¿Te puede matar la fiebre? La ciencia en las películas de Indiana Jones

La mítica saga del arqueólogo más carismático de todos los tiempos inició su andadura en 1981 con el primer título de la serie "Indiana Jones en busca del arca perdida"
La mítica saga del arqueólogo más carismático de todos los tiempos inició su andadura en 1981 con el primer título de la serie "Indiana Jones en busca del arca perdida"
La mítica saga del arqueólogo más carismático de todos los tiempos inició su andadura en 1981 con el primer título de la serie "Indiana Jones en busca del arca perdida"
La mítica saga del arqueólogo más carismático de todos los tiempos inició su andadura en 1981 con el primer título de la serie "Indiana Jones en busca del arca perdida"
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La mítica saga del arqueólogo más carismático de todos los tiempos inició su andadura en 1981 con el primer título de la serie "Indiana Jones en busca del arca perdida". Lo que igual no sabe todo el mundo es que este personaje nació de la mano de George Lucas, ¡sí! el mismo creador de Star Wars; todo un visionario este hombre. Tras el estreno de La Guerra de las Galaxias en 1977 George Lucas compartió con su colega Steven Spielberg, otro grande indiscutible del séptimo arte, sus primeras ideas acerca del aventurero del sombrero y el látigo, y el resultado, aunque se hizo esperar unos añitos, fue un rotundo éxito. Una gran trilogía aquella: Indiana Jones en busca del arca perdida (1981), Indiana Jones y el templo maldito (1984) e Indiana Jones y la Última Cruzada (1989). De repente la carrera de arqueología adquirió popularidad, la mitología, las historias sobre culturas y tesoros perdidos… una maravilla más para los nostálgicos de los 80.

Aunque bien es cierto que la historia no se quedó ahí, la fama de este personaje continuo a través de una discreta serie, Las aventuras del joven Indiana Jones, emitida a lo largo de los 90. También inspiró videojuegos del mismo personaje y, seguramente, para más de uno y de dos no habrán pasado desapercibidas las similitudes con otra famosa saga en versión femenina : Tomb Raider, con la heroína Lara Croft, también arqueóloga y aventurera. Además, tenemos atracciones en los parques temáticos Disney sobre Indiana Jones y qué decir, nos sigue encantando. Por eso en 2008 volvió a la gran pantalla con Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Sin embargo, parece ser que ya echábamos de menos a nuestro héroe porque, nada más y nada menos que en 2023, le tenemos de nuevo con nosotros: Indiana Jones y el dial del destino.

Uno de los factores por los cuales esta saga no pasa de moda es porque su protagonista tampoco lo hace. Harrison Ford es, y siempre será, Indiana Jones. Aunque también Han Solo y Rick Deckard (Blade Runner); personajes inolvidables con los que este artista nos ha conquistado.

Un arma de lo más original: el látigo

Y es que Harrison Ford tiene algo. Pícaro, irreverente, seductor… Incluso a sus actuales 80 años, esa chispa todavía brilla en su mirada. Aunque su atuendo también significó mucho. A medio camino entre bandolero y boy scout, con su látigo siempre como insignia personal; fue el precursor del look de aventurero.

¿Y por qué un látigo? Bueno, ¿y por qué no? Es ligero, manejable, bastante espectacular y de lo más pintoresco, a la par que efectivo (si eres Indiana Jones). Cuando Indi chasqueaba su látigo, no había maleante al que no amedrentara. Pero, ¿por qué suenan así? Pues la razón es bastante alucinante; cuando se azota un látigo con la suficiente habilidad, este se sacude rápidamente desde su base, trasladando el movimiento hasta su punta, la cual emite este característico sonido al traspasar la velocidad del sonido en el aire. Es decir, ¡¡LA PUNTA DEL LÁTIGO SOBREPASA LOS 1.235,5 KM/H!! Curiosamente, el látigo fue el primer objeto creado por los humanos que logró romper la barrera del sonido. Ahí es nada.

Aunque, no fue precisamente con su látigo, que Indiana Jones, espontáneo y canalla como siempre, nos regaló anécdotas de lo más épicas, en lo que a armas se refiere.

