Quince años han pasado desde que en 2008 los muros de la cárcel de Carabanchel fueron derribados. La prisión, que fue levanta de manera forzosa por los condenados del régimen, se demolió pese a la oposición vecinal que quería conservar el edificio como símbolo de la represión franquista. A día de hoy, los terrenos que durante 55 años vieron pasar a cientos de presos, encarcelados por sus ideas políticas o por su orientación sexual en la época franquista, siguen vacíos. Varios intentos de urbanizar la zona, crear un centro de memoria o un hospital se han ido concatenando sin éxito a lo largo de estos años. 

Tras la demolición, ese mismo año, el ministro del Interior de aquel momento, Alfredo Pérez Recalcaba, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón, firmaron un convenio para que en el solar se edificasen viviendas, bibliotecas, residencias para mayores, zonas verdes y un hospital. Sin embargo, todo quedó en promesas. La falta de entendimiento entre las administraciones y la crisis económica, con la burbuja del ladrillo, provocó que todo quedase paralizado.

Costó seis años retomar el proyecto para la cárcel de Carabanchel. En 2015, Ana Botella, en el Ayuntamiento de Madrid, y Jorge Fernández Díaz, en el Ministerio del Interior, modificaron el plan de sus predecesores, pero el cambio de alcaldesa volvió a dejar todo en el aire.

Un centro de memoria para no olvidar el pasado

Además de planes urbanísticos, los vecinos llevan años reclamando que se construya un centro de memoria para recordar a todos estos presos condenados por el régimen, lo que se ha convertido ya en una reivindicación histórica. "Nuestro sueño sería crear un centro similar al que está en Berlín, Topografía del Terror", explican desde la Plataforma Por un Centro para la Paz y Memoria en la Antigua Cárcel de Carabanchel, unos de los principales impulsores de esta idea. "Cuando se habla de lucha y reivindicación hay que hablar de Carabanchel y de todos estos presos que acabaron aquí por ir contra la dictadura".

En 2020 el proyecto para la antigua prisión volvió a retomarse. El Ayuntamiento de Madrid aprobó un nuevo plan urbanístico en el que se contemplaba la edificación de 600 viviendas, de las cuales el 30% serían de protección. En total había proyectados 200.000 hogares. También se reservó una porción del terreno para la posible construcción de un nuevo hospital. Sin embargo, esa legislatura también concluyó sin ningún tipo de avance.

Al igual que ocurrió con la Operación Campamento, la burocracia urbanística está dificultando la ejecución. Aunque el plan es del Consistorio municipal, los terrenos son propiedad de la Administración Central del Estado en su mayoría, lo que dificulta su desarrollo. Durante la precampaña de las pasadas elecciones del 28-M, el alcalde de Madrid, Jose Luis Martínez-Almeida, visitó los terrenos y situó este proyecto como uno de los que intentará poner en marcha durante estos cuatro años.

Plataforma por un Centro para la Paz y Memoria en la Antigua Cárcel de Carabanchel.

Los vecinos temen otra paralización por las elecciones

"Por desgracia, las personas víctimas de la represión que pasaron por la presión fallecieron y no pueden relatar en primera persona lo que vivieron, por eso es necesario crear este centro, para que no se olvide", explican desde la plataforma que reivindica la construcción de este centro de memoria. "Los propios presos contaban que fue en los sótanos de la cárcel donde ejecutaron a garrote vil a Francisco Granados Data y Joaquín Delgado Martínez", dos anarquistas acusados de intentar atentar contra Franco y que el 18 de agosto de 1963 fueron estrangulados hasta la muerte.

El Gobierno central se comprometió a construir este museo en 2022. Sin embargo, hasta la fecha en Carabanchel no saben en qué ha quedado esta promesa. "Con el adelante electoral tenemos miedo de que nunca se llegue a materializar esto si se produce un cambio en el gobierno". "Ya tuvimos una experiencia en el pasado con esto: el gobierno municipal de Manuela Carmena aprobó una dotación económica para hacer un monumento, pero cuando Almeida llegó al gobierno destino este dinero para otra cosa", comentan desde la plataforma salvemos Carabanchel.

"El Partido Socialista tiene la oportunidad de remendar el error que cometió al derruir la prisión", expresan. "Nosotros queremos que se compruebe si debajo de los escombros, los subterráneos de la prisión que estaban bajo la cúpula siguen estando en un estado aceptable. De ser así, se podría crear este museo en esa zona, para que pudiera ser visitada esta parte de la cárcel original, ya que del resto no dejaron nada, solo el antiguo hospital penitenciario que actualmente es un Centro de Internamiento de extranjeros (CIE)".