Nueva subida semanal de las gasolinas a las puertas de la gran operación salida de verano que verá 8,7 millones de coches en carretera

Evolución de las gasolinas
Evolución de las gasolinas
Henar de Pedro
Evolución de las gasolinas

Sin grandes escaladas, pero con paso constante, las gasolinas van encareciéndose semana tras semana desde el pasado mes de junio, de la mano de una subida paralela de los precios del petróleo en los mercados internacionales.

Los españoles pagaron la última semana en los surtidores una media de 1,615 euros por litro de gasolina y 1,465 euros por el diésel. Dos subidas del 0,8% en ambos casos, según recoge este martes del Boletín Petrolero de la UE, que coloca a los carburantes en máximos desde mayo coincidiendo, además, con el arranque de la operación salida de la DGT que prevé 8,7 millones de desplazamientos en las carreteras desde este viernes hasta el martes, y hasta 49 millones de viajes durante todo el mes de agosto, el de mayor movimiento de vehículos por carretera del año.

El encarecimiento del combustible en las gasolineras lleva produciéndose varias semanas, después de una caída pronunciada en el último año: en julio del año pasado, en plena explosión de inflación en todos los países del mundo, la gasolina llegó a alcanzar los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros. Unos precios que fueron aligerados por el descuento de 20 céntimos que aprobó el Gobierno meses antes —tras estallar la guerra en Ucrania— para aliviar el dispendio de los consumidores en combustible.

Aquella ayuda finalizó el 1 de enero de este año para el común de los ciudadanos, pero se mantuvo (y aún se mantiene) para los profesionales del transporte. A los precios actuales, llenar un depósito estándar de 55 litros con gasolina súper 95 cuesta 88,8 euros, casi 8 euros menos que el año pasado por estas fechas; hacer lo propio con un depósito de gasóleo cuesta 80,5 euros, unos 14,7 euros menos que en aquel momento de máxima tensión inflacionaria.

¿A qué se debe la subida de la gasolina en las últimas semanas? Para explicarlo, hay que recordar que el precio de la gasolina que echamos en el surtidor suma el precio del crudo (un 40% aproximadamente del precio final), el refinado, la logística del transporte, los impuestos y, finalmente, los márgenes de beneficio de petroleras y distribuidores. De este modo, la subida del barril de Brent de las últimas semanas (alcanza ya 80 dólares, máximo de hace tres meses) tiene un impacto directo importante. 

La expectativa en las próximas semanas para los conductores tampoco es muy halagüeñas: el grifo del petróleo sigue 'estrangulado' por parte de los países de la OPEP, que prefieren no inundar de crudo los mercados y así elevar artificialmente su precio. 

Los analistas, de hecho, esperan que el nudo siga atado en los próximos meses, por lo que el precio que se paga por las gasolinas tampoco se prevé que baje.  "El mercado está preocupado por el recorte de la producción y parece cada vez más obvio que tampoco va a bajar la demanda de crudo", explica el analista Phil Flynn, de Price Futures Group.

Millones de coches en la carretera

Los precios en el surtido que este jueves ha publicado son los que verán los millones de españoles que se tiren a las carreteras para sus vacaciones de verano. La Dirección General de Tráfico (DGT) contempla una salida masiva este viernes por la tarde entre las 16h y las 23h con "intensidades elevadas y problemas de circulación en las salidas de grandes ciudades" y en accesos a las zonas turísticas de costa.

La DGT instalará carriles reversibles y adicionales con conos en las horas de mayor afluencia y se establecerán itinerarios alternativos. Asimismo, se paralizarán las obras en las carreteras, se limitará la celebración de pruebas deportivas y otros eventos que supongan la ocupación de la calzada y se restringirá la circulación de camiones en general y a los que transportan determinadas mercancías en ciertos tramos, fechas y horas. 

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