Fue hace un mes. El Gobierno de los talibanes anunció la prohibición de las peluquerías y salones de belleza para mujeres en Afganistán (unos 12.000) y dio un plazo de un mes para el cierre de todos los establecimientos. Es la más reciente de una serie de bárbaras restricciones "basadas" en la rígida y terrible (literalmente) interpretación de la ley islámica que hace el régimen talibán, de cuyo regreso se cumplen ahora dos años.

"Con esta peluquería al menos podíamos cubrir nuestras necesidades diarias, pero el gobierno talibán hace cada día más estrecho el espacio en el que se pueden mover las mujeres... Me preocupa qué hacer hora. ¿Quién me alimentará a mí y a mi familia?", contó Roya, una peluqueras que trabajaba con su madre y su hermana. Su testimonio lo ha recordado en 20minutos la periodista Khadija Amin.

Detrás del cierre de peluquerías y salones de belleza está el Ministerio de la Virtud y el Vicio (Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, según su nombre completo). Como recuerda la BBC, ya existía antes de que los talibanes llegaran al poder, pero se amplió durante su gobierno, entre 1996 y 2001.

"El gobierno taliban hace cada día más estrecho el espacio en el que se pueden mover las mujeres"

Luego, tras la invasión de Afganistán liderada por Estados Unidos en 2001, el diabólico ministerio fue disuelto, aunque en 2006 el entonces presidente Hamid Karzai restableció un departamento similar pero menos poderoso. Se encargaba y se encarga de desplegar a la llamada policía de la moralidad para hacer cumplir la interpretación talibán de la ley islámica, conocida como Sharia. Un acción la suya que nos recuerda a lo que también ocurre ahora en el Irán de los ayatolás.

Una crisis humanitaria continua

"La población afgana vive una pesadilla humanitaria y de derechos humanos bajo el régimen talibán", afirma Fereshta Abbasi, investigadora sobre Afganistán de Human Rights Watch. "Los dirigentes talibanes deben rechazar urgentemente sus normas y políticas abusivas, y la comunidad internacional debe exigirles responsabilidades por las crisis actuales", propone.

La población afgana vive una pesadilla humanitaria y de derechos humanos bajo el régimen talibán"

Los talibanes han endurecido sus ya extremas restricciones sobre los derechos de las mujeres y las niñas y sobre los medios de comunicación desde que tomaron el control de Afganistán en agosto de 2021. En los últimos dos años, las autoridades talibanes han negado a mujeres y niñas sus derechos a la educación, el trabajo, la circulación y la reunión.

CEDIDA

El país se ha convertido en una crisis humanitaria continua; una de las peores del mundo, con más de 28 millones de personas (dos tercios de la población) que necesitan ayuda humanitaria urgente. Los datos de Naciones Unidas indican que cuatro millones de personas sufren desnutrición aguda, entre ellas 3,2 millones de niños menores de 5 años.

Mujeres sin empleo, sanidad ni vivienda

Según Human Rights Watch, la principal causa de la inseguridad alimentaria desde la toma del poder por los talibanes han sido las duras restricciones impuestas a los derechos de las mujeres y las niñas. El resultado ha sido la pérdida de muchos puestos de trabajo, en particular el despido de muchas mujeres de sus empleos y la prohibición de que las mujeres trabajen para organizaciones humanitarias.

Las duras restricciones impuestas a los derechos de mujeres y niñas son la principal causa de la inseguridad alimentaria

El 24 de diciembre de 2022, los talibanes anunciaron la prohibición de que las mujeres trabajaran con las ONG. La crisis ha perjudicado de forma desproporcionada a mujeres y niñas, que ya tienen más dificultades para acceder a los alimentos, la atención sanitaria y la vivienda. "Sus políticas y restricciones no sólo perjudican a las mujeres afganas activistas y defensoras de los derechos, sino también a las mujeres corrientes que intentan llevar una vida normal", asegura Abbasi.

EP

Prohibidas las mujeres

Los talibanes han impuesto una amplia censura a los medios de comunicación y al acceso a la información, y han aumentado las detenciones de periodistas y otros críticos. Están prohibidas las mujeres en las series de televisión; están prohibidas las series extranjeras; las presentadoras de televisión deben cubrir su rostro; y recientemente, en junio, se prohibió a las mujeres participar en programas de radio y televisión en los que los presentadores fueran hombres.

En junio se prohibió a las mujeres participar en programas de radio y televisión en los que los presentadores fueran hombres

Todas estas severas restricciones, incluido el bloqueo de las emisiones de los medios internacionales, han obstaculizado el acceso a la información en Afganistán. Nadie dentro del país puede difundir información crítica sin temor a ser detenido y encarcelado arbitrariamente.

Ni educación ni justicia

Este bárbaro régimen niega a las mujeres el acceso a la educación secundaria y superior. The United States Institute of Peace ha enumerado las medidas adoptadas por los talibanes en este campo:

World Vision

Es sólo un ejemplo de un ámbito concreto y fundamental. Otro, es la justicia y estos los decretos y directivas talibanes que vulneran los derechos de mujeres (y hombres):

Y así todo. Las mujeres no pueden practicar deportes, ni acceder a gimnasios y parques. Bueno, en abril de 2022 los talibán dictaron que habría días diferentes para que hombres y mujeres visitaran los parques, pero luego en agosto se prohibió la entrada a las mujeres cuando no se pudiera garantizar la segregación. Finalmente, en noviembre de ese año, se confirmó la prohibición del acceso de mujeres y niñas. Desde enero de 2023 tampoco pueden visitar lugares históricos.

Terrorismo del Estado Islámico

WIKIPEDIA/ISAF

Es un rosario terrible. Las fuerzas de seguridad talibanes han llevado a cabo detenciones arbitrarias, torturas y ejecuciones sumarias de ex agentes de seguridad y miembros o simpatizantes de grupos armados de resistencia. Por si fuera poco, con la dictadura talibán, los terroristas de la filial afgana del Estado Islámico (ISIS, en inglés) han perpetrado numerosos atentados contra escuelas y mezquitas, dirigidos en su mayoría contra chiíes de etnia hazara, que reciben escasa protección de seguridad o acceso a atención médica y otro tipo de asistencia.

Miles de afganos que habían huido del país permanecen en el limbo en terceros países

Human Rights Watch asegura que miles de afganos que habían huido del país permanecen en el limbo en terceros países, como Pakistán, Emiratos Árabes Unidos, Irán y Turquía, en muchos casos en condiciones calamitosas.

EFE

Un economía amenazada y en declive

Y una economía, en un frágil equilibrio de bajo nivel, según escribe William Byrd para The United States Institute of Peace. Frágil porque se ve gravemente amenazado por la disminución de la ayuda humanitaria, que en 2023 se espera que caiga en al menos 1.000 millones de dólares desde el nivel del año pasado de 3.000 millones de dólares.

Han prohibido el cultivo de adormidera, pero el comercio de opio continúa para terratenientes y traficantes de drogas

Otro factor que juega en contra de la economía de Afganistán es la exitosa prohibición del cultivo de adormidera por parte de los talibanes, que ha provocado una reducción del 80% de la superficie cultivada y está privando a la población rural afgana de 1.000 millones de dólares en ingresos. Sin embargo, el comercio de opio continúa, pero para grandes terratenientes, traficantes de drogas y exportadores.

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Estas dos circunstancias agravarán aún más la pobreza y el hambre. Según Byrd, tras dos inviernos en los que la ayuda humanitaria contribuyó a evitar el peor de los casos de hambruna generalizada, Afganistán parece encaminarse hacia otro invierno difícil. A medida que se vayan agotando otros mecanismos de supervivencia de los hogares más pobres y de nivel medio, la emigración seguirá siendo la opción más viable, si no la única, para quienes puedan permitírselo.

Para este experto en Afganistán, "los talibanes han hecho un trabajo mejor de lo esperado en la gestión de la economía afgana, a pesar de algunos pasos en falso. Sin embargo, la economía parece atrapada en un equilibrio de bajo nivel que deja a la mayoría de los afganos pobres, hambrientos y necesitados de ayuda humanitaria".