El PP, satisfecho de haber debilitado a Vox, apuesta por insistir en la misma estrategia para atajar su mayor escollo

El presidente del Partido Popular y candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
Europa Press
El presidente del Partido Popular y candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo.

En tanto regresan de la soñada escapada estival, los populares aparcan toda autocrítica y afrontan con resignación e impotencia que es Vox y la división de la derecha lo que lastran sus opciones de gobierno. Son conscientes de que tienen frente a ellos un problema a batir, pero la fórmula a día de hoy, 48 horas desde su amarga victoria electoral, es la de continuar en la misma senda que ha marcado Alberto Núñez Feijóo desde su llegada a Génova: ampliar su espectro político y robar el voto que en gran parte había sido suyo. 

Fuentes del PP subrayan los 19 escaños que han arrebatado a Vox. No tienen diseñado el plan a medio y largo plazo. Pero en el corto, en el caso de que haya repetición electoral, se lanzarán a por el grueso del electorado de Vox para tratar de convencer de que la fragmentación del voto penaliza. Es decir, que Vox es el problema para el centro-derecha. Hay quienes apuntan a que no hay recetas contra Vox.

La primera conclusión a la que llegan es que la estrategia de Feijóo les ha funcionado. De ahí que hayan arrebatado a Vox cerca del 40% de su electorado con la llamada del voto útil. También consiguiendo atraer a los que votaron a CS el 28-M, incluso, el PP ha crecido 18 escaños a costa de la la izquierda, principalmente del PSOE. "Nuestra estrategia era la de crecer a ambos lados y ha funcionado".

Ahora bien, Feijóo se ha quedado corto en sus expectativas con las que creyó entrar en Moncloa en solitario. En el PP explican el pinchazo a través de dos factores y ambos son ajenos a sus actos. Primero, que el miedo a Vox ha movilizado a un votante de izquierda que se abstuvo en las pasadas autonómicas y municipales; y, segundo, que el discurso incendiario de Vox sobre Cataluña les ha arrebato la oportunidad de formar gobierno. "PP y Vox podría haber gobernado España si no fuera por Cataluña". Aunque de nuevo culpan de los resultados en esta comunidad a Vox, ya que en campaña Abascal dijo no tener "ninguna duda" de que volverían las tensiones en Cataluña si gobiernan PP y Vox. Y esto, en su opinión, es lo que ha dado un gran impulso al PSOE.

El PP no se pliega ante su victoria insuficiente. Niegan que sus coaliciones con Vox en Extremadura y en la Comunidad Valenciana y otros tantos ayuntamientos hayan podido movilizar a la izquierda. El motivo de fuerza que habría movido al electorado vuelven a ser, para los populares, "las ocurrencias de Vox". Se refieren a las polémicas de las últimas semanas, como las censuras en el mundo cultural. Así, el PP echa todas las culpas a los de Abascal. O más bien, a la otra corriente más dura de Vox, la de Jorge Buxadé. "Puedes gobernar con Vox sin que dé problemas".

Mientras el marco de la campaña del 28-M fueron los pactos de PSOE y Bildu y en la del 23-J ha sido las "ocurrencias de Vox", lamentan. Como aprendizaje, el PP se asume que las negociaciones deben asumirse desde la dirección nacional del PP con la dirección nacional de Vox para evitar que haya ruido de polémicas locales. "Vox ha decidido que la campaña vaya de ellos y eso ha movilizado la izquierda. Feijóo no da miedo al electorado de izquierda".

Entonces, ¿cómo se propone el PP combatir a Vox? "Siendo mejores que ellos". Es decir, siguiendo en la misma línea combativa con la que han logrado que Vox pase a ser tercera fuerza en Murcia y haya bajado en Madrid y en Andalucía. Esto explicaría que "no hay una receta" concreta contra Vox. Sobre esto se expresó este martes la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien opina que Alberto Núñez Feijóo se ha equivocado en su campaña "diciendo que prefería al PSOE" antes que a Vox y abogando por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso como nueva líder. Distintas fuentes del PP lo rebaten recordando que tanto el modelo más moderado de Juanma Moreno como el más combativo de Ayuso han logrado frenar a Vox en sus territorios.

División de opiniones sobre una repetición electoral

Pese al empeño del PP y del PSOE de lograr una investidura en un contexto de bloqueo, la repetición de las elecciones se convierte en un escenario más que posible. En ese supuesto, el PP tendría una segunda oportunidad para congregar el voto en torno a su formación. "Si hay repetición explicaremos al electorado de tener al Sánchez por fragmentado el voto". Claro que, por otro lado, es el mensaje que ha mandado el popular durante toda su campaña. La diferencia ahora es que el votante de centro derecha puede moverse por el miedo a los independentistas. 

Las opiniones están muy divididas. En Génova no descartan la repetición electoral, pero fuera de la dirección nacional se mueven las hipótesis: "No habrá elecciones. El escenario político es que en agosto Sánchez va a ser elegido con Puigdemont y Otegi".

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