada. Explica Rushkoff que las islas pequeñas dependen totalmente de los suministros aéreos y marítimos, y los paneles solares deben ser reemplazados y revisados regularmente. Tarde o temprano esos huertos alternativos dejan de ser huertos y pasan a ser, en el mejor de los casos, flora salvaje.

O una granja autosuficiente

Por eso, mejor, una granja. En el libro se cita el caso de JC Cole, antiguo presidente de la cámara de comercio estadounidense en Letonia, que está creando una serie de granjas refugio en el entorno de Nueva York ―no concreta dónde porque dice que "cuanta menos gente conozca las ubicaciones, mejor"―.

La situación será despiadada cuando la escasez de alimentos sea real"

"El principal valor del refugio es la seguridad operativa. Cuando la cadena de suministro se rompa, la gente no tendrá comida. La Covid nos lo mostró cuando la gente empezó a pelearse por el papel higiénico. La situación será despiadada cuando la escasez de alimentos sea real". Por eso los que son lo suficientemente inteligentes para invertir tienen que ser sigilosos", explica el jefe de American Heritage Farms.

Sin embargo, más que granjas, islas o ―como dijo este sábado Yolanda Díaz― mansiones fortalezas en Nueva Zelanda, muchos millonarios se están haciendo un búnker. Tienen donde elegir y sólo es cuestión de dinero. En EE UU, la empresa Rising S construye e instala búnkeres y refugios contra tornados desde 40.000 dólares por uno de 2,5 por 3 metros. Si tenemos 8,3 millones de dólares nos hacen uno de la serie de lujo "Aristocrat", con piscina y pista de bolos.

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Otra empresa llamada Vivos vende lujosos apartamentos subterráneos en lugares fortificados como almacenes de municiones de la guerra fría o silos de misiles. Ofrecen suites privadas para individuos o familias, y zonas comunes más amplias con piscinas, juegos, cines y restaurantes.

Cohetes hacia otros planetas

Pero la vicepresidenta segunda del Gobierno habla de "cohetes para escapar de la Tierra". Hollywood, otra vez las películas, ya nos ha contado la historia de una nave espacial construida a toda prisa para huir y buscar otro planeta, nave en la que sólo caben unos pocos... Pero es que algunos lo están haciendo sin disimulos.

Hay un 100% de posibilidades de extinción masiva de todas las especies", dijo Musk

Elon Musk propone habitar otros planetas, de entrada Marte. "Hay un 100% de posibilidades de extinción masiva de todas las especies", dijo el multimillonario en enero de 2022. Su objetivo es lograr que la humanidad "se convierta en una civilización espacial" le dijo a Time.

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El dueño de X (antes Twitter) ya consiguió en 2008 que el Falcon 1 fuera el primer cohete privado en órbita. El CEO de Tesla y SpaceX asegura que su compañía podrá llevar humanos a Marte en los próximos 5 años o, en "el peor de los casos, 10 años.

"La Mentalidad" al estilo de Silicon Valley

Otro milmillonario como Jeff Bezos, fundador de Amazon, opina que "este planeta es tan pequeño, que si queremos seguir creciendo como civilización, utilizando energía como civilización, la mayor parte debe hacerse fuera del planeta. Este lugar es especial. No podemos arruinarlo".

La mitad de los amigos millonarios de Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, han comprado un "seguro contra el apocalipsis", o sea, un búnker o cosa parecida

Rushkoff dice en su libro que tal vez el apocalipsis no es tanto algo de lo que estos ultrarricos tratan de escapar como una excusa para mantener "la Mentalidad", una certeza al estilo de Silicon Valley de que ellos y su cohorte pueden romper las leyes de la física, la economía y la moral para escapar de un desastre de su propia creación, siempre y cuando tengan suficiente dinero y la tecnología adecuada. Lo que pretenden, asegura el autor, es elevarse por encima de los simples mortales y ejecutar la estrategia de salida definitiva... la suya.

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O como Jonathan Cook ha escrito, "Musk y Bezos están invirtiendo dinero ―mientras lo compensan con impuestos― en el escapismo de las colonias espaciales, con la premisa de la misma explotación tecnológica y la monetización de la naturaleza que han estado haciendo rápidamente inhabitable nuestro propio planeta".

Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, tiene muchos amigos en Silicon Valley que, como él, son multimillonarios. Asegura que la mitad de ellos han comprado lo que llama un "seguro contra el apocalipsis". Han hecho eso que decíamos, comprar una isla o construir un bunker para garantizar SU supervivencia... si eso es posible.