Material escolar adaptado: "Muchas veces creemos que un niño no es capaz de hacer algo y solo es que no tiene las herramientas"

Niña con material escolar
Niña con material escolar
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Niña con material escolar

En los próximos días, miles de niños inician un nuevo curso escolar y sus familias se apresuran ya por hacerse con todo el material necesario para el comienzo de las clases. Desde pinturas, lápices o tijeras, hasta estuches, libros y cuadernos, nada debe faltar en la mochila. En el caso de niños con necesidades educativas especiales, derivadas de una discapacidad intelectual, muchos de ellos, debido a sus problemas de motricidad fina o de atención, necesitan material adaptado que les facilite el seguimiento de las clases y mejore su rendimiento escolar.

Este material adaptado forma parte de las adaptaciones curriculares poco significativas, en concreto, de las denominadas "adaptaciones de acceso", dirigidas a facilitar a los alumnos el acceso al currículo. "Ahí incluimos todas las adaptaciones relacionadas con la transmisión de comunicación, los sistemas aumentativos y alternativos de comunicación, que los documentos sean accesibles, el mobiliario, las adaptaciones de bolígrafos, lápices…", explica Paloma Cid, terapeuta ocupacional y jefa del Departamento de Autonomía Personal de Fundación ONCE. Todas estas adaptaciones, subraya Cid, "se hacen de una manera personalizada, analizando y evaluando la situación de cada alumno".

De esta forma, las adaptaciones de acceso pueden incluir aspectos generales como la adaptación del entorno físico, "fundamental en todas las discapacidades y que forma parte del diseño universal ya que le viene bien a toda la comunidad educativa" o el mobiliario específico, desde "una mesa regulable en altura o con escotadura, que es aquella que tiene un agujero en el centro para que el niño pueda apoyar bien los antebrazos", hasta atriles que favorecen la fijación visual en el objeto, la coordinación ojo mano y mantener una postura más erguida. También el uso de materiales antideslizantes para "facilitar que un elemento de la mesa se quede fijo y sea más fácil para el niño manipular".

Apoyos visuales

En cuanto al material escolar, las opciones son múltiples y muy variadas. Las hay adaptadas a cada tipo de discapacidad y necesidad específica del alumno, aunque lo ideal es, según apunta Cid, "procurar tener materiales que sean tan versátiles que los puedan utilizar todos los niños porque tengan diferentes maneras de usarlo". "Podemos encontrar material educativo al que podemos hacer adaptaciones específicas o incluso buscar en el mercado material que se adecue más a las capacidades de los alumnos", señala.

Para las personas con discapacidad intelectual es especialmente beneficioso la secuenciación de tareas y el establecimiento de rutinas. Por ello, cualquier tipo de material que lo fomente será útil en su día a día. De esta forma, por ejemplo, existen productos de apoyo como relojes, para marcar los tiempos, o estuches, calendarios y agendas visuales, para establecer rutinas: "Con niños con discapacidad intelectual se utilizan mucho los apoyos visuales, como las agendas. Antes eran físicas, pero ahora mismo tenemos también las tecnologías y podemos utilizar aplicaciones que nos permitan secuenciar, anticipar, fraccionar tareas, establecer rutinas, etc. Este material servirá para tranquilizar y dar seguridad en el aula al alumno".

Existen pulseras de escritura, agarradores específicos para lápices como guantes, adaptadores para pinceles o rotuladores que se sujetan con toda la palma…

Material para problemas de motricidad fina

Por otro lado, muchos niños con discapacidad intelectual tienen problemas de motricidad fina, es decir, dificultad para producir movimientos pequeños y precisos. En estos casos, la terapeuta ocupacional proponer preguntarse: ¿Qué tiene que manipular el niño? ¿Qué capacidades hacen falta para ello? Y, si no cuenta con ellas, ¿qué maneras alternativas tengo de llevarlo a cabo? De esta forma, si el alumno tiene dificultad para, por ejemplo, pasar la página de un libro, "se puede adaptar poniendo solapas y que le resulte más fácil".

El niño también puede tener problemas de agarre del lápiz, pinturas o utensilios similares. Para facilitar esta labor existen múltiples opciones, más estándar como utilizar ceras más gruesas, hasta productos adaptados como pinturas para colocar directamente en los dedos, sin necesidad de agarre. Además, también se pueden encontrar, asegura Cid, "pulseras de escritura, agarradores específicos para lápices como guantes, adaptadores para pinceles o rotuladores que se sujetan con toda la palma, etc". "Cada vez hay más material y siempre tenemos la opción de personalizarlo con goma eva, goma espuma o fimo", señala.

Por otro lado, también existen tijeras adaptadas, "de apertura fácil, de doble agarre, más grandes o que pesan más o menos. Incluso podemos modificarlas con texturas para dar más información a ese alumno. También existen unas tijeras que colocas en un soporte sobre la mesa, de tal manera que el niño no tiene más que dar un golpe para ir cortando". Estas adaptaciones las encontramos en otros productos como las reglas, "flexibles, de lectura, para poder centrar y leer una sola línea". Además, recalca, para niños que tiendan a morder las cosas, es importante prestar atención a que los componentes de estos productos no sean tóxicos o no se rompan al morder.

Asimismo, los niños con problemas de motricidad fina tienen dificultad para manipular elementos pequeños como cremalleras por lo que, en estuches o mochilas, se pueden utilizar otro tipo de cierres, como imanes o velcro o, en el caso de usar cremalleras, "enganchar en su agujero un elemento más grande y fácil de asir".

Adaptaciones en dispositivos tecnológicos

La tecnología tiene cada vez más presencia en la educación de los niños, especialmente en aquellos con necesidades educativas especiales, para los que los dispositivos electrónicos ofrecen un amplio abanico de posibilidades, por ejemplo, como herramientas de comunicación. Tanto los dispositivos de entrada (teclados, ratones y pantallas táctiles) como de salida (visual o auditiva) son susceptibles de adaptaciones. "Hay que pensar en los tamaños de las letras, en dónde están ubicados los iconos dentro de una pantalla, porque a lo mejor el niño tiene un problema de motricidad y le resulta más sencillo pulsar elementos que estén a cierta altura o lado", señala la terapeuta ocupacional.

Es recomendable que las familias se asesoren antes por todos los profesionales que tienen alrededor

Así, los teclados adaptados suelen contener teclas de gran tamaño para facilitar la pulsación, además de códigos de colores que permiten identificar los grupos de letras de forma rápida y sencilla. En cuanto a los ratones, pueden ser de diferentes tamaños y formatos, pero será importante que cuenten con botones grandes e incluso tengan pulsadores. "En muchos casos, aunque la persona motóricamente tenga un acceso directo, puede utilizar un pulsador porque eso le da la posibilidad de hacer una tarea más secuenciada o sencilla", señala Cid.

Marcas especializadas

Parte de este material escolar estará accesible en las tiendas habituales de venta de este tipo de productos, pero una gran parte lo encontraremos en empresas especializadas que venden por Internet, como es el caso de Hop'Toys, empresa especializada en la distribución de juguetes adaptados; Qinera, dedicada a la distribución de productos, servicios y tecnología para personas con discapacidad; Eneso, encargada de desarrollar, distribuir y adaptar ayudas técnicas. En Internet también encontramos a Dideco, empresa que, a pesar de no estar especializada en discapacidad, cuentan con una gama muy amplia de productos que pueden encajar con las necesidades de estos niños.

"No siempre es fácil ver físicamente estos productos, pero hay empresas que se desplazan y hacen valoraciones", señala la terapeuta ocupacional. No obstante, Cid recomienda a las familias "asesorarse antes por todos los profesionales que tienen alrededor". Además, cabe destacar que, en algunos casos, será necesario adaptar el producto. En ello, la figura del terapeuta ocupacional cobra un papel fundamental, ya que es conocedor de las necesidades individuales del alumno.

Participación y mejora del rendimiento escolar

Contar con material escolar adaptado tendrá un impacto directo en el rendimiento escolar del niño, quien podrá participar como cualquier otro en el curso de la clase. "Esto se ve muy bien en las adaptaciones que tienen que ver con la comunicación. Cuando tu permites que un niño que no tiene habla se comunique con un dispositivo que tiene salida de voz y pueda interrumpir la clase, la transformación es inmediata, porque de repente tiene una entidad y una presencia en esa clase y es tenido en cuenta", señala la terapeuta ocupacional.

Es fundamental, para que su autoestima se vea reforzada, cómo los demás perciben el desempeño de esa persona

Eso influirá directamente tanto en su autoestima como en la de su familia. "Mejora la imagen que otros iguales e incluso los adultos tienen de esa persona. Muchas veces creemos que un niño no es capaz de hacer algo y simplemente es que no tiene las herramientas con que solventar esa situación. Es fundamental, para que su autoestima se vea reforzada, cómo los demás también perciben el desempeño de esa persona", señala Cid.

Pero, más allá de su rendimiento escolar, subraya la terapeuta ocupacional, disponer de estas adaptaciones supone dar igualdad de oportunidades a todos los niños. "Siempre hay que pensar en cómo facilitar porque esos facilitadores van a tratar de equiparar esas oportunidades", afirma.

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