Goretti Sanmartín (BNG) se ha convertido este sábado en la primera alcaldesa de la capital de Galicia tras recibir los votos en la investidura de los seis concejales de su grupo, los dos ediles de Compostela Aberta, con los que formará gobierno, y otros seis del PSOE, que limita su apoyo a la investidura.
De este modo se ha impuesto al candidato del PP, Borja Verea, a quien le han resultado insuficientes los once apoyos de su grupo, por lo que estará en la oposición en este mandato.
El gobierno local contará con 8 ediles de los 25 con los que cuenta la corporación municipal; los seis del BNG y los dos de Compostela Aberta, cuya concejal, María Rozas, será vicealcaldesa; a la espera de lograr apoyos durante el mandato, principalmente, de los seis concejales socialistas, que han rechazado entrar a formar parte de un gobierno tripartito.
El acto ha sido de los primeros en celebrarse en las ciudades gallegas, cuyas tomas de posesión están previstas a partir del mediodía; si bien no ha sido el primero en Galicia, ya que la localidad de Sober (Lugo) celebró a medianoche, como es habitual en los últimos mandatos, su pleno de constitución.
La nueva alcaldesa de la capital gallega, "nacionalista y feminista", ha incidido, prometió su cargo y se comprometió con los derechos de los vecinos, "por las mujeres que abrieron camino y por las que vendrán". En su primera intervención, Sanmartín ha asegurado que "la política solo tiene justificación si el fin es hacer más felices a las personas" y ha ofrecido un discurso lleno "de amor, de confianza y de esperanza".
"De amor a Compostela, de confianza en su gente y de esperanza para trabajar por un futuro que nos sitúe a la vanguardia del feminismo y la igualdad, de la lucha contra el cambio climático, de la creación de empleo, de solidaridad y bienestar, de políticas para las personas", ha dicho.
Sanmartín ha incidido en que Santiago es una ciudad con historia y también tiene que ser "un municipio con futuro", por lo que se ha comprometido a poner en marcha un pacto por el turismo consciente, de modo que la ciudad deje de ser "un parque temático" y vuelva a ser un lugar para sus habitantes.
"No podemos ser capital del turismo y ver a personas pasando necesidades básicas, por eso apostaremos por las políticas sociales", ha defendido Sanmartín.
La nueva alcaldesa ha defendido que su proyecto pasa por el diálogo, el encuentro y los proyectos colectivos; un proyecto basado en la transparencia y la honradez, ha incidido, en un discurso en el que ha tenido recuerdos para Ánxel Casal, alcalde fusilado por los franquistas, María Miramontes, Camilo Díaz Baliño e Isaac Díaz Pardo, entre otras muchas figuras.
Y sobre todo ha citado a Rosalía de Castro, que será el eje central de un proyecto que sirva de plataforma de la cultura gallega y una marca de identidad de Santiago.
Una de las "prioridades" será que la ciudad tenga "viviendas para habitar" y también que Santiago pueda lograr crecimiento económico en otros sectores, como el industrial, para crear empleo de calidad y generar riqueza en la localidad.
En su intervención ha propuesto un pacto por la ciudad histórica, para dar la vuelta a una situación de deriva de los últimos años, porque si el casco histórico es bueno para quien vive en él también lo será para quien lo visite.
De todos modos ha asegurado que la ciudad es "mucho más" que la almendra histórica, por lo que ha comprometido todo su esfuerzo y empeño con los barrios de la zona nueva y sobre todo con el rural, ya que el municipio es tan suyo como de los habitantes del centro.
"Comienza un tiempo nuevo y vamos a por todas. Santiago merece un futuro resplandeciente", ha concluido.
Tras el acto institucional, acompañada por la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, la nueva alcaldesa tiene previsto salir a la plaza del Obradoiro con el bastón de mando para hacer una entrega simbólica del cargo a los ciudadanos.
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