El sector gasista pide al Gobierno objetivos "ambiciosos" para producir gases renovables alternativos al hidrógeno y al coche eléctrico

Los gases renovables, una solución real para la movilidad
Los gases renovables, una solución real para la movilidad
Europa Press
Los gases renovables, una solución real para la movilidad

El mundo de la energía está en estado convulso, con gobiernos y empresas buscando el mejor modo de descarbonizar la economía mediante diferentes vías que reduzcan las emisiones de CO2 a la atmósfera. En este contexto, a la explosión en los últimos años de energías renovables como la eólica y la fotovoltaica para generar electricidad o la apuesta de los gobiernos europeos por el hidrógeno renovable para industria y transporte pesado, se suma la reclamación que el sector del gas hace al Gobierno, para que fije objetivos "ambiciosos" de producción de gases renovables como el biometano o el biogás, para sustituir el gas en la industria pero también a los combustibles fósiles en los coches, también como vía alternativa al vehículo eléctrico.

La Asociación Española del Gas (Sedigás) ha centrado este martes la inauguración de su 49º reunión anual en instar al Gobierno a dar un lugar importante a los gases renovables dentro de la planificación energética nacional, que se plasmará tan solo dentro de unos días en la actualización del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), en el borrador que el Ministerio de Transición Ecológica debe enviar a Bruselas. También abrirá una consulta pública, en la que Sedigás reclama ya "objetivos ambiciosos para la producción de biometano", que den una señal para fomentar las inversiones en este sector muy minoritario pero que con uno de los "mayores potenciales" de producción en España dentro de Europa, como reconoce la Comisión Europea.

Apenas horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara que este martes se aprobará una desgravación del 15% en el IRPF por la compra de un vehículo eléctrico, la patronal del sector gasista ha insistido en algo que tienen ya muy claro en Francia y sobre todo Alemania, en los gases renovables, también como alternativa a la gasolina y al coche eléctrico. En marzo, Alemania bloqueó en el último momento el acuerdo en la UE para prohibir la venta de coches de combustión a partir de 2035 precisamente para hacer valer la alternativa de estos combustibles sintéticos.

"Sin duda, resultarán fundamentales para reforzar la seguridad energética y facilitar la descarbonización de nuestra economía", ha dicho el presidente de Sedigás, Joan Batalla. El sector aspira a que el Gobierno fije "como mínimo" un objetivo de producción biometano suficiente para cubrir entre el 10 y 13% de la demanda. Sedigas apoya su reivindicación en el potencial de producción de biometano que la Comisión Europea ve que tiene España, donde calcula que podrían producirse 4.100 millones de metros cúbicos al año, de los 35.000 millones que deberían producirse en toda la UE para 2030. Los 4,1 millones son el equivalente de hasta el 13% de la demanda española actual de gas convencional. También pide agilizar los plazos de autorización de plantas de producción e incidir en la capacitación profesional porque "faltan perfiles profesionales".

El Gobierno promete ambición

Ante un auditorio en el que destacaba la presencia de la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, número dos en esta materia de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, responsable de la actualización del PNIEC, Batalla ha insistido en que "abogamos por que el Ministerio de Transición Ecológica asuma una mayor ambición, tenemos la oportunidad y lo veremos en el documento que tiene que remitir a Bruselas".

Sin concretar si el nuevo PNIEC contemplará el objetivo del 10% de cobertura de la demanda que reclama Sedigás, Aagesen ha dejado claro que el borrador que se conocerá en los próximos días elevará lo que figura en la estrategia actual y ha esperado que se sector gasista vea "reflejadas" sus aspiraciones.

"No dudéis que vamos a ser mas ambiciosos", ha asegurado Aagesen sobre el inminente borrador del nuevo PNIEC, que elevará los objetivos de producción de electricidad con energía eólica y fotovoltaica y también del hidrógeno verde y gases renovables. Aunque en los últimos años y meses el hidrógeno verde ha casi monopolizado la conversación sobre la energía renovable del futuro, Sedigás  cree que los gases renovables están en una mejor posición. "El biometano es más fácil de descarbonizar, el hidrógeno también es importante, van a hacer falta los dos y pedimos un marco regulatorio estable y con objetivos ambiciosos", ha indicado Batalla.

Gas para producir electricidad

Además de objetivos "ambicioso" que de una señal de inversión en biocombustibles, Sedigas también espera que el nuevo PNIEC mantenga el lugar que ha tenido hasta ahora la generación de electricidad con gas natural, 27.000 MW, porque, tal y como defiende el Gobierno en la reforma del mercado europeo de la electricidad, debe verse respaldado para formar parte de los mercados de capacidad, para imprimir seguridad de suministro más incierto con renovables.

Batalla ha pedido que en la nueva planificación energética hasta 2030 se mantenga "la potencia actual de parques ciclos combinado", donde se genera electricidad con gas natural. "Es la única tecnología que está funcionando con la flexibilidad que se requiere", ha añadido y ha afirmado que, a pesar de la transición ecológica, las plantas de gas "van a seguir jugando un papel protagonista".

Según las cifras que ha ofrecido Sedigás este martes, en 2022 disminuyó la demanda de gas en hogares (-13,5%) e industria (-23,7%) pero se duplicó para generar electricidad, donde fu un 52,7% superior al año anterior, principalmente por la baja producción de hidráulica, por la sequía y por la exportación de electricidad principalmente a Francia.

España importó gas desde 19 países distintos, en primer lugar de EEUU y en segundo y tercer lugar, Argelia y Nigeria. El gas ruso representó el 12% de las importaciones, el cuarto lugar, y Batalla ha explicado que se debe a contratos de largo plazo firmados por los operadores.

Un año más, aportación del gas natural licuado (GNL) al total de las importaciones siguió creciendo. En 2022 el 72,9% del gas que llegó a España lo hizo por barco y el 27,1%, por gasoducto.

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