¿Qué está pasando en Níger? Golpe de estado, consecuencias, evacuaciones, la influencia rusa y el interés de Occidente

Manifestantes apoyan el golpe de estado en Níger.
Manifestantes apoyan el golpe de estado en Níger.
Europa Press
Manifestantes apoyan el golpe de estado en Níger.

Níger ocupa en los últimos días un papel destacado en los telediarios de medio mundo después de que hace una semana la Guardia Presidencial, apoyada por las Fuerzas Armadas del país africano, anunciara en directo en la televisión nacional la destitución del presidente Mohamed Bazoun en un golpe de Estado. Una semana después y justo cuando celebra su día de la independencia, la incertidumbre continúa en el país, donde las naciones occidentales, entre ellas España, ya evacúan a sus civiles. 

Situado en una región de especial inestabilidad como el Sahel, ¿qué es lo que convierte el golpe de Estado en Níger en una noticia de especial trascendencia en el panorama internacional?

Níger, un enclave del Sahel entre el desierto y la sabana

Níger es un país del noroeste africano, ubicado en mitad de la región del Sahel (que en árabe significa "la costa"), formado por zonas de Mauritania, Senegal, Mali, Burkina Faso, Nigeria, Chad, Sudán, Eritrea, Etiopía y el propio Níger. Un territorio que atraviesa el continente africano desde el mar Rojo hasta el Océano Atlántico y que es una zona de transición entre las dunas de arena del Sáhara y los extensos prados de la sabana sudanesa. 

La región del Sahel es una zona de especial inestabilidad: desde el año 2020 se han producido seis golpes de Estado en la zona, siendo los más recientes en Malí y Burkina Faso, vecinos de Níger y actualmente gobernados por una junta militar. La violencia y el extremismo de organizaciones terroristas como Boko Haram o Al Qaeda, las sequías y hambrunas, la desertización de la zona y la sobrepoblación han contribuido decisivamente a la inestabilidad de la región del Sahel. Una circunstancia de la que Níger parecía ser la excepción (al menos en el plano político) en los últimos años.

Una excepción entre la inestabilidad del Sahel

Desde el año 1960, cuando Níger obtuvo su independencia de Francia, el país ha vivido en una inestabilidad constante en consonancia con la zona. Varios golpes de Estado, sumados a la situación económica (con dos tercios de su población bajo el umbral de la pobreza y siendo una de las economías más desfavorecidas de África) lo sitúan, según el Índice de Desarrollo de Naciones Unidas, como el tercer país más pobre del mundo en 2022. 

Sin embargo, en 2021 se celebraron elecciones presidenciales, en las que Mohamed Bazoum, del Partido Nigerino para la Democracia y el Socialismo, obtuvo la victoria y sustituyó a Mahamadou Issoufou, que fue presidente del país desde 2011. Fue la primera sucesión democrática de un líder por primera vez en la historia del Níger independiente. Un suceso que marcó el inicio de un (breve) periodo de estabilidad y que invitaba al optimismo de Níger como una excepción en la inestabilidad del Sahel. Hace tan solo unos meses, en una visita al país, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, elogió al país calificándolo como un "ejemplo extraordinario de resiliencia, democracia y cooperación".

Un golpe de Estado "para luchar contra el terrorismo"

El miércoles pasado, miembros de la Guardia Presidencial anunciaron durante una transmisión de la televisión nacional la destitución del presidente, la suspensión de las instituciones y el cierre de fronteras terrestres y aéreas. Los militares tomaban el mando bajo el autoproclamado Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria (CNSP), encabezado por el general Abdourahamane Tiani.

La nueva junta militar encabezada por Tiani defiende que un gobierno militar es la única forma de luchar contra el terrorismo que los grupos islamistas violentos ejercen contra el país, así como contra sus vecinos de Mali y Burkina Faso, muy golpeados por la amenaza terrorista. Tiani, que calificó en su discurso al presidente Bazoun como un líder "incoherente e ineficaz", defiende una acción militar contra el "continuo deterioro de la situación de seguridad" provocado por el terrorismo.

Un aliado fundamental para Occidente

En los últimos años, Níger se había convertido en uno de los principales aliados de Occidente en la región del Sahel por varios motivos:

  • Freno al yihadismo: el gobierno de Bazoum era un apoyo para las fuerzas occidentales en su lucha contra el terrorismo en el Sahel. De hecho, el país alberga bases militares francesas con más de 1.500 soldados y bases estadounidenses.
  • ​Freno al flujo migratorio: el gobierno nigerino se había convertido en un importante aliado de Europa para detener o regular el flujo migratorio que se dirigía de África a las costas del Mediterráneo, llegando incluso a aceptar migrantes devueltos a los centros de detención de Libia. Además ha sido un socio clave en la lucha contra las mafias de tráfico de personas en una zona que era clave para estas organizaciones. 
  • Freno a la influencia de Rusia y China en África: en una región en la que Rusia y China están expandiendo notablemente su influencia, Níger era uno de los grandes aliados de los países occidentales.
  • Recursos: a pesar de ser uno de los países más pobres del mundo, Níger es un país rico en recursos minerales que interesan a Occidente: oro, petróleo y especialmente uranio. El país africano es, de hecho, el cuarto productor a nivel mundial, con un 8,8% del porcentaje en todo el planeta. Esto afecta especialmente a Francia, que necesita uranio para alimentar sus centrales nucleares: allí se genera el 67% de su electricidad. Esto explica el especial interés de Francia en este país y en deponer a la junta militar, aunque desde Bruselas aseguran que "no existe ningún riesgo de suministro como tal en lo que se refiere a la UE".

La influencia de Rusia en África

Hace apenas unos días, se celebró una cumbre ruso-africana en San Petersburgo. En ella, Rusia ha firmado acuerdos militares con más de 40 países africanos, según informa Europa Press. Esto no es de extrañar: en los últimos años, Rusia ha intensificado sus influencias en el continente africano. 

Según el Real Instituto Elcano, esta estrategia tiene como objetivo "ganar influencia, expandir su presencia geoestrategia para competir con Occidente; controlar una fuente de recursos naturales; y avanzar en un orden internacional post liberal" a través de la "reactivación de las redes establecidas durante la Guerra Fría, la diplomacia empresarial en el sector de los recursos naturales y campañas de influencia informativa".

Un actor fundamental estos últimos años en la influencia rusa en África ha sido, precisamente, el grupo Wagner: antes de ser reconocidos internacionalmente por la guerra de Ucrania, el grupo paramilitar ha llevado a cabo numerosas campañas en África (en países como Mali, Sudán o la República Centroafricana), protegiendo intereses rusos en la región. De hecho, el líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, felicitó a los líderes de la junta militar de Níger tras su golpe de Estado. 

Un país marcado por la pobreza a pesar de sus recursos

A pesar de sus recursos minerales, el nivel de vida de los nigerinos es uno de los más bajos del mundo. A pocos les llegan los beneficios de la venta del uranio, de modo que la economía de Níger está basada en el pastoreo y la agricultura. Y eso en un país marcado por la desertización, donde apenas el 4% del territorio es apto para cultivar, lo convierte en un país muy vulnerable a las hambrunas, según la BBC.

Por eso, son muchos los nigerinos que han celebrado el golpe y su apoyo al CNSP e incluso han lanzado vítores a Rusia y a Putin frente a la embajada francesa en la capital, Niamey. Muchos de ellos ondean la bandera rusa. 

Evacuaciones ante una posible guerra

La situación en Níger es incierta tras el golpe de Estado. Desde Europa y Estados Unidos se ha condenado el asalto al poder y han pedido la restitución de Bazmoun, que continúa detenido, y en Francia el presidente Emmanuel Macron aseguró que "no tolerará ningún ataque contra Francia y sus intereses". La Unión Europea han suspendido la cooperación en materia de seguridad y la ayuda financiera.

Según informa la agencia EFE, los gobiernos militares de Mali y Burkina Faso han asegurado que intervendrán en bloque ante cualquier intervención militar en Níger contra los golpistas, que considerarían una declaración de guerra. Esa posible intervención podría venir de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que dio el pasado domingo un plazo de una semana a la junta para restaurar el gobierno de Bazoum, sin descartar acciones militares.

En cualquier caso, los países occidentales han comenzado a evacuar a sus ciudadanos del país africano ante la incertidumbre y la tensión creciente. España, de hecho, ha comenzado a evacuar hoy a sus residentes en el país. Los primeros han llegado hoy a nuestro país, según anunció el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

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