Españoles evacuados desde Níger: "Si eres negro o árabe no tienes ningún problema allí, pero si eres blanco sí"

Españoles evacuados desde Níger: "Si eres negro o árabe no tienes ningún problema allí, pero si eres blanco sí"
Españoles evacuados desde Níger: "Si eres negro o árabe no tienes ningún problema allí, pero si eres blanco sí"
Españoles evacuados desde Níger: "Si eres negro o árabe no tienes ningún problema allí, pero si eres blanco sí"
Protesta en Niamey
ISSIFOU DJIBO / EFE

Níger sigue inmerso en un caos. Desde el golpe de estado efectuado el pasado 26 de julio, en el que un grupo de militares irrumpió en televisión para anunciar la destitución del presidente Mohamed Bazoum, la suspensión de las instituciones y el cierre de fronteras, el país ha vuelto a la inestabilidad política, una característica habitual de un territorio que se independizó hace 63 años de Francia y que ha vivido 4 golpes de estado en este tiempo, y otros tantos intentos. 

Para el Ministerio de Exteriores español la situación pasa ahora por repatriar a las 70 personas que se encuentran allí, según las cifras que maneja este organismo, que no descarta que puedan ser más. A Niamey, la capital del país, esperan mandar un avión del Ejército del Aire, que se encuentra esperando permiso del nuevo gobierno para aterrizar en Níger. 

Por ello, ayudados por la embajada española, una veintena de españoles tuvo que volar a París este miércoles en un avión fletado como parte de las operaciones de evacuación francesas. Allí las autoridades españolas les ofrecieron alojamiento en un hotel y han podido volver finalmente a España este jueves repartidos en varios vuelos comerciales.

Jaime Gutiérrez, nombre ficticio para conservar el anonimato, es uno de estos españoles repatriados gracias a las autoridades francesas. En declaraciones a 20minutos.es explica que desde la embajada les han ido prometiendo que va a ir un avión con entre 6 y 10 geos armados del que, de momento, no saben nada. "Nos dicen, 'va a haber un vuelo, va a haber un vuelo español' pero no llega. No son nada claros", asegura, aunque agradece a las autoridades su labor a la hora de viajar a casa.

Su forma de volver ha sido la misma que la del resto. "Recibimos un e-mail que nos decía que teníamos que estar esperando a las siete de la mañana en la embajada. Allí estábamos ocho personas, después se unieron otras cuatro chicas de una ONG y luego otra chica franco-suiza", relata Gutiérrez.

"Desde allí salimos en un minibus protegido por seguridad española hacia el aeropuerto de Niamey. Estuvimos esperando desde las 13 horas, que pasamos los controles, hasta las 17h, que nos dejaron subir al avión, y luego otra vez esperando hasta las 19 que despegó. Llegamos muy tarde a París, allí nos recibieron y nos buscaron alojamiento y vuelos comerciales para este jueves".

Dejar Níger sin viaje de vuelta

Para Gutiérrez, dejar Níger es toda una inquietud, por su trabajo y porque cree que aún no sabe si podrá volver, ya que el espacio aéreo seguirá cerrado, aunque sigue en contacto con varias personas nigerinas que siguen allí: "La gente con la que trabajo me habla de seguridad en las calles, pero es un tanto ficticia. Si eres negro o árabe no tienes problema, si eres blanco sí. Una de las chicas de la ONG me contó que siempre iba vestida como una europea normal; el día del golpe de estado empezó a llevar burka".

Y el problema, para este empleado de una empresa en Níger, es que el país se enfrenta a una gran escasez de alimentos donde reina el "desánimo". "Ellos comen mucho arroz, incluso un kilo para toda la familia y en una semana su precio se ha duplicado. El miedo que tiene todo el mundo es que están hablando de abrir fronteras y el problema es que las fronteras que están abriendo son con países que no sirven para nada, porque el producto viene de de otros países", narra Gutiérrez.