Anécdotas que pasaron a la historia

¿Quién no recuerda aquella escena en la que Indiana Jones saldaba un duelo de espadas con un tiro de su pistola? (Quedando, por supuesto, más chulo que nadie).

Vamos a ponernos en contexto: Indiana Jones en busca del arca perdida, nuestro héroe se enfunda por primera vez su sombrero y su látigo para encontrar el arca de la alianza antes de que caiga en manos del ejercito nazi. Y es que ya se sabe que los artículos divinos tienen mucho peligro en las manos equivocadas. Estamos en las calles de El Cairo en plena persecución y uno de los malhechores se enfrenta a nuestro prota con un gran sable y trata de intimidarlo haciendo gala de su dominio, maniobrando el arma con gran destreza. ¿Qué hace Indi? Le pega un tiro. Y es que nadie dijo que la pelea tuviera que ser limpia. Así se nos presentó por primera vez a este personaje, jeta, caradura, pero también resolutivo e ingenioso, y así nos enamoramos de él.

Indi en acción
Indiana Jones en busca del arca perdida
archivo

Pero, lo curioso es que esta escena no se ideó en primer lugar para que fuera así; tenía una gran coreografía de espadas pensada para que finalmente nuestro héroe desarmara a su rival. ¿Qué pasó? Pues que hasta los héroes se encuentran indispuestos de vez en cuando. Sí, Harrison Ford estaba enfermo en el momento del rodaje, sufría problemas estomacales y altas fiebres cuando tuvo que realizar la escena y, como buen improvisador que es, se le ocurrió esta “solución” para no tener que esforzarse en exceso y zanjar el asunto de forma rápida y cómoda. Al director le gustó tanto el resultado que decidió dejarlo como estaba. ¿Os imagináis lo sorprendidos que debieron de quedarse todos en el rodaje?

El actor declaró posteriormente que la altísima fiebre que padecía (casi 40ºC) "le estaba matando", pero… ¿sería esto literalmente posible?

La fiebre, ¿aliada o enemiga?

La fiebre, al igual que el dolor, es una herramienta de nuestro cuerpo. ¿Cómo se origina? La temperatura de nuestro cuerpo sube a base de la vasoconstricción, el aumento del metabolismo y las contracciones musculares. Y esto ocurre cuando el cuerpo detecta una serie de sustancias a las que llamamos pirógenos, que pueden ser tanto externas, causadas por bacterias y microbios , como internas, producidas por el sistema inmune de nuestro propio cuerpo.

Habitualmente la fiebre está causada por la aparición de una infección y es uno de los mecanismos que tiene nuestro cuerpo para luchar contra ella. El aumento de la temperatura corporal, generalmente, dificulta la reproducción de los microbios y aumenta la respuesta inflamatoria. Cuando se produce una infección, las células defensoras de nuestro cuerpo, los leucocitos, luchan contra los agentes invasores produciendo una serie de moléculas pirógenas endógenas (citoquininas) que viajan por la sangre y llegan a nuestro centro

Cómo funciona la fiebre
Cómo funciona la fiebre
Fuente: Hospital Clinic Barcelona

Pero, ¿hasta dónde puede llegar la fiebre? Realmente el margen no es muy grande. Nuestra temperatura corporal normal, saludable, ronda los 36 ºC. Y, al igual que ocurre con el cambio climático, aumentos de pocos grados suponen una grandísima diferencia. Con 37-38 ºC nuestro malestar va in crescendo, aunque se puede considerar un estado sin excesivo peligro. Si la temperatura sigue subiendo, se empieza a afectar el funcionamiento normal de nuestro organismo, nuestros sistemas se desenvuelven deficientemente, incluido el nervioso y podemos sufrir de alucinaciones. Con temperaturas superiores a 40-41ºC se compromete nuestra integridad, ya que estamos alcanzando valores a los cuales las proteínas y otras biomoléculas pierden su estructura y, por lo tanto, su funcionalidad y, recordemos, estamos compuestos por ellas a modo de pequeñas piezas de Lego. Más allá de los 42-43ºC el daño es irreversible y la muerte es inminente.

Solo nos queda alegrarnos de que Harrison Ford saliera perfectamente de aquella, y nos haya permitido, décadas después, disfrutar de la quinta entrega de nuestro aventurero favorito, Indiana Jones.

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