Estos son los cuidados básicos que debemos tener en cuenta si queremos tener caballos en nuestra finca

Una niña junto a su caballo.
Una niña junto a su caballo.
PIXABAY
Una niña junto a su caballo.

Los animales forman parte de nuestra vida y, cuando hablamos de mascotas, aunque normalmente pensamos siempre en perros y gatos, la realidad es que las especies con las que llegamos a establecer fuertes vínculos son muchísimas y muy variadas. Una de ellas es el caballo.

Compartir nuestra vida con un caballo no es algo que podamos hacer con tanta facilidad como un gato o un perro, ya que estos animales requieren de unos cuidados específicos y, por supuesto, de un mayor espacio para tenerlos de forma adecuada y velando por su bienestar.

No obstante, si contamos con una pequeña finca y queremos aventurarnos en el mundo ecuestre, antes debemos informarnos sobre el coste (no solo el económico, también de tiempo) que conlleva mantener uno o más caballos y, sobre todo, qué necesitan para tener una vida feliz y forjar un fuerte vínculo con nosotros.

Lucie Crehalet, amante de los caballos con más de diez años de experiencia en sus cuidados y fundadora del podcast The Modern Rider, nos detalla cuáles son los pilares básicos que tenemos que conocer a la hora de mantener a estos animales.

El espacio necesario para los caballos

Uno de los aspectos más importantes a la hora de mantener a nuestros caballos en las condiciones adecuadas es proporcionarles el espacio necesario, el cual depende de varios factores, según Crehalet. "Generalmente se recomienda proporcionar al menos una hectárea de pasto por caballo para permitir un pastoreo adecuado y el ejercicio necesario", expresa.

"Sin embargo, entendemos que no todos disponen de tanto espacio y, aquí es donde entran en juego soluciones creativas para garantizar el bienestar de los caballos", añade la divulgadora. "Una opción es diseñar un paddock paradise o establo activo con pistas, que permita a los caballos moverse durante el día".

Las piscinas de arena o la incorporación de piedras en ciertas áreas estimulan tanto el aspecto mental, como el físico del caballo

Estos diseños guían a los caballos para que generen movimiento mientras buscan agua, comida o refugio, por ejemplo. En este sentido, es importante que los puntos de agua y comida estén ubicados en lugares opuestos, para así obligar a los animales a caminar y moverse para acceder a los recursos esenciales.

"Además, proporcionar un cobertizo es fundamental para proteger a los caballos del viento y la lluvia", añade Crehalet. "Se recomienda tener al menos una parte cerrada en el cobertizo para ofrecer un refugio adecuado y, a medida que mejoremos el espacio, podemos considerar agregar características adicionales como piscinas de arena o la incorporación de piedras en ciertas áreas que estimulen tanto el aspecto mental, como el físico del caballo".

Alimentación y ejercicios

Otro pilar fundamental que tendremos que cuidar para velar por el bienestar de nuestros caballos es su alimentación. "La dieta equilibrada de un caballo es fundamental para su salud y rendimiento óptimos", asegura Crehalet. "El forraje y heno de calidad (que supera a la paja en valor nutricional) o la hierba fresca es la base esencia de su alimentación, proporcionando la fibra necesaria para mantener una digestión saludable y una buena salud dental".

"Además, algunos caballos pueden necesitar concentrados y suplementos, cuya cantidad y tipo varía según las necesidades individuales, la edad y el nivel de actividad del caballo", añade la experta. "La dieta debe ser ajustada de manera individual, considerando factores como la salud y las alergias alimentarias del caballo".

Por este motivo, Crehalet recomienda acudir a un nutricionista equino, que diseñe una dieta personalizada para nuestro caballo. "Aunque esto puede implicar un coste adicional (que ronda los 90 euros por caballo), es una inversión que puede ahorrar gastos veterinarios futuros y garantizar el bienestar a largo plazo del caballo".

Una mujer junto a sus caballos.
Una mujer junto a sus caballos.
PEXELS

En cuanto al ejercicio físico y las actividades necesarias que debemos practicar con nuestros caballos para que estén sanos y felices, Crehalet insiste en la idea de proporcionarle un entorno adecuado a nuestros caballos para ayudarles a moverse. 

"Además de esto, hay diversas actividades y ejercicios que pueden enriquecer su vida y mantenerlo mentalmente alerta, como introducirlo a entornos variados (subidas, bajadas y terrenos irregulares)", ejemplifica la divulgadora. "Estos cambios desafiantes en el terreno estimulan la propiocepción del caballo, lo que lo obliga a ajustar su postura y movimiento, beneficiando su salud muscular y, al mismo tiempo, esta exploración del entorno supone una valiosa estimulación mental que fomenta su curiosidad".

Podemos ofrecerle nuevos entornos a nuestro caballo tanto a pie, como montando, ya que según Crehalet, de cualquiera de las dos formas, "se fortalece el vínculo entre el jinete y el animal, ya que juntos descubren y superan obstáculos".

Accesorios y la higiene del caballo

En cuanto a la higiene, la divulgadora explica que debemos revisar con regularidad el cuerpo del caballo, para identificar heridas, golpes o zonas calientes al pasar la mano por su piel. "El kit básico de limpieza debería incluir un limpiacascos, una rasqueta y un cepillo", detalla.

"Es crucial mantener limpias las partes del caballo sobre las cuales vamos a usar material como la silla de montar, para prevenir fricciones y heridas", añade. "Respecto a las crines y la cola, es importante entender que su longitud no solo es estética, sino que también desempeña un papel importante en la protección del caballo contra las moscas".

En este sentido, Crehalet detalla que se pueden recortar ligeramente si la cola toca el suelo, por ejemplo, pero siempre asegurándonos de no cortar por encima de la altura del menudillo, recomendando la plataforma de formación Caballos de Cerca, para aquellos interesados en realizar el curso sobre cuidados básicos del caballo.

Es esencial revisar los cascos todos los días para asegurarse de que no haya piedras u objetos extraños y que la ranilla está sana

Otra parte del cuerpo que debemos cuidar bien son los cascos del caballo, ya que, como dice el dicho "sin pie, no hay caballos", recuerda. "Es esencial revisar los cascos todos los días para asegurarse de que no haya piedras u objetos extraños y que la ranilla está sana, especialmente en terrenos húmedos".

"Además, es fundamental programas visitas regulares de un profesional en podología equina o herrador, al menos cada seis semanas, para garantizar un mantenimiento adecuado y la salud general de los cascos", aconseja Crehalet.

Por último, la divulgadora recuerda que la salud dental del caballo es tan importante como todo lo anterior. "Se recomienda una revisión anual por parte de un dentista equino para asegurarse de que todo esté en orden y para realizar cualquier ajuste necesario en los dientes", expresa. "Esto garantizará que el caballo pueda comer fácilmente y evitará posibles molestias o problemas que puedan afectar a su bienestar general".

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