¿Acepta el cargo de alcalde de Madrid? Y el popular José Luis Martínez-Almeida dijo que sí. No era la primera vez, hace justo cuatro años arrebató la alcaldía de la capital, feudo de los feudos del PP, a la izquierda de Manuela Carmena, gracias a un acuerdo tripartito con Cs y Vox. Pero, de aquí en adelante, gobernará en solitario, bastándose de la mayoría  absoluta que obtuvo en las elecciones del pasado 28 de mayo. Como  Napoleón coronándose a sí mismo, Almeida recibió el bastón de mando de sus propias manos, liturgia municipal con la que la Villa y Corte se adentra en un tiempo nuevo, o casi, pues desde la época de Alberto Ruiz Gallardón, allá por 2011, nadie aunaba tanto poder. 

El Palacio de Cibeles, sin nada que envidiar a la catedral de Notre Dame de París, celebró este sábado, 17 de junio, su acto más solemne: la constitución del nuevo Ayuntamiento de Madrid. En secreto y estricto orden alfabético, los 57 ediles que componen la corporación fueron depositando sus votos en una urna de cristal, lo que arrojó el siguiente resultado: 29 concejales para el alcalde reelecto, contra los 28 de Más Madrid, PSOE y Vox, que respaldaron a sus respectivos portavoces. Sin sorpresas. Nada que ver con lo ocurrido en 2019, cuando un pacto de madrugada alumbró el primer gobierno de coalición en la ciudad.

La victoria incontestable del PP en las municipales de esta primavera ha teñido de azul el Salón de Pleno, obligando a los cinco ediles de Vox ha mudarse a la bancada donde, en la pasada legislatura, tomaban asiento los concejales de Ciudadanos. Ni rastro de naranjas, tampoco de los carmenistas del Grupo Mixto. Esa ala la compartirán ahora Más Madrid y PSOE, segunda y tercera fuerza en la capital.

La sede que, hace más de una década, mandó construir Gallardón respiraba hoy un ambiente de fiesta y tranquilidad. Desde lo alto de sus tribunas, acristaladas y en forma de U, no perdían ripio de la ceremonia la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su antecesora, Esperanza Aguirre, sentadas juntas, así como varios exalcaldes, populares (Manzano y Gallardón), pero también socialistas (Juan Barranco), incluso, el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas. Faltaba el mandamás, Alberto Núñez Feijóo... así que, en su lugar, acaparó casi todas las miradas la nueva novia del alcalde, Teresa Urquijo, desde hoy, primera dama, que sentaba como una más en la de los familiares.

Europa Press

"Madrid seguirá siendo el mejor símbolo de Constitución"

En su primer discurso ya como primer edil, Almeida reconoció que "jamás" imaginó que "podía aspirar a mayor honor que ser alcalde de la ciudad" que le vio crecer y le formó como persona. También recordó a sus padres, Rafael y Ángela, "seguro" de le estaban viendo a él y a sus cinco hermanos. Y aseveró que los valores que les inculcaron los aplicará ahora para gestionar la ciudad."Nunca tendremos un ideal más alto que estar a la altura de todo lo que nos enseñasteis, con palabras, pero, sobre todo, con vuestro ejemplo". 

A renglón seguido, pasó revista de "los ejes claros" en los que quiere apuntalar su segunda aventura al frente del consistorio, como "aumentar el crecimiento económico de la ciudad", "afianzar el reequilibrio territorial de los distritos", "culminar la ingente transformación urbana con nuevas obras e infraestructuras" o, la que será una de sus prioridades, "hacer frente al reto de la vivienda" para "garantizar el mandato constitucional". 

"Por España, Madrid seguirá siendo el mejor símbolo de nuestra Constitución, de la lealtad y la unidad de España", concluyó, mientras el hemiciclo prorrumpía en una de esas ovaciones que abrazan las grandes ocasiones.

López Rey y Antonio Giraldo, 'veteranos y noveles' en el nuevo Ayuntamiento de Madrid

Antes, alfombró sus palabras la nueva vicealcaldesa de la capital, Inmaculada Sanz, para quien el PP gobernará con poder absoluto, pero "sin caer en la autocomplacencia", con la "mano tendida" al resto de grupos municipales y "para todos los madrileños". "Este grupo se va a dejar la piel para cumplir con el mandato que nos han dado los ciudadanos de consolidar el momento histórico de la ciudad y convertir a Madrid en una de las mejores capitales del mundo", dijo para finalizar con un mensaje de reconocimiento para "los socios de gobierno hasta hoy, con [su predecesora en el cargo] Begoña Villacís", atenta desde la platea, luciendo un vestido naranja corporativo. Último servicio...

Tres partidos en la oposición 

También tuvieron su turno de palabra los portavoces del resto de grupos municipales, que desfilaron por el atril en orden de menor a mayor  fuerza. En cuarta y última posición, Javier Ortega Smith, líder de Vox, pidió a Almeida que no utilice su mayoría absoluta "como un rodillo", recordándole que cuando Julio Cesar caminaba por Roma y era aclamado triunfalmente, un esclavo siempre le susurraba al oído "es usted humano". Reyes Maroto, número uno del PSOE tras haber abandonado el Consejo de Ministros, no perdió un minuto de su estreno en Cibeles para proponer un pacto local por la vivienda a toda la cámara y, en especial al recién proclamado al alcalde, "que apoye el Orgullo 2023 y que hoy se comprometa a que la bandera arcoíris ondee en este Palacio de Cibeles el próximo día 28". La primera espada de Más Madrid, Rita Maestre, puso en valor, por su parte, que su fuerza haya demostrado no ser "flor de un día", aun cuando "gran Carmena [ausente hoy en Cibeles] dejó la política". Desde la jefatura de la oposición, que ya encabezó el pasado mandato, aseguró que no vienen a "llorar", sino a "ganar y a trabajar para volver al gobierno de Cibeles".