Las azafatas que han pillado a pasajeros teniendo sexo: "Pensaba que estaba durmiendo encima de sus piernas, pero no"

Azafata atendiendo a pasajeros.
Azafata atendiendo a pasajeros.
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Azafata atendiendo a pasajeros.

Ha pasado más de una semana desde que sorprendieron a una pareja teniendo sexo en el baño de un avión de EasyJet con destino a Ibiza y comienzan a surgir dudas sobre el papel del personal de vuelo cuando ocurren estos hechos y, sobre todo, la frecuencia con la que los presencian. ¿Viven muy a menudo las azafatas escenas como estas?

Natalia, azafata de vuelos transoceánicos, cuenta a 20minutos la "surrealista" escena que vivió en un trayecto Madrid-Santo Domingo. "Estábamos pasando mi compañera y yo con el trolley para dar de comer a los pasajeros y cuando llegamos a las últimas filas había una chica apoyada entre las piernas de un chico", relata la tripulante.

"Estaba con una chaqueta en la cabeza", detalla Natalia, que creía, equivocadamente, que la turista estaba dormida: "Pensaba que estaba durmiendo encima de las piernas del chico, pero no".

"Yo iba diciendo 'carne o pescado', y ya me di cuenta de que estaba comiendo carne"

"De repente eso empezó a moverse y le estaba haciendo una felación", explica entre risas la azafata, que bromea sobre el servicio de comida que ofrecía: "Yo iba diciendo 'carne o pescado', y ya me di cuenta de que estaba comiendo carne".

La trabajadora de vuelo describe que cuando se acercaron, la pasajera les escuchó llegar y paró de hacer el movimiento: "Se quedó quieta e hizo como que estaba durmiendo, pero tampoco dije nada porque el avión iba un poco vacío y era más discreto". 

"Una posición un poco rara"

El azafato A.M.R también cuenta a este periódico la peripecia que vivió en un vuelo estival Ibiza-Barcelona en el que "la mitad del avión iba medio piripi". Asegura que cuando estaba dando servicio quiso ir al baño, pero estaba ocupado. Tras esperar unos minutos, volvió a intentarlo y la puerta seguía cerrada.

"Me quedé un poco extrañado, pero como a veces bloqueamos los baños  pensé que lo habría dejado bloqueado", explica el tripulante. Tras tocar la puerta sucesivas veces y no obtener respuesta, decidió abrir y encontró a "un señor y una señora de unos 40 años, ibicencos, que se les ve que les gusta la fiesta, en una posición un poco rara".

"Yo creo que iban borrachos", declara entre carcajadas el profesional de vuelo, que cerró la puerta "rápido" y pidió a los pasajeros "que salieran porque no se podía hacer eso en el avión". Cuando salieron "a los dos minutos, riéndose", el azafato les dijo amablemente que aquella conducta es de "mala educación". "Qué voy a hacer, mi compañero y yo nos echamos unas risas y tampoco dio para más juego", concluye.

La manta, el elemento más común

La azafata N.C. expone a este diario su 'top 3' de escenas sexuales de las que ha sido testigo, y adelanta que "no son nada agradables" de vivir. "Alguna vez he tenido que comprobar que alguien se masturbaba debajo de la manta", denuncia la tripulante, que tuvo que pedirle al hombre que parase, tras el aviso de la pasajera de al lado.

El segundo testimonio se asemeja al manifestado por Natalia: "Otra vez en business, con las luces apagadas, una chica tenía la cabeza debajo de la manta en lo que parecía una felación a su compañero". Apunta que en estos casos "siempre es desagradable decirles que paren", e insiste en que "creen que nadie se da cuenta, pero al final todo el avión está incómodo".

"Se bajó el pantalón y el calzoncillo y se sentó directamente con el culo en la rampa porque decía tener mucho calor"

El último caso que recuerda tuvo lugar hace unos años, en el que vio a un hombre que "se bajó el pantalón y el calzoncillo y se sentó directamente con el culo en la rampa porque decía tener mucho calor". La azafata celebra que "hace tiempo" no vive situaciones como estas y espera que así siga siendo.

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