La nieta del general Francisco Franco vivía, desde 2017, una relación sentimental con el exatleta Timothy Mckeague, de 38 años. Según el programa Y ahora Sonsoles de Antena 3, McKeague abandonó hace tres meses la casa en Sintra (Portugal) donde ambos convivían. Los colaboradores del programa aseguran que "Tim ya tiene su corazón ocupado" y que "Carmen se lo ha contado a su círculo cercano recientemente". 

Carmen y Timothy se conocieron en 2017 durante un viaje por Costa Azul junto a amigos que tenían en común, según contó en su día el programa Corazón TVE.  El afán de Bordiú por el senderismo y el yoga son los hobbies que unieron a los dos. Los 34 años de diferencia entre ambos no han sido un impedimento para su romance, pues ella lo ha definido como un "toy boy", un "terapeuta de la felicidad" que terminó "en Nepal, aislado y meditando" tras trabajar "temas financieros con gente muy potente". 

Actualmente, Carmen Martínez-Bordiú, a sus 72 años, disfruta de lo que ella denomina como "su retiro dorado" en su casa de Sintra, una mansión de más de 600 metros cuadrados con vistas al mar. La aristócrata lleva viviendo allí desde 2019, cuando se mudó con McKeague y continúa actualmente a pesar de la ruptura. La razón principal que la impulsó a realizar este cambio en su vida, fue la exhumación de su abuelo. 

Un joyero asegura que las esmeraldas que Franco le regaló a su nieta eran "cristal pintado y pegado con huevo"

Hace unas semanas, se pudo ver a la nieta del dictador en la plaza de toros de Las Ventas, donde confesó a los periodistas que la aguardaban que está "encantada" y "muy tranquila" con su vida actual. El pasado 2022 ya aseguraba, en una entrevista para la revista Hola, que esa despedida de su país natal, España, era algo necesario en su vida. "Solo pido que todo el mundo se olvide de mí. Quiero desaparecer", comentaba Bordiú.