Primera bronca en el Congreso por los grupos de ERC y Junts y el reparto de 'butacas'

El presidente Pedro Sánchez conversa con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, este jueves en el Congreso.
El presidente Pedro Sánchez conversa con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián
EFE
El presidente Pedro Sánchez conversa con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, este jueves en el Congreso.

No ha hecho falta que se celebre un Pleno -sin contar el inaugural- para que el Congreso de los Diputados haya vivido la primera bronca de la legislatura. El motivo ha sido la conformación de grupo propio de ERC y Junts, la decisión de aumentar el número de portavoces adjuntos y el reparto de escaños en el hemiciclo. Esto último ha provocado especialmente el cabreo en el PP al verse desplazados, pero no solo: los 'populares' también se han opuesto a los otros dos asuntos, aunque el último se volverá a debatir la semana próxima.

Con todo, ya es oficial que ERC y Junts contarán con grupo propio en el Congreso de los Diputados, lo que otorga beneficios económicos y de representación. Así lo ha aprobado la Mesa gracias a la mayoría que conforman el PSOE y Sumar. Ambos han cedido diputados -cuatro los socialistas y otros dos los de la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz- para que la decisión pueda producirse, toda vez que no se cumplían los requisitos necesarios -tener 15 diputados, haber sumado el 15% de apoyo en todas las circunscripciones a las que se hayan presentado o un mínimo de cinco escaños más el 5% de los votos del conjunto de España-.

Cabe recordar que esta decisión supondrá que los independentistas vayan a tener más minutos de intervención en los plenos y más dinero: cada grupo parlamentario recibe de manera mensual una subvención mensual fija de más de 30.000 euros y una variable -en función del número de diputados- de casi 1.750 euros por señoría.

Para el PP, la cesión de diputados supone "un fraude electoral y de ley" y que se esté "negociando con los derechos de los diputados como moneda de cambio". Fuentes de la formación dicen que el artículo 23.2 del reglamento de la Cámara marca que dos diputados no pueden estar en grupos distintos. Desde el PSOE, no obstante, apuntan a que es una decisión que "favorece el trabajo parlamentario" y citan una sentencia del Tribunal Constitucional de 2017 que lo avala, además de "la tradición parlamentaria". Defienden, por tanto, que se ha hecho en otras ocasiones, como cuando el PNV y CC lo hicieron en la década de 1990 o el PSOE con ERC en 2004. 

Asimismo, los 'populares' también han votado 'no' a que los grupos parlamentarios pequeños -que, además, serán en su mayoría los potenciales socios del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez- tengan un portavoz adjunto más y, por lo tanto, tener más voz en la Junta de Portavoces. Los socialistas repiten que es una práctica que asegurará un mejor trabajo en la Cámara Baja y se respetará así la equidad de los grupos -que serán nueve en total-. Esta decisión aumenta también la dotación económica para dichos grupos.

Eso sí, la polémica ha ganado intensidad con un punto cuya resolución se ha pospuesto a la próxima semana: el sitio en el que se sentará cada partido en el hemiciclo. El Partido Popular pretende retener toda la parte derecha de la Cámara con sus 137 diputados y piden que Vox se siente en la zona central, para no ser así desplazados. Ponen como ejemplo el sitio que se le dio a Ciudadanos en la legislatura corta presidida por Patxi López. PSOE y Sumar, no obstante, pretenden ubicar a Vox con el PP en la derecha y dar los escaños centrales del hemiciclo -de más visibilidad- a grupos como el PNV, ERC, EH Bildu o Junts.

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