
El 'hombre del hielo' no fue quien creíamos. Le 'conocimos' cuando en 1991 una pareja de alpinistas descubrió su cadáver momificado en un glaciar, y, desde entonces, se convirtió en un símbolo y nuestra mejor fuente de conocimiento de cómo era la vida de los cazadores europeos. Sin embargo, un nuevo estudio que cuenta con tecnología mucho más avanzada que la de entonces, revela que muchas de las cosas que creímos sobre él, no eran ciertas.
Lo que sabíamos, o creíamos saber
La momia Ötzi ha sido estudiada meticulosamente desde su descubrimiento: desde sus ropajes, su estómago, hasta su grupo sanguíneo... los científicos lo saben todo. Aunque no siempre ha sido así.
En 2012, cuando se publicaron los resultados del primer análisis del ADN nuclear, se determinó que "probablemente tenía ojos marrones, pertenecía al grupo sanguíneo O y era intolerante a la lactosa". Además, se le denominó el 'hombre tirolés', emparentándolo con habitantes del mar Tirreno -lo que hoy es Córcega y Cerdeña- y con ancestros de las estepas del este.

Además, a pesar de que los resultados no decían nada sobre el color del cabello ni de la piel, la reconstrucción que se hizo sobre el hombre prehistórico fue la de un cazador de piel clara y melenudo.
Los nuevos descubrimientos
Ahora, el nuevo trabajo publicado en Cell Genomics, ha demostrado que ni era del este, ni era blanco, ni tenía pelo. "El análisis fenotípico reveló que el hombre de hielo probablemente tenía una piel más oscura que los europeos actuales y portaba alelos de riesgo asociados con la calvicie de patrón masculino, la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico relacionado con la obesidad". De hecho, aseguran que lo más probable es que Ötzi se pareciera más a la momia que a su reconstrucción.

Además, ahora se sabe también que Ötzi no fue cazador, sino agricultor. Lo dicen sus genes: “Hay variantes en los genes que son polimórficas en humanos, donde una variante proporciona una mejor adaptación a una dieta rica en grasas animales (en los inuit, por ejemplo) y otras son mejores para digerir la grasa vegetal. El hombre de hielo tenía estas últimas. Estaba mejor adaptado a una dieta basada en plantas, lo que generalmente acompaña a un estilo de vida agrícola”, cuenta Johannes Krause, autor del estudio.
#Ötzi: dark skin, bald head, Anatolian ancestry. High-quality sequencing of his genome gives new insights. Study in @CellGenomics by an intl. team led by Ke Wang, Johannes Krause & @AlbZink. @MPI_EVA_Leipzig @EURAC @oetzimuseum https://t.co/yBx6CEm3WB & https://t.co/NrmLfA3q9p pic.twitter.com/5AdjRS6405
— MPI-EVA Leipzig (@MPI_EVA_Leipzig) August 16, 2023
Un hombre asiático asesinado
Cuando se estudió por primera vez a Ötzi los científicos determinaron un origen estepario, de antiguos pastores provenientes de Europa del este y Asia central, sin embargo, algo fallaba: la gente de la estepa no llegó al continente europeo hasta 1000 años después de su muerte. Su genoma no estaba perfectamente secuenciado. Había contaminación del ADN moderno.
Ahora saben que Ötzi fue uno de los primeros agricultores del Neolítico, procedentes de Anatolia, que llegaron a Europa. Sin embargo, muestra un aislamiento genético que solo se explica porque vivía en los valles alpinos.
Determinar su muerte fue una tarea compleja que llevó casi 10 años hasta que, finalmente, Paul Gotsner, radiólogo del hospital de Bolzano localizó la punta de una flecha en el hombro izquierdo de la momia. Esa herida, suponen los científicos, le paralizó el brazo y murió desangrado.
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