El 15 de agosto es un día negro para los afganos. Hace dos años, en este día, las fuerzas talibanes entraron en Kabul y el gobierno apoyado por Estados Unidos y Occidente se vino abajo. Un gobierno que se estableció durante los últimos veinte años a un costo de miles de millones de dólares.
La recuperación de Afganistán por parte de los talibanes y la caída del gobierno anterior sumieron al país en una enorme crisis política, económica, de seguridad, social y humanitaria que no solo no ha disminuido después de dos años, sino que aumenta cada día.
En el segundo aniversario de la caída de Kabul, los usuarios de las redes sociales mencionan el 15 de agosto como el día del "Afganistán Negro" y escriben que este país ha retrocedido 20 años bajo el gobierno talibán.
Después de llegar al poder, los talibanes abolieron la constitución del gobierno anterior, disolvieron algunos departamentos gubernamentales e impusieron amplias restricciones a las mujeres y la libertad de expresión. Según los expertos, Afganistán, que había logrado muchos logros en varios campos durante los 20 años de presencia de Occidente, perdió todos cuando los talibanes llegaron de nuevo al poder.
En los primeros días de su desembarco en Kabul, este grupo afirmó que sus políticas y su enfoque habían cambiado en comparación con el primer período de su gobierno, pero su gobierno de dos años ha mostrado que no ha habido cambios en sus pensamientos extremistas.
Su gobierno de dos años ha mostrado que no ha habido cambios en sus pensamientos extremistas
Los informes indican que, durante los últimos dos años, los ciudadanos afganos han pasado momentos difíciles bajo el gobierno de los talibanes. Especialmente las mujeres y niñas. Al poco de tomar el control del país, los talibanes volvieron a imponer amplias restricciones contra las mujeres.
Tras entrar en Kabul, este grupo prohibió que las mujeres que trabajaban en oficinas gubernamentales asistieran a las oficinas y bloqueó las puertas de las escuelas a las niñas mayores de sexto grado. En septiembre de 2022, las puertas de la universidad se cerraron también. Las alumnas recuerdan este día como el peor día de su vida. Los informes indican que más de un millón de niñas se han visto privadas de educación.
En su primera orden, este grupo disolvió el Ministerio de Asuntos de la Mujer y lo convirtió en el Ministerio de Prosperidad, que ha impuesto las más severas restricciones contra las mujeres.
En los últimos dos años, el gobierno talibán ha emitido varios decretos para restringir sus derechos, como la obligación de cubrirse la cara en lugares públicos, también a las presentadoras de televisión o el cierre de las peluquerías para mujeres, con miles de ellas perdiendo sus trabajos y la oportunidad de ganar el pan para sus familias. Varias manifestaciones pacíficas de mujeres en Kabul y otras ciudades han sido reprimidas, y las fuerzas talibanes arrestaron a decenas de mujeres que protestaban y torturaron a algunas de ellas de la manera más brutal.
Anteriormente, Sirajuddin Haqqani, ministro del Interior de los talibanes, admitió que había entrenado a cientos de terroristas suicidas y que estaban listos para llevar a cabo ataques. Hace unos meses, dijo en una reunión en la provincia de Kandahar que 1.500 miembros de la red Haqqani han cometido ataques suicidas en la última década y media.
El año pasado, los talibanes anunciaron la creación de un "escuadrón suicida" con el nombre de "Lashkar Mansouri" en la ciudad de Faizabad, capital de la provincia de Badakhshan. Más de mil terroristas suicidas están listos. Varios ciudadanos afganos dicen que los talibanes pueden ser peligrosos no solo para Afganistán sino para el mundo entero.
Respecto a los medios, se han registrado unos 370 casos de violación de la libertad de los medios de comunicación y de los periodistas durante los dos años de gobierno de los talibanes en Afganistán. El informe del Afghan Journalists Center señala que en los últimos 24 meses hay constancia al menos 366 incidentes, incluyendo amenazas, arrestos y tratos violentos. Los hechos registrados incluyen tres casos de muerte de trabajadores de los medios; 23 casos de lesiones a periodistas y 176 detenciones temporales, algunas de las cuales tienen una duración de meses. Durante este período se han registrado 139 casos de amenazas y 25 incidentes de violencia física y palizas. Según este informe, 9 periodistas y trabajadores de los medios que fueron detenidos por los talibanes, siguen en prisión.
Los hallazgos del informe de dos años del Centro de Periodistas Afganos muestran que los talibanes han preparado y aplicado al menos seis instrucciones especiales relacionadas con los medios sin tener en cuenta la opinión de los periodistas. Estas directrices, cuyas bases jurídicas y legales no están definidas y en algunos aspectos son poco claras y ambiguas, se han convertido en la base para aumentar las restricciones a los medios y periodistas libres.
El Centro de Periodistas Afganos ha dicho: "La implementación de estas instrucciones, que va acompañada de presiones, amenazas, intimidación e incluso arrestos generalizados de periodistas, ha llevado la autocensura a su punto máximo y prácticamente ha llevado al colapso de los medios libres".
Según este informe, en los últimos dos años, casi la mitad de los 600 medios de comunicación activos durante el régimen republicano han dejado de operar debido a los crecientes problemas económicos y al aumento de las restricciones laborales. Además, el Centro de Periodistas Afganos ha dicho que durante este período, cientos de periodistas y trabajadoras de los medios, especialmente mujeres periodistas, han perdido sus trabajos o han abandonado el país, y este proceso continúa.
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