"No hay que tener miedo en absoluto". Así de contundente se ha expresado este martes el consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, en relación a la enseñanza universitaria privada, cuyos criterios de calidad la Junta prevé medir de forma continuada para garantizar que cumpla con los "mismos requisitos" que los centros públicos.

El seguimiento se hará a través de un nuevo servicio de inspección específico en el que la Junta está trabajando para su puesta en marcha a lo largo de esta legislatura. Si bien el consejero ha querido dejar claro que no se tratará de un "elemento policial", sino de "mejora".

Villamandos ha detallado que este sistema "de control" será diferente al que se utiliza con las universidades públicas, del que ha hecho partícipe a órganos como los Consejos Sociales de las universidades o la Cámara de Cuentas, además de las auditorías. En todo caso, ha concretado, la "supervisión del servicio que se presta" en los centros públicos "lo hace esta Consejería".

Dos nuevos centros

El anuncio de esta nueva herramienta se produce el mismo día en el que la comisión del ramo del Parlamento ha aprobado, con los votos del PP-A y Vox y el rechazo del PSOE-A y Por Andalucía, los dictámenes de los proyectos de ley para el reconocimiento de dos nuevas universidades privadas en Andalucía: la CEU Fernando III, en Sevilla, y la Universidad Tecnológica Atlántico-Mediterránea (Utamed), con sede en Málaga, pero con formación online.

El consejero ha puntualizado que el recorrido para que estos centros se pongan en marcha aún es largo. Pero ha insistido en que el nivel de exigencia para los centros privados no es inferior al de los públicos, y que los primeros tendrán "las mismas condiciones" que los segundos. Entre ellas, ha mencionado la verificación de todos sus títulos; que el porcentaje destinado a investigación cumpla con el 5% de su presupuesto, según exigencia legal; o una memoria de actividades. "No queremos que nada empañe el buen prestigio del sistema público universitario andaluz", ha añadido al titular del ramo.

El consejero ha insistido en que "la universidad privada no es competencia para la pública" y ha negado que su irrupción conlleve el "vaciamiento (de alumnos) ni perjuicio directo". Es más, ha señalado que actualmente hay 8.000 andaluces que estudian fuera de la comunidad en universidades privadas. Y ha puesto de ejemplo un centro que conoce bien, la Universidad de Córdoba (UCO), de la que fue rector, un centro de "tamaño medio" que convivió con la Universidad Loyola sin que le supusiera, ha dicho, perjuicio alguno. Al contrario, "le ha animado a competir".