Si usted pasea por la zona más antigua de Bilbao comprobará que marcianos y comecocos se esconden en cualquier esquina. En total, la ciudad vizcaína cuenta con 40 curiosos mosaicos creados e instalados por el artista francés Invader, de 54 años. Si también acude a Málaga ya no podrá ver las 9 figuras pixeladas que este creador urbano también colocó en distintas partes de la urbe en el año 2017, al parecer, sin consentimiento. El Ayuntamiento de la ciudad los eliminó y además puso una querella a Invader y su pequeña "invasión" (denominada Space Invaders), para la corporación local un delito contra el patrimonio por instalar sus figuras en edificios integrados como Bien de Interés Cultural (BIC).

Tras más de cinco años de la intervención del artista anónimo, que ha colocado hasta 4119 'invaders' en 83 territorios del mundo, ha sido llamado a declarar al juicio en Málaga, al que no se ha presentado. Prefiere seguir siendo desconocido. Su letrada, Marisa Castelo, ha explicado que su cliente le ha transmitido sus "disculpas" y que su ausencia "no se vea como una falta de respeto" a la Justicia española; sino que su personaje artístico y anonimato -tuvo que ser identificado para esta causa- "quedarían gravemente perjudicados" si aparece públicamente

En el mismo juicio también está siendo procesado el que fuera director del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC), Fernando Francés, quien se ha desvinculado de la "invasión" que este realizó en mayo de 2017. Según el exdirector, "no tuvo absolutamente ninguna noticia de que Invader iba a instalar los mosaicos ese día y en esos lugares. Ni sabía que lo iba a hacer, ni sabía qué iba a hacer, ni dónde lo iba a instalar ni cómo ni cuándo. Y por supuesto no lo financiamos". 

"Artista libre no identificado"

Al parecer, Francés tuvo varias reuniones con el creador en las que se llegó al acuerdo de realizar una exposición en el CAC y una intervención en la barriada del Soho, dentro del programa MAUS de arte urbano de la ciudad andaluza. Además, ha reiterado que él se enteró que Invader estaba en Málaga cuando les llegó una foto de una obra del artista ya colocada, "y nos quedamos atónitos", ya que lo que habría hecho Invader fue "por su cuenta y riesgo. Además, cuando se decidió retirar las obras del artista, según el Consistorio, tuvieron que ser reparadas todas las fachadas. 

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Invader lleva desde 1998 adornando ciudades con sus creaciones. Él mismo se define como "un artista libre no identificado" y siempre utiliza una máscara cuando acude a colocar sus pequeños marcianos. "Puedo visitar mis propias exposiciones sin que ningún visitante sepa quién soy realmente, incluso si estoy a unos pasos de ellos", señala en su web. Incluso llevó uno de sus mosaicos a la Estación Espacial Internacional. 

Invader

En palabras de Invader, su proyecto de los mosaicos trata de "liberar al Arte de sus alienadores habituales que pueden ser los museos o las instituciones" y "de liberar a los Space Invaders de sus pantallas de TV de videojuegos y traerlos a nuestro mundo físico".

El francés trata de invadir las ciudades después de estudiar los espacios urbanos y calcular la puntuación que conseguirá colocando a sus invasores. "Por lo general, trato de mostrar de 20 a 50 piezas por ciudad, lo que ya es una buena puntuación", dice. "A veces vuelvo varias veces a la misma ciudad, desplegando diferentes oleadas de invasión. El objetivo es aumentar mi puntuación", agrega. Su filosofía: "Anytime, Anywhere" (en cualquier momento, en cualquier lugar). Parece que en Málaga se ha quedado con los puntos a cero.