"La gente se cree que es una revolucion socialista, nada de eso. El golpe de estado ha venido propiciado porque el presidente al que han quitado iba a aprobar un decreto para licenciar a gran parte de los altos cargos de los militares. Y antes de verse en ese asunto, se han introducido en el palacio y han quitado el poder", explica.

No obstante, Guitérrez es consciente de que muchas personas apoyan este ataque al Gobierno: "La gente en la calle apoya bastante a los golpistas pero hay que tener en cuenta que Niamey es como un bastión de la oposición, y es en el resto de las regiones del país donde se ha votado al presidente". Además, detalla que hay mucha gente que sale a las calles a apoyarles "coaccionada" simplemente para que no se les señale.

"Una de las chicas de la ONG me contó que siempre iba vestida como una europea normal; el día del golpe de estado empezó a llevar burka".

La corrupción política, lo normal en Níger

Para entender todo lo que está ocurriendo, este empleado expone que hay que tener claro que Níger se trata de un país muy pobre y en el que reina la corrupción política: "Va desde el mismo presidente hasta el conserje". Además, señala que Níger es un país cuya población no está acostumbrada a ver a un ministro en un coche de 200.000 euros, aunque aclara que los nigerinos están muy equivocados si "creen que con esto se solucionan sus problemas".

"Lo normal sería que este mismo gobierno celebre elecciones, pero si convocan elecciones volvería a salir el mismo partido que ganó en las anteriores, no lo van a hacer", asegura Gutiérrez, quién afirma que del Ejecutivo anterior "hay varios ministros detenidos". "Están intentando organizar el gobierno de forma que van a poner ministros nuevos y a los que estaban ahora los están sustituyendo por funcionarios que trabajaban ahí", expone.

"He estado en otros países, Marruecos, Argelia... pero esto es distinto. Si la gente cree que el grupo Wagner [el grupo paralimitar ruso que ejerce su influencia también en este país] es la solución, lo llevan bastante crudo. Espero por el bien del país que lleguen a un acuerdo porque sino los que primero van a sufrir son los nigerinos", cuenta Gutiérrez.

Una gran incertidumbre

Otro de los primeros repatriados ha sido Pablo Aguirrezábal, trabajador de la Delegación de la Unión Europea en el país, quién aseguraba este jueves en declaraciones a RTVE que su vuelta coincidía con el fin de su misión en Níger y que su oficina había decidido por seguridad repatriar al personal no esencial.

"Participé en el esfuerzo de la Union Europea Consular así que estaba bastante al tanto de todo el procedimiento. Con los coches de la oficina nos acercaron al aeropuerto, nos embarcaron en el tercer avión de los franceses y hemos llegado esta mañana a París donde la embajada de España aquí nos ha alojado y nos ha puesto en aviones para volver a España hoy mismo", declaraba en el canal 24 horas. 

Sobre su vuelta, Aguirrezábal señalaba que se trataba de un traslado tranquilo, sin ninguna dificultad. "Había alguna amenaza de manifestaciones, pero tengo conocidos que han venido incluso desde la otra esquina del país por carretera y no tuvieron ningún problema. Los que estábamos en Niamey no hemos tenido ningún problema para acercarnos al aeropuerto. La situación en las calles era muy tranquila, tampoco hemos tenido ningún temor", afirmaba.

El problema, para él, es que con el golpe de estado no sé sabe qué va a ocurrir y es precisamente esa incertidumbre lo que preocupa a los nigerinos: "Hay algunos que tienen bastante memoria sobre golpes de estado previos y hay bastante inquietud sobre lo que vaya a pasar. También hay nigerinos que están bastante de acuerdo con el golpe, hay de todo".

Su vuelta, como la de tantos otros, dependerá precisamente de lo que pase a partir de ahora en Níger y se producirá "según como vayan las cosas", aunque no pierde la esperanza: "Si las cosas se tranquilizan espero volver y hacer una última visita, saludar a todo el mundo y recoger mis cosas", contaba en su entrevista. 

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