El Código Civil recoge el derecho a heredar "todos los bienes, derechos y obligaciones de una persona, que no se extingan por su muerte", según lo acordado previamente en el testamento, pero existen casos en los que los herederos se quedan sin percibir esa herencia como el maltrato psicológico siempre que haya pruebas.
El maltrato psicológico es uno de los motivos por los que una persona puede privar a otra de un heredamiento, aunque no siempre, según lo recogido en la Ley. Las pruebas son vitales para demostrar el maltrato psicológico y poder llevar a cabo una desheredación.
Esas pruebas deben demostrar que existe dicho maltrato y que este sea unilateral por lo que debe ser realizado por el descendiente hacia el ascendiente y que el comportamiento no sea recíproco, pues no sería posible llevar a cabo la desheredación por maltrato psicológico.
Un ejemplo de pruebas válidas serían los testimonios de terceros así como informes médicos o psicológicos, e incluso mensajes, grabaciones de audio o video.
Motivos legales para desheredar
A parte del maltrato psicológico, existen otros motivos legales para desheredar a una persona.
Una de las causas más comunes es la de atentar contra la vida del testador o sus familiares, es decir, si han condenado en juicio al heredero por haber atentado contra la vida del testador, su cónyuge, descendientes o ascendientes.
Por último, una de las posibles causas de desheredación puede llegar por la vía de indignidad para suceder, que englobaría a todos los herederos legitimarios si han sido condenados por un delito grave contra el testador o han acusado falsamente al testador de un delito.
Impedir que se modifique el testamento o alterarlo mediante amenaza, fraude o violencia, también es otro motivo para la desheredación.
La falta de relación no permite afirmar el maltrato psicológico
Recientemente, una sentencia del Tribunal Supremo del 19 de abril de 2023 que recoge El Economista, se basó en el artículo 853.2.ª del Código Civil para confirmar una desheredación por maltrato psicológico de unos hijos a sus padres.
Concretamente, el padre decidió desheredar a sus dos hijos por una falta de trato además de maltrato de obra e injurias graves, pero una de sus hijas negó estas declaraciones y recurrió ante la Audiencia Nacional porque consideraba que era una desheredación injusta.
La Audiencia Nacional le dio la razón al padre, "negando la falta de relación y, además, considerando que esa falta de interés dilatada en el tiempo pudo revestir tal gravedad para acabar causando daño emocional y físico en el testador, pudiéndose acudir al artículo 853.2.ª del Código Civil considerándose como maltrato de obra", según recoge Huffington Post.
La chica volvió a recurrir, esta vez al Tribunal Supremo, que consideró que "la falta de relación no permite afirmar, salvo en el terreno especulativo, la existencia de un maltrato psicológico ni de un abandono injustificado, sobre lo que no existe prueba alguna".
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