La invasión de Ucrania se está desplazando. Bielorrusia se ha convertido en epicentro de la guerra y en una suerte de campamento base para miles de mercenarios del Grupo Wagner, desplegados en la frontera del país después de su supuesto intento de rebelión contra el Kremlin. También en un almacén en el que Vladímir Putin ha desplegado armas nucleares tácticas, de las que en junio aseguró que solo serán utilizadas en caso de "amenaza a la integridad, independencia, soberanía y existencia del Estado ruso". Un cóctel explosivo que ha puesto en alerta máxima a Europa y, en concreto, a los países más cercanos a la autocracia de Aleksandr Lukashenko, como Polonia. 

Este mismo viernes, las autoridades de Rusia advertían de que Polonia "es propensa a provocar" y acusaba a Varsovia de estar "aumentando la tensión" respecto a la situación en la frontera con Bielorrusia, donde las tensiones han escalado tras la llegada de los mercenarios de Prigozhin. 

Pero la cosa no se queda solo ahí. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) aseguraba también este viernes que Rusia está planeando un ataque de falsa bandera contra una refinería de petróleo situada en la ciudad bielorrusa de Mozyr. Según los ucranianos, Putin trataría de involucrar a Minsk en una guerra que se alarga ya desde hace más de año y medio. El operativo se produciría así cuando Volodímir Zelenski está a punto de hacer público una nueva propuesta para la paz. Pero, ¿qué es un ataque de falsa bandera?

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Esta operación bélica consiste, en esencia, en perpetrar una acción política o militar con la intención de culpar de ella a un oponente. El nombre se deriva del concepto militar de izar colores falsos, esto es, la bandera de un país diferente al propio.  En este caso, el SBU asevera que Rusia habría enviado a militares de sus fuerzas especiales a Bielorrusia haciéndoles pasar por mercenarios del Grupo Wagner para llevar a cabo este acto de sabotaje del que se responsabilizaría a Kiev. Uno de estos supuestos saboteadores ucranianos sería un militar ruso capturado, según ha revelado el departamento de ciberseguridad del SBU. Según esto, habría recibido órdenes para trasladarse a Bielorrusia con una identidad falsa como mercenario de Wagner.

El ataque de bandera falsa se ha utilizado en diversos conflictos bélicos de la historia, uno de los más conocidos, el ataque perpetrado por la Alemania nazi en la entonces ciudad alemana de Gleiwitz (hoy parte de Polonia) al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Un grupo de agentes nazis se hicieron pasar por polacos para sabotear la señal de radio. El objetivo fue utilizar un pretexto para invadir Polonia.

Así, el SBU ha instado al Ejército de Lukashenko y al resto de sus autoridades a que se abstengan de participar en la invasión rusa de Ucrania y ha advertido de que todo aquel que cruce la frontera con intenciones hostiles "será destruido". 

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La guerra híbrida 

Bielorrusia parece estar casada de lleno con Putin. Lukashenko ha ironizado en varias ocasiones con ataques del Grupo Wagner a Polonia con expresiones como que podrían "darse un paseo hasta Varsovia", aunque esta semana aseguraba que no avanzarían hasta el país después de que se alertara de que más de 100 mercenarios se habrían movido cerca de la frontera con el país. 

También esta semana, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia anunciaba que había convocado al encargado de Negocios de la Embajada de Bielorrusia después de que dos helicópteros militares bielorrusos penetraran el martes en su espacio aéreo.

LA GUERRA HÍBRIDA

Es una teoría de la estrategia militar en el que se usan toda clase de medios y procedimientos, ya sea la fuerza convencional o cualquier otro medio irregular como la insurgencia, el terrorismo, la migración, los recursos naturales e incluso otros más sofisticados mediante el empleo de las últimas tecnologías (guerra cibernética) con otros métodos de influencia como las noticias falsas, diplomacia, guerra jurídica e intervención electoral del extranjero y en las que la influencia sobre la población resulta vital.

Este miedo, la utilización del grupo wagner, las armas nucleares y las contradicciones (hace un mes el presidente bielorruso reconocía que era el momento de negociar la paz con Ucrania) forman parte de la llamada guerra híbrida, también el ataque de bandera falsa. 

También la creciente presión migratoria en los 400 kilómetros de frontera compartida con Bielorrusia. En lo que va de año se han registrado unos 16.000 intentos de cruzarla de forma irregular y la semana pasada se alcanzó la cifra de 300 casos en un solo día. Polonia, Lituania y Letonia denunciaron la presencia de centenares de refugiados que pretendían ingresar en su país, a los que supuestamente el régimen de Lukanshenko habría empujado hacia sus fronteras con intención de desestabilizar.