Las compras online son una opción cada vez más extendida por los consumidores españoles, sobre todo los más jóvenes. Y es que España encabeza la lista de países europeos, junto a Bélgica, en crecimiento de ventas por Internet, según datos del 'Salesforce Shopping Index'.

A través del comercio electrónico se puede acceder a una amplia variedad de productos y servicios que, además, vienen en muchas ocasiones acompañados de precios más bajos que en una tienda física. Sin embargo, siempre hay que tener precaución a la hora de comprar en estas plataformas.

Las estafas o engaños acerca de los productos son frecuentes, por lo que es fundamental asegurarse de que la página web y el vendedor en cuestión son fiables. Para ello, muchos acuden a las recomendaciones de amigos o reseñas para contrarrestar la fiabilidad y determinar si les convence el producto o servicio.

En este sentido, los consumidores le han dado cada vez más popularidad y valor a las reseñas, ya sea para ayudar a otros o para tomar decisiones. De hecho, el 40% de los españoles confía en las reseñas a la hora de escoger un producto, según una encuesta elaborada por Packlink. 

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Ahora bien, incluso con estas valoraciones hay que tener cuidado, lo que se suma a la larga lista de aspectos a tener en cuenta para no caer en una trampa, sobre todo en lo referente a bienes o servicios baratos.

Claves para no llevarse una sorpresa

- No todas las reseñas son verdaderas. A pesar de que las valoraciones pueden ser una buena alternativa para facilitar la toma de decisiones, hay que tener en cuenta que algunos comentarios no proceden de los usuarios, sino que responden a intereses comerciales o son fruto de colaboraciones publicitarias pagadas. 

- Descripciones de los productos. Para asegurarse de que los productos se ajustan a nuestras necesidades, conviene prestar atención a las descripciones y especificaciones sobre cada producto. Asimismo, en las redes sociales de los ecommerce se suelen mostrar más imágenes y vídeos de los productos, lo que puede servir de ayuda.

- Publicidad y ofertas engañosas. Los anuncios muy llamativos o descuentos en los productos son un gran reclamo que estimula que un consumidor sienta que está frente a una oportunidad única. No obstante, hay que comparar y comprobar que realmente se trata de una promoción y no es clickbait.

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- Costes ocultos. A veces un vendedor nos indica el precio de un bien o servicio y cuando vamos a pagarlo nos percatamos de que el importe ha subido. En ocasiones esto corresponde a gastos de gestión, envío, pago de aduanas, comisiones…

- Métodos de pago. Antes de compartir los datos bancarios en un sitio web, hay que asegurarse de que se trata de la tienda oficial a la que queremos acceder y de que cumple con los requisitos de seguridad, como pasarelas de pago verificadas. Además, se pueden tomar precauciones para evitar fraudes como el uso de tarjetas o monederos virtuales.

- Política de devolución. En el caso de que los artículos no alcancen nuestras expectativas, unas políticas de devoluciones sencillas facilitarán que recuperemos nuestro dinero. Por eso, conviene revisar estas normas antes de realizar la compra.

- Compra venta entre usuarios. Si queremos comprar en una plataforma de segunda mano o de compra venta entre usuarios se debe extremar la precaución, comprobar que es de fiar y el producto está en buenas condiciones, así como evitar el pago por adelantado.