Khadija Amin Periodista
OPINIÓN

Prohibido ir a la universidad

Talibanes hacen guardia frente a la universidad de Kabul.
Talibanes hacen guardia frente a la universidad de Kabul.
EFE/EPA/STRINGER
Talibanes hacen guardia frente a la universidad de Kabul.

"¿Cuál es nuestro pecado para que todas las puertas estén cerradas para nosotras?", se duelen las niñas afganas que tienen prohibido acudir a la universidad y a la escuela.  

Después de que los talibanes prohibieran el pasado martes 20 de diciembre que las chicas fueran a la universidad, decenas de mujeres en Kabul y otras ciudades salieron a protestar a las calles. Varias de estas valientes, en la capital, fueron el miércoles por la mañana frente a la Universidad de Kabul y una universidad privada, encontrándose con que los talibanes impidieron su protesta y recogieron sus teléfonos

La activista por los derechos de las mujeres Sahar Nabizadeh asegura que los talibanes toman como rehenes a mujeres afganas y las utilizan políticamente para obtener reconocimiento. También dice que nada de lo que hacen está en consonancia con el Islam; que lo único que hacen es dar mala fama al Islam, primero privando a las niñas de asistir a la escuela y a sus madres al trabajo, y ahora cerrando universidades para las jóvenes. "No hay duda de que los talibanes temen a las mujeres educadas", asegura.

Sahar insiste en que si el mundo no presiona a los talibanes, su política sucia seguirá: "Después de esto, los talibanes pueden emitir una orden para enterrar vivas a mujeres y niñas".

La segunda chispa de protesta contra la decisión del grupo talibán de prohibir la educación de las jóvenes en las universidades fue provocada por estudiantes varones en la provincia de Nangarhar. Los estudiantes varones de la facultad de Medicina de esta universidad alzaron la voz para unirse a las chicas rompiendo sus exámenes y abandonando el aula. 

Tras el cierre de las puertas de la universidad a las estudiantes, varios profesores renunciaron en distintas provincias como protesta, y los talibanes llegaron a arrestar y golpear severamente a un profesor que se había enfrentado a la prohibición de dar educación superior a las niñas. 

Tras la caída de la república el año pasado, los talibanes impidieron la reapertura de las escuelas secundarias y preparatorias para las niñas afganas, pero hasta ahora a las estudiantes se les permitía ir a la universidad para continuar sus estudios. En esta nueva medida, los talibanes ordenaron a todas las universidades públicas y privadas que detuvieran su educación; en el decreto se les pide que tomen medidas urgentes en este sentido.

En este reportaje, entrevistamos a varios estudiantes a través de WhatsApp como Anna Khani, una estudiante de cuarto año de Medicina: "Desde que escuché que ya no puedo ir a la universidad, he perdido toda esperanza y no dejo de llorar". "Me acabarán colgando por el crimen de luchar contra este grupo atrasado, pero es mejor que quedarse en casa y llorar", dice Khani.

Bibi Mubahesa Mirzah es estudiante de último año en la Facultad de Prótesis Dental.  Mubahesa dice que esta decisión de los talibanes "es cruel e injusta" y que "están jugando con el destino de las niñas de esta tierra, no sé cuál es su propósito de cerrar las universidades".

Cuenta que su sueño era ser médico de su pueblo, "pero ahora que estoy llegando a la meta, lo he defraudado. Mis compañeras y yo estamos tan decepcionadas que estamos pensando en suicidarnos".

Un grupo de estudiantes afganas abandonan la universidad de Kabul tras la orden de los talibanes.
Un grupo de estudiantes afganas abandonan la universidad de Kabul tras la orden de los talibanes.
EFE/EPA/STRINGER

Zainab Rezaei es otra estudiante de la Universidad de Kabul, está en segundo año de la Facultad de Periodismo: "Me enteré de esta noticia en Facebook y tuve un mal presentimiento. Pensé que tal vez era completamente falso y equivocado, pero, desafortunadamente, es cierto y los talibanes han demostrado que no permitirán que la mujer  avance en sus estudios".

Zainab explica que esta situación es muy difícil para ella: "Primero perdí mi trabajo cuando vinieron los talibanes, ahora me quitaron el derecho a estudiar. Estaba esforzándome mucho para hacer realidad los sueños de mi padre, que murió hace tres años, y no sé qué debemos hacer ahora las mujeres, pero hagamos algo".

Zainab cree que los talibanes podrán aprovecharse más fácilmente de las mujeres analfabetas, dejarlas en los rincones de la casa para hornear pan, cocinar y mantener la casa limpia y ordenada, dar a luz constantemente y, como resultado, tener tiempo para ellos mismos. "No tendrán la capacidad de pensar en vivir y, de esta manera, serán utilizadas tan fácilmente como un esclavo".

Zainab está preocupada, "pero no solo por mi futuro, sino por el futuro de todas las niñas afganas. Los talibanes encuentran una nueva prohibición todos los días, intentan evitar que las niñas vayan a la escuela. Convirtieron en nada el arduo trabajo de las estudiantes. Destruyeron nuestros sueños". 

Le pregunté a Zainab sobre su mayor deseo, y solo ansía que le permitan estudiar de nuevo. Zainab espera que algún día "pueda continuar con sus estudios en completa paz y pueda terminar la universidad. Y este es el sueño de todas las niñas afganas".

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