Indignación en el Gobierno contra el expresidente José María Aznar. El Ejecutivo en funciones ha censurado los "llamamientos golpistas" del que fuera habitante de la Moncloa entre los años 1996 y 2004 después de que el exlíder del Partido Popular haya instado a la "masa crítica nacional" a decir "basta ya" al proyecto de Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo en funciones, si aprueba una ley de amnistía, una de las condiciones que ponen para investirle como presidente las formaciones independentistas de ERC y Junts.

"Resultan de extrema gravedad estas declaraciones, que se parecen más a pronunciamientos golpistas que a los de un expresidente del Gobierno", ha lanzado Isabel Rodríguez, portavoz del Ejecutivo. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado este martes, se ha preguntado en voz alta "qué será lo siguiente". "¿La llamada a un alzamiento?", ha continuado.

En este punto, la también ministra de Política Territorial en funciones ha instado a Alberto Núñez Feijóo, actual presidente del PP, a "rectificar, en aras al interés de nuestro país". “Por lo que representa su figura [de expresidente], ya que sus declaraciones no tienen ni valor político ni valor moral", ha añadido. Rodríguez ha opinado que los "llamamientos golpistas en el PP no son nuevos” y ha cargado directamente contra Aznar al acusarle de "utilizar el mayor atentado terrorista de España", en referencia al 11-M.

Antes, Aznar había arremetido contra la posible amnistía a los políticos catalanes que fueron protagonistas de los hechos ocurridos el 1 de octubre de 2017 al opinar que "convierte en legítima una gravísima intentona sediciosa contra la integridad constitucional" y supondría además "una invitación a volver a hacerlo". Así, se mostró este martes muy tajante en su descontento, hasta el punto de pedir la movilización al grito de "¡Basta ya!". "España no va a volver a un sistema basado en la exclusión, en el sectarismo ni en la destrucción programada de la nación", pronosticó el exlíder del Ejecutivo, que confía en la "fortaleza de la sociedad española" ante otros momentos convulsos de su historia: "La involución, el terrorismo y la sedición han querido frustrar nuestra voluntad de convivencia".

En este sentido, el expresidente dijo dice no reconocer al Partido Socialista actual, al que acusa de "monitorizar el secesionismo" y de representar a "la izquierda más irresponsable e insolidaria que reniega de la ciudadanía democrática, libre e igual". "Ningún estado democrático puede aceptar lo que aquí en España quiere hacerse pasar por normal", denunció.