El presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex), Eduardo Zamácola, ha señalado este miércoles que queda "mucho" para que el sector recupere los 18.000 millones de euros de facturación que logró en 2019, asegurando que no ocurrirá este año ni en 2024, tras crecer los ingresos por ventas de ropa un 19,73% hasta los 10.658 millones de euros el año pasado.
Así lo ha indicado durante la presentación del informe 'El comercio textil en cifras', en el que ha puesto de manifiesto la mejora del sector textil en el ejercicio 2022, primer año en el que subieron las cifras de facturación tras las caídas consecutivas de 2020 (-40%) y 2021 (-14%) a causa de la pandemia.
Zamácola ha asegurado que confía en recuperar las cifras de facturación prepandemia, pero ha admitido que la covid-19 ha "recolocado las preferencias" de los consumidores, que prefieren destinar sus gastos a la restauración, viajes y ocio.
Asimismo, ha señalado que, pese a la caída de la facturación, la liberalización de las rebajas en el año 2012 provocó una guerra de precios que abocó a las empresas a tener "muy poca rentabilidad" y que este reajuste del sector puede haber ayudado a dejar las "ventas tóxicas".
Se vende más ropa que en 2021, pero mucha menos que el año previo a la pandemia del coronavirus. De hecho, en 2019, las ventas de ropa sumaron 18.078 millones, una cifra y unos niveles de ventas que, según Acotex, "en algún momento se recuperarán, pero no se sabe cuándo".
Las familias gastaron una media de 879 euros
El año pasado, el gasto medio por persona en ropa y complementos fue de 298,80 euros, 93 euros (16,35%) más que en 2021; en tanto que las familias gastaron una media de 879 euros, un 11,83 % más (en 2019, 1.256 euros). Sin embargo, se aleja todavía de los 1.200 euros del año 2019 y aún más lejos de los 1.800 euros del año 2006, cuando el textil logró su récord de facturación con 22.460 millones de euros.
Por comunidades autónomas, en 2022 los vascos (399 euros), los madrileños y los cántabros fueron los que más gastaron, mientras que las familias de Baleares fueron las que menos invirtieron en ropa (215 euros). Madrid, Cataluña y Andalucía acumularon cerca de la mitad de la facturación (48,65%).
Por formatos comerciales, las cadenas especializadas concentraron el 39% de la facturación, seguidas por los hipermercados (27,6%), los outlets (15,4%) y los grandes almacenes (8,4%). Las tiendas multimarca pierden ligeramente cuota de mercado y se sitúan en el 9,7%. En cuanto al canal, las ventas online se estabilizan en el 16,2% después de haber alcanzado cifras cercanas al 20% durante los años de pandemia.
Asimismo, la moda mujer supone el 33,7% de las ventas, la moda hombre acumula el 31,8%, el hogar alcanza el 19,2% y la moda de niños suma un 15,3% de la facturación. Acotex subraya el incremento producido desde la pandemia en la facturación de hogar.
Según datos del informe, 2022 cerró para el sector textil con algo más de 165.000 trabajadores, con una ligera subida del 0,96% respecto a 2021, pero lejos de los 200.000 empleados con los que contaba el sector antes de la pandemia.
Pese a la recuperación, se produjo el cierre de 649 puntos de venta en el ejercicio, situándose el total en algo menos de 44.000 establecimientos, casi 20.000 menos que los 62.000 que había en 2019. Sobre la progresiva caída de la tienda física, Zamácola ha señalado que se puede deber al auge de la venta online, la eficiencia de costes y la concentración de las grandes marcas en tiendas más grandes.
Señales de alarma para 2023
El presidente de Acotex ha comentado también que en este 2023 se han producido incrementos interanuales en todos los meses del año, salvo en mayo, que decreció un 5,7%. Los datos entre enero y mayo arrojan un incremento del 3,8 % en comparación con el mismo periodo de 2022.
Según el presidente de la patronal, la caída de mayo "se trata de la primera señal de alarma" y lo interpretan como un "aviso" de lo que puede ocurrir en el futuro.
Para Zamácola, detrás de ese retroceso de las ventas figuran la "climatología muy adversa" (calor inusual y tormentas), que afecta a la intención de compra de los consumidores; la subida de los tipos de interés y, por lo tanto, de las hipotecas; la retirada de las ayudas a los combustibles de automoción y la elevada inflación.
"Se observa que el consumidor vuelve a mostrar reticencias a la hora de compra ropa", ha afirmado el presidente de Acotex, quien ha advertido de un "cierto recelo e incertidumbre" en el sector para final de año "y con unas elecciones en julio".
En general, Zamácola ha insistido en que el sector está aún "muy lejos" de las cifras de prepandemia y ha precisado que no maneja unas previsiones positivas para el conjunto de este año. No obstante, el directivo ha subrayado el repunte del turismo y su relación con la compra de artículos de moda, que en 2022 supuso el 65% de sus compras en las visitas a España.
Turismo y rebajas
Uno de los principales motivos para la recuperación del gasto en 2022, fue la llegada del turismo sin restricciones, ya que este se ha incrementado un 130% respecto a 2021 y el gasto de los turistas un 149%, aunque estas cifras siguen un 15% y un 5% por debajo de las cifras prepandemia respectivamente.
Acotex apunta que la caída de los turistas chinos y rusos se ha dejado notar ya que eran dos de las nacionalidades que "más gastaban". Tal es así, que en 2022 los turistas que más gastaron fueron los argentinos (39% del total), seguidos por los mexicanos (30%) y los colombianos (10%).
Otro elemento importante para el desempeño del sector en los próximos meses será la campaña de rebajas de verano. Tras una campaña de invierno mejor de lo esperado, ha señalado que no se van a realizar "rebajas muy agresivas" en verano debido al incremento de costes.
Zamácola subrayó que tener una campaña de rebajas buena es “muy malo” para las empresas porque implica que se ha calculado mal el stock y no ha quedado otro remedio que bajar precio para venderlo.
Venta de segunda mano
Otro de los asuntos abordados por el presidente de Acotex ha sido el impacto en el sector del incremento de las compras de segunda mano y las prendas recicladas.
Zamácola ha apuntado que las empresas no están preocupadas al respecto y que, por el momento, incluso los jóvenes prefieren comprar ropa de primera mano a bajo precio que una prenda de segunda mano.
En cuanto a la sostenibilidad, ha reconocido que es el "gran reto del sector" y que fabricar con materiales orgánicos "no es barato" y supone un incremento de precios que no todos los consumidores están dispuestos a pagar.
